Imagen: Youtube / C-SPAN

Trump vs. Biden: demagogia contra democracia

Un lado intentรณ persuadir mediante diagnรณsticos y alternativas de soluciรณn. El otro, sembrar la confusiรณn, faltando a la veracidad y rompiendo cualquier posibilidad de diรกlogo. Mรกs que un debate, anoche se escenificรณ el enfrentamiento entre la demagogia y la democracia.
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Un contendiente llegรณ con careta, traje blanco y florete de esgrima para encontrarse en un callejรณn oscuro con un pandillero armado con un bate, botellas rotas y navajas. ยฟPredecible? Completamente. Pero aรบn asรญ resultรณ un espectรกculo cansado y difรญcil de digerir.

Donald Trump saliรณ al escenario a reventar el debate, a evitar por la fuerza que se diera un intercambio inteligible de argumentos e ideas, y a imponerse simbรณlicamente con interrupciones, ofensas y gruรฑidos. Joe Biden saliรณ al escenario a resistir el debate, a demostrar que no le teme al bravucรณn y a reiterarle a los votantes estadounidenses que la elecciรณn de noviembre es entre la locura y la sensatez.

Trump apostรณ por presumir que, a sus 74 aรฑos, tiene mucha mรกs energรญa que Biden, de 77. Al mostrarse capaz de lanzarse agresivamente al ataque durante todo el evento, el presidente buscรณ transmitir la fuerza bruta del macho alfa, en contraste con los modales estudiados, la sonrisa ensayada y la voz quebradiza de su oponente. Mientras Trump miraba desafiante a Biden y levantaba soberbio su mentรณn en seรฑal de desafรญo, Biden bajaba frecuentemente la mirada al podio y sonreรญa forzado, comunicando que no tenรญa intenciรณn de pelear.

Biden buscรณ demostrar que Donald Trump es un hombre incapaz de liderar de manera eficaz y รฉtica a Estados Unidos. Para ello, usรณ los principios clรกsicos de la persuasiรณn: argumentos, datos, evidencia, refutaciรณn y contraste. Pero, lo sabemos, Biden no es Obama, y sus argumentaciones no contaban con la velocidad necesaria para colocar los mensajes a tiempo. Trump aprovechaba esto para interrumpir permanentemente a su rival, llevรกndolo a afirmar exasperado: โ€œยกEs tan difรญcil decir algo con este payaso!โ€. Difรญcil no coincidir.

El presidente, por su parte, no cambiรณ sus tรกcticas. Ante cada pregunta, y sin importar el tema, comenzaba sus intervenciones causando shock con alguna afirmaciรณn completamente falsa y exagerada a su favor, para despuรฉs atacar a Biden en vez de refutar los argumentos (falacia ad hominem), hablar muy bien de sรญ mismo y de su desempeรฑo con adjetivos como โ€œgrandiosoโ€, โ€œfantรกsticoโ€, โ€œespectacularโ€, asegurar que a la gente le encanta todo lo que hace (falacia ad populum) y cerrar denigrando una vez mรกs a su competidor. El resultado es una serie de frases cortas, dichas de manera firme que, a pesar de no tener hilo conductor, veracidad o lรณgica argumentativa, comunican consistentemente que Trump es un โ€œhombre fuerteโ€ que no teme โ€œdecir las cosas como sonโ€: todo un despliegue para los votantes con tendencias autoritarias.

Biden tuvo un acierto: romper la โ€œcuarta paredโ€, es decir, salirse del debate con Trump para dirigirse al televidente directamente. Esto le permitรญa comunicar algunos de sus mensajes por encima de las interrupciones y ataques de su oponente, y le permitiรณ demostrar autocontrol frente a un presidente que muchas veces se veรญa fuera de sรญ.

Biden tuvo un error: no aprovechรณ al mรกximo el escรกndalo destapado por el New York Times que revelรณ que Trump ha eludido el pago de impuesto sobre la renta y que sus negocios no tienen los resultados extraordinarios de los que por aรฑos ha presumido. El exvicepresidente pudo y no quiso arrinconar a Trump con la palabra que mรกs debe temer: fracaso.

Trump siguiรณ amenazando con desconocer el resultado de las elecciones y se negรณ a condenar de manera clara y contundente a grupos supremacistas blancos. Esto, sin duda, marca un nuevo punto bajo en la calidad de la polรญtica estadounidense.

En suma, lo que vimos anoche no fue solo un debate presidencial mรกs: fue una confrontaciรณn entre la democracia y la demagogia. La primera busca plantear diagnรณsticos y alternativas de soluciรณn al ciudadano con los instrumentos de la persuasiรณn. La segunda busca sembrar la confusiรณn saturando a la audiencia, faltando a la veracidad y rompiendo cualquier posibilidad de diรกlogo y contraste de ideas mediante el uso de falacias e insultos. Ante el desprecio demostrado por Trump por las reglas y el espรญritu de un debate presidencial, habrรญa que preguntarse quรฉ ganarรญa Joe Biden asistiendo al resto de estos encuentros.

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Especialista en discurso polรญtico y manejo de crisis.


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