Ítalo López Vallecillos fue un poeta, historiador, periodista y editor salvadoreño. Se le atribuye la fundación de la Generación Comprometida de El Salvador, a la que también pertenecieron Roque Dalton, Manlio Argueta y Álvaro Menen Desleal. Murió en México D.F. el 9 de febrero de 1986.
En la Biblioteca Daniel Cosío Villegas del Colegio de México encontré a Ítalo López Vallecillos. Su libro Imágenes Sobre el Otoño estaba en la colección salvadoreña, una sección de no más tres repisas. Ahí estaba, en una edición sencilla y con una portada que parece salirse del papel en tonos cafés, a cargo de Carlos Cañas, quien también ilustra los poemas junto con Camilo Minero. El libro, con dedicatoria en la letra del autor salvadoreño para el poeta mexicano Carlos Pellicer, permanecía ahí, no sé muy bien desde cuándo. Creo que desde 1987, como parece decir un código escrito a lápiz. Nunca nadie antes lo había pedido prestado.
Ítalo López Vallecillos nació en San Salvador el 15 de noviembre de 1932, alrededor de diez meses después de la insurrección indígena campesina, cuando murieron más de 30,000 personas. La matanza fue propiciada desde el gobierno del General Maximiliano Hernández Martínez, quien recién arribaba al poder en diciembre de 1931, y que sostuvo una dictadura hasta 1944. Estos dos temas serían importantes en su obra ensayística, junto con la influencia de México en la independencia centroamericana y su admiración por Gerardo Barrios.
Además de ensayista, su legado como periodista es indiscutible. Fungió como director de El independiente, fundado por Jorge Pinto, participó y dirigió varias revistas universitarias de corte literario y político. A los 18 años viajó a España como parte de una beca para realizar estudios de periodismo, ahí escribió la investigación “Periodismo en El Salvador”, que se publicó en 1964 y que es el libro que debe leer todo periodista salvadoreño, debido al esfuerzo único por rastrear de manera histórico-documental las actividades periodísticas desde la época colonial hasta la primera mitad del siglo XX.
A Ítalo se le atribuye, influenciado por una lectura parcial de ¿Qué es la literatura?, de Jean-Paul Sartre, haber acuñado el término de “comprometida” para una “generación” de jóvenes poetas y literatos a la que él mismo pertenecía y que buscaban reivindicar la función social y liberadora de la poesía.
Manlio Argueta, amigo de Ítalo y miembro también de esta Generación Comprometida, escribió en Contrapunto.com.sv: “Digámoslo claramente, muchos de dicho partido se salvaron de cárceles y exilios, ellos no tienen culpa, pero Italo priorizó en su labor editorial. Por consiguiente, las expulsiones políticas que se dio contra él no fueron por ser fundador de la Generación Comprometida, ni por sus poemas o por su militancia en el Radical Democrático, quizás un poco. Lo que le costó tranquilidad a su vida y peligro de muerte fue porque hacía libros, ni siquiera los de él, sino libros de otros. A las nuevas generaciones que no conocieron –ni conocen esta historia reciente- les sorprenderá. ¿Perseguido por publicar libros? Se preguntarán. ¿Eran libros peligrosos contra la moral y las buenas costumbres? ¿O libros anti religiosos? ¿O libros subversivos como se decía en esa época? Uno, dos y tres veces NO. Eran libros de literatura, libros de ciencias sociales para las universidades, libros de teología, libros de historia, libros de Salarrué, de Claudia Lars, de Hugo Lindo. Lo único que no editó fueron libros de cocina…”
Ítalo, otra vez en palabras de Argueta, “se dedicó a editar libros, libros, libros” y hay demasiado de este autor como para dejarlo olvidado en los estantes de la bibliotecas.
– Ana Escoto
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