โEl caso de un periodista asesinado deberรญa ser noticia permanenteโ
A Juan Daniel Martรญnez Gil, conductor de noticieros de W Guerrero, lo mataron en Acapulco el 27 de julio. Fue el octavo periodista asesinado en Mรฉxico este aรฑo y el tercero en el mes de julio, cifra que coloca al paรญs en la cabeza de los mรกs peligrosos para ejercer el periodismo, a la altura de Pakistรกn e Iraq y sรณlo por detrรกs de Somalia y Filipinas, en la clasificaciรณn del International News and Safety Institute. Balbina Flores (Xicotepec de Juรกrez, Puebla, 1965), corresponsal de Reporteros Sin Fronteras en Mรฉxico desde 2001, sabe bien los nombres y apellidos tras los nรบmeros desnudos, y comienza hablando del punto de partida de esta situaciรณn crรญtica.
El grado de violencia con la que se mata a los periodistas es terrible desde 2006, y desde entonces Mรฉxico no ha retrocedido del primer lugar de Amรฉrica Latina en relaciรณn a agresiones a la prensa. Fue un aรฑo trรกgico en el que se registraron diez asesinatos y por primera vez se superรณ a Colombia.
ยฟPor quรฉ se mata a periodistas en Mรฉxico?
Porque son incรณmodos. No sรณlo para los poderes pรบblicos, sino tambiรฉn para esos poderes fรกcticos que conforman el crimen organizado. Desde luego el poder pรบblico sigue estando en primer lugar.
ยฟEn quรฉ sentido?
La cifra mayor de agresiones hacia periodistas proviene de funcionarios, policรญas, y ahora, desde el ejรฉrcito. A mayor presencia de elementos policรญacos deberรญa haber mayor seguridad, pero no es asรญ.
Viendo los lugares de ejercicio de los periodistas asesinados se podrรญa pensar que los culpables se encuentran dentro del crimen organizado. ยฟSe les puede poner cara a los agresores de los periodistas?
Sรญ, de algunos incluso tenemos nombre y apellidos. Gran parte de estos agresores son comandantes, policรญas, elementos del ejรฉrcito. Son datos sustentados, que tambiรฉn han registrado otras organizaciones como el Centro de Periodismo y รtica Pรบblica. En otros casos ha quedado claro que es el narcotrรกfico, como en el de Eliseo Barrรณn, cuyos presuntos autores materiales han sido detenidos. El autor intelectual en la gran mayorรญa de los casos no se termina de conocer.
Has denunciado la gravedad de la autocensura que genera esta situaciรณn.
Un periodista de Tamaulipas decรญa que la autocensura es peor que estar muerto. Cualquier agresiรณn a un periodista tiene un impacto enorme en sus colegas. La advertencia es directa: โsi sigues publicando esto, te puede pasar lo que le pasรณ a Eliseo o a Juan Danielโ. Sabemos de colegas que han decidido no seguir publicando mรกs sobre el narcotrรกfico, o incluso, algunos, no seguir en el periodismo.
ยฟY por quรฉ no produce mรกs escรกndalo?
Por una parte, son responsables los propios medios, que sรณlo convierten en noticia a los periodistas cuando algo asรญ ocurre โy el caso de un periodista asesinado deberรญa ser noticia permanente: siempre deberรญa aparecer en las pรกginas de los diarios como un asunto no resuelto. Pero por otra parte, las autoridades federales no le han dado la suficiente importancia a estos casos, porque entienden que forman parte de la lucha contra el narcotrรกfico. Los consideran un nรบmero mรกs en esta guerra.
ยฟNo proponen ninguna medida?
Sabemos que Gobernaciรณn tiene la intenciรณn de armar un proyecto de protecciรณn a periodistas, pero no hay nada concreto. Nosotros proponemos la federalizaciรณn de los delitos contra periodistas, pero sabemos que eso no va a resolver el problema. Se necesita un proyecto integral que incluya prevenciรณn, investigaciรณn, un marco jurรญdico adecuado y recursos materiales suficientes. Y sobre todo, hace falta voluntad.
ยฟCrees que tiene que ver con el hecho de que los periodistas asesinados no son de la capital? ยฟNo se agilizarรญa la justicia si fuera asรญ?
Si mataran a periodistas de la capital tendrรญa un mayor impacto: ojalรก no ocurra. Pero creo que el asunto tiene que ver con otros factores. Hay ejemplos, como el de Eliseo Barrรณn [reportero de La Opiniรณn Milenio en Torreรณn] o el de Amado Ramรญrez [corresponsal de Televisa en Acapulco], cuyos medios han tomado la iniciativa de presionar a la autoridad, y han tenido tanto impacto que los presuntos autores materiales han sido detenidos. Ahora, hay muchรญsimos mรกs casos en los que no ocurre esto, es mรกs, se han olvidado totalmente: hay ocho periodistas desaparecidos en este paรญs y nadie habla de ellos.
Ponles nombre.
[De memoria] Jesรบs Mejรญa Lechuga, reportero de la emisora MS-Noticias en Martรญnez de la Torre, Veracruz; el joven periodista Alfredo Jimรฉnez Mota, reportero de El Imparcial, en Hermosillo, Sonora; Rafael Martรญnez, reportero del periรณdico Zรณcalo, de Monclova; el reportero de Tabasco Hoy Rodolfo Rincรณn Taracena; Josรฉ Antonio Garcรญa Apac, director del periรณdico local Ecos de la Cuenca de Tepalcatepec, Michoacรกn, y el mรกs reciente, Mauricio Estrada, de La Opiniรณn de Apatzingรกn. Dos casos mรกs son Gamaliel Lรณpez Candanosa y Gerardo Paredes, reportero y camarรณgrafo, respectivamente, de TV Azteca en Monterrey.
ยฟY dรณnde estรกn los responsables?
No sรณlo en el narcotrรกfico, sino en redes delincuenciales locales. Rodolfo Rincรณn, por ejemplo, publicaba acerca de una red de extorsiรณn en la zona de Tabasco antes de desaparecer.
ยฟY quรฉ hay de los periodistas supuestamente metidos en las redes del narcotrรกfico?
No tenemos nombres y apellidos de reporteros involucrados, pero sabemos que los hay. Lo que sรญ nos parece grave es que cuando se mata a un periodista, รฉsta sea una de las lรญneas que se empieza a difundir. Las dependencias pรบblicas tienen que ser muy cuidadosas y responsables en estos casos, no adelantar conclusiones. Y los mismos periodistas tambiรฉn, porque finalmente reproducen esas declaraciones. De lo contrario se generan dudas infundadas.
ยฟQuรฉ caso te ha impactado mรกs?
Todos, hasta el รบltimo, pero siempre recuerdo el caso de Roberto Mora Garcรญa, director editorial del periรณdico El Maรฑana, asesinado el 19 de marzo de 2004 en Tamaulipas. A puรฑaladas, a la entrada de su domicilio, cuando llegaba del periรณdico. Detuvieron a dos personas, una pareja de homosexuales, y se hizo aparentar el asunto como un caso pasional. Y descubrimos que no lo mataron por ser homosexual, sino por el ejercicio de su trabajo, porque estaba investigando algo que ya no pudo publicar, y lo podemos decir con pruebas: los vรญnculos de una autoridad โcreo que un comandanteโ, con el crimen organizado.
ยฟQuรฉ medidas concretas proponen ustedes para proteger a los periodistas?
Antes que nada, los periodistas debemos tomar muy en serio las amenazas. Gran parte de los periodistas asesinados habรญan sido amenazados previamente. No podemos ignorar ninguna llamada, ningรบn anรณnimo, aunque nos acusen de paranoicos, vengan de donde vengan, y hay que denunciarlo ante la autoridad.
ยฟEstรกn esos periodistas de estados peligrosos condenados a callar o a ser hรฉroes?
No creo que los colegas asesinados pensaran en ser siquiera tema de discusiรณn. Los periodistas no investigamos o publicamos ciertas cosas para ser hรฉroes. No somos ni queremos serlo.
โ Yaiza Santos
(Huelva, Espaรฑa, 1978) es periodista y editora afincada en Mรฉxico. Imparte clases de periodismo en la Universidad Iberoamericana.
