Siete preguntas sobre EspaƱa

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El primer nĆŗmero de la ediciĆ³n espaƱola de Letras Libres saliĆ³ en 2001. En estos diecisiete aƱos ha habido acontecimientos que han afectado profundamente EspaƱa, de manera interna y en su relaciĆ³n con el exterior. Hemos aprovechado para repasar estos aƱos y ver cuĆ”les son los problemas a los que se enfrenta el paĆ­s y que ocuparĆ”n la conversaciĆ³n.

1. ĀæCuĆ”les han sido los acontecimientos fundamentales para EspaƱa desde 2001 hasta hoy?

2. En estos aƱos se han promulgado leyes modernas que nos ponĆ­an a la cabeza de Europa en muchos asuntos. Esto derribĆ³ algunos mitos sobre el carĆ”cter de los espaƱoles, pero tambiĆ©n se ha seƱalado, dentro y fuera de EspaƱa, cĆ³mo se mantienen vestigios del pasado o cĆ³mo hay intentos reaccionarios. ĀæHemos visto que EspaƱa no es tan diferente como pensĆ”bamos?

3. En estas casi dos dĆ©cadas las redes sociales han crecido hasta convertirse en un elemento omnipresente. ĀæCĆ³mo ha cambiado eso la manera de pensar el mundo, si es que lo ha hecho? ĀæCĆ³mo ha cambiado la conversaciĆ³n?

4. ĀæCuĆ”l es el mayor problema actual para EspaƱa? ĀæPor quĆ©?

5. ĀæEs la brecha generacional una cuestiĆ³n importante? ĀæEn estos aƱos ha habido un reemplazo o relevo generacional o hay, como se ha dicho, un tapĆ³n?

6. ĀæCĆ³mo ha cambiado su sector en este tiempo?

7. ĀæPuede escoger cinco libros espaƱoles y cinco pelĆ­culas, tambiĆ©n espaƱolas, de estos aƱos?

Manuel Arias Maldonado

1. Por orden de importancia, al margen de su carĆ”cter positivo o negativo: el desafĆ­o secesionista catalĆ”n; el cese de la actividad armada de ETA; la crisis econĆ³mica; el surgimiento de los nuevos partidos; la exitosa promulgaciĆ³n de la ley antitabaco.

2. EspaƱa nunca ha sido diferente, o en realidad solo lo ha sido a su manera: como todos los paĆ­ses, que en eso se parecen. Ā”MĆ”s vestigios reaccionarios exhibe Polonia! Todo es cuestiĆ³n de perspectiva. Asunto distinto es la amenaza que representa el nacionalismo catalĆ”n, con su potencial efecto expansivo, en un momento histĆ³rico de renacionalizaciĆ³n y ascenso de los populismos.

3. Las redes sociales constituyen una novedad radical y de formidable importancia, pese a que esta no haya sido lo bastante reconocida inicialmente debido al carĆ”cter aparentemente banal de semejante innovaciĆ³n tecnolĆ³gica en contraste con los inventos mĆ”s importantes de la historia de la humanidad o las desorbitadas expectativas depositadas sobre la capacidad disruptiva del futuro. Y su importancia reside, precisamente, en la forma en que cambian la conversaciĆ³n pĆŗblica y privada, convirtiĆ©ndonos a todos en emisores de mensajes y conectĆ”ndonos sin pausa al flujo de la actualidad por medio del smartphone. Es pronto para llegar a conclusiones definitivas, pero va quedando claro que el sueƱo del Ć”gora universal se ha quedado en la realidad de un agĆ³n local donde la buena argumentaciĆ³n es la excepciĆ³n y el antagonismo exacerbado la norma. No obstante, de esto se sorprenderĆ” quien hubiera romantizado a la opiniĆ³n pĆŗblica y albergase grandes esperanzas con respecto a su democratizaciĆ³n.

4. DestacarĆ­a dos: uno, ya mencionado, es el desafĆ­o independentista que amenaza con terminar con el orden constitucional y privar de sus derechos a los ciudadanos espaƱoles que viven en CataluƱa, condicionando de paso la agenda polĆ­tica indefinidamente; otro, la ruptura del pacto intergeneracional, que se expresa en un agudo contraste entre los horizontes vitales de los jĆ³venes y la prioridad pĆŗblica concedida, por evidentes razones electorales, a los mayores.

5. DirĆ­a que el tapĆ³n, que desde luego existĆ­a, ha saltado gracias a los efectos de la crisis. Aunque en algunos sectores, como la universidad, se resiste a hacerlo.

6. Tal como insinuaba en la anterior respuesta, no demasiado. Existe una mayor precariedad en la carrera acadƩmica y las condiciones impuestas para progresar en ella se han endurecido notablemente, en lo que constituye un llamativo ejemplo de injusticia intergeneracional.

7. De entre lo que he leĆ­do y recuerde, que no es tanto, los cinco mejores libros, sin orden de preferencia y ciƱƩndome a los espaƱoles (excluyendo pues a los escritos en lengua espaƱola, lo que deja fuera cosas muy notables): Campo de retamas, de Rafael SĆ”nchez Ferlosio; Fuente de MĆ©dicis, de Guillermo Carnero; Josep Pla, de Arcadi Espada; El dĆ­a del Watusi, de Francisco Casavella; Al pie del caĆ±Ć³n. Una guĆ­a del Museo del Prado, de Eduardo Arroyo.

Y las cinco mejores pelĆ­culas: En construcciĆ³n, JosĆ© Luis GuerĆ­n; La isla mĆ­nima, de Alberto RodrĆ­guez; Los ilusos, de JonĆ”s Trueba; Yo, de Rafael CortĆ©s; La caja 507, de Enrique Urbizu.

Jorge Bustos

1. El fin de un complejo histĆ³rico con la convergencia monetaria europea, el fin de la anomalĆ­a terrorista autĆ³ctona con la derrota de ETA, el fin del contrato tradicional entre trabajador y empresa a causa de la revoluciĆ³n tecnolĆ³gica global ā€“agravada aquĆ­ con la crisis de la burbujaā€“ y el fin del bipartidismo que fuerza a una actitud pactista y transversal todavĆ­a por estrenar.

2. Los nostĆ”lgicos de la imagen tĆ³pica de EspaƱa se resisten a morir, y es natural. Ocurre en otros paĆ­ses, donde por cierto la intransigencia reaccionaria estĆ” mucho mĆ”s extendida y cosecha muchos mĆ”s votos. Pero es hora de empezar a reconocer que EspaƱa ocuparĆ­a la vanguardia progresista del mundo si no fuera por la rĆ©mora de los nacionalismos perifĆ©ricos, que presionan hacia la ruptura del Estado social democrĆ”tico, y por el brote neomarxista llamado Podemos, que aƱora la lucha de clases al tiempo que propala el identitarismo iliberal.

3. La conversaciĆ³n cambia hacia la extinciĆ³n: hoy conversar empieza a ser considerado una groserĆ­a, un allanamiento intolerable del tiempo que me exige la pantalla de mi mĆ³vil, que es todo. La manera de pensar tambiĆ©n declina, porque pensar exige imaginar lo que no vemos, y atendiendo a iconos en frenĆ©tico movimiento no se estimula el pensamiento, que es activo, sino la sensibilidad, que es pasiva. Ahora somos ultrasensibles e idiotas.

4. La educaciĆ³n. La falta de un consenso sĆ³lido para instaurar un longevo modelo laico de excelencia y no uno inflacionario e inercial que devalĆŗa el conocimiento y perpetĆŗa el tribalismo ideolĆ³gico. Los demĆ”s problemas de EspaƱa son consecuencia de este.

5. El tapĆ³n generacional espaƱol es innegable, fruto de una legislaciĆ³n laboral rĆ­gida que protege a los veteranos y penaliza a los aspirantes, ademĆ”s de una cultura gerontocrĆ”tica asociada a la persistencia de las Ć©lites del 78, contra las que se rebelan Podemos y Ciudadanos. Con ellos llega el descorche de la botella, pero tras la espuma deberĆ­a imponerse la naturalidad en el relevo, no la dialĆ©ctica generacional.

6. ĀæEl periodismo? Es mĆ”s fĆ”cil responder cĆ³mo no ha cambiado: no ha cambiado en lo fundamental, que es la bĆŗsqueda de la verdad fĆ”ctica y el empleo de un lenguaje expresivo. La industria que generaba esa mercancĆ­a es la que estĆ” a mitad de metamorfosis.

7. Libros: Soldados de Salamina, de Javier Cercas; Doctor Pasavento, de Enrique Vila-Matas; El dĆ­a del Watusi, de Francisco Casavella; la obra ensayĆ­stica y periodĆ­stica de Ferlosio, Imperiofobia y leyenda negra, de MarĆ­a Elvira Roca Barea.

PelĆ­culas: Los otros, de Alejandro AmenĆ”bar; Celda 211, de Daniel MonzĆ³n; La isla mĆ­nima, de Alberto RodrĆ­guez; y dos series: Crematorio, de Jorge SĆ”nchez-Cabezudo, y QuĆ© fue de Jorge Sanz, de David Trueba.

Javier Cercas

1. El fundamental, la crisis econĆ³mica, como para todo Occidente: la Ćŗltima de este calibre provocĆ³ una guerra mundial y cincuenta millones de muertos; esta ha provocado cosas como Trump, el Brexit o Puigdemont. Hemos salido ganando.

2. El carĆ”cter de los espaƱoles no existe ni ha existido nunca: cada espaƱol tiene el suyo. Por otra parte, el pasado siempre pervive en el presente ā€“sobre todo el pasado del que todavĆ­a hay memoria y testigos: ese pasado es una dimensiĆ³n del presente sin la cual el presente estĆ” mutiladoā€“, pero EspaƱa nunca ha sido tan diferente como nuestro incorregible narcisismo histĆ³rico piensa. Los espaƱoles, en realidad, somos bastante normalitos.

3. Las redes sociales me parecen una absoluta pĆ©rdida de tiempo, asĆ­ que no las uso. Por lo demĆ”s, y hasta donde alcanzo, no me parece que hayan cambiado nada de ninguna manera esencial, aunque sĆ­ de algunas accesorias, y casi siempre para mal. Por ejemplo: han disparado lo que podrĆ­amos llamar el porno de la indignaciĆ³n moral, una forma abyecta de fariseĆ­smo.

4. Ahora mismo, una insurrecciĆ³n todavĆ­a no del todo sofocada en CataluƱa, fruto de un intento de golpe de Estado inĆ©dito en las democracias occidentales, que se desencadenĆ³ el 6 y 7 de septiembre de 2017, se intentĆ³ legitimar con el referĆ©ndum fraudulento del 1 de octubre y se intentĆ³ culminar con la declaraciĆ³n unilateral de independencia del 27 del mismo mes. Para ser del todo precisos, a ese hecho habrĆ­a que llamarle asĆ­: ā€œUn intento frustrado de golpe de Estado civil posmodernoā€. El nombre es tan feo como la cosa.

5. Desde que tengo uso de razĆ³n oigo hablar de tapones y brechas generacionales, lo cual significa, me temo, que siempre los ha habido. De hecho, me extraƱarĆ­a que en el cĆ³digo de Hammurabi no pueda espigarse alguna reflexiĆ³n al respecto.

6. Si se refiere al sector editorial, bastante y para mal, en parte por culpa tambiĆ©n de la crisis (aunque eso deberĆ­a preguntĆ”rselo a los editores, que son los que saben y tienen los nĆŗmeros); si se refiere a la literatura, que es mi sector, muy poco, porque la literatura, en lo fundamental, apenas cambia: continĆŗa habiendo escritores buenos, malos y regulares, como siempre.

7. Me niego a contestar esta pregunta a menos que sea en presencia de mi abogado.

Sandra LeĆ³n

1. DestacarĆ­a tres acontecimientos: primero, el fin del terrorismo de ETA; segundo, la crisis de representaciĆ³n que emergiĆ³ con el 15m en 2011 y desembocĆ³ en la transformaciĆ³n del sistema de partidos; y tercero, la crisis polĆ­tica en CataluƱa.

2. La sociedad espaƱola, como la de otros paĆ­ses, es poliĆ©drica, no uniforme. Existen cuestiones donde predomina un consenso progresista. Somos una sociedad relativamente progresista en su definiciĆ³n ideolĆ³gica (en tĆ©rminos comparados con otros paĆ­ses de Europa) y tambiĆ©n en nuestra visiĆ³n sobre cuestiones relacionadas con la moral (aborto, homosexualidad). AdemĆ”s, a diferencia de otros paĆ­ses, en EspaƱa predomina una visiĆ³n positiva de la inmigraciĆ³n. TambiĆ©n ha existido en EspaƱa un amplio consenso entre grupos de distinta ideologĆ­a sobre la necesidad de servicios pĆŗblicos y polĆ­ticas de bienestar.

Otras cuestiones, en cambio, siguen causando divisiĆ³n en el paĆ­s. Una es la cuestiĆ³n de la memoria histĆ³rica (que explica que todavĆ­a no exista un censo oficial de desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo y que hasta ahora haya sido la sociedad civil, a travĆ©s de voluntarios, la principal encargada de localizar y exhumar a las personas enterradas en fosas comunes). Otra es, cĆ³mo no, la cuestiĆ³n territorial. La polarizaciĆ³n polĆ­tica que se ha producido durante los Ćŗltimos aƱos ha profundizado las divisiones del paĆ­s, en especial la fractura territorial e identitaria. Como consecuencia de la polarizaciĆ³n, las reacciones extremas son mĆ”s comunes; y pueden ser mĆ”s aceptables por los ciudadanos. Es decir, la polarizaciĆ³n puede aumentar la tolerancia por parte de ciertos sectores a medidas de carĆ”cter regresivo.

AdemƔs, la amenaza terrorista en Europa ha desembocado en polƭticas de seguridad que restringen la libertad de los ciudadanos. En EspaƱa, como en otros paƭses, los polƭticos que impulsan dichas medidas son conscientes de que en un contexto de amenaza terrorista los ciudadanos pueden estar mƔs dispuestos a aceptar un mayor desequilibrio en la balanza entre seguridad y libertad a favor de la primera.

3. Las redes sociales han tenido un gran impacto. Este es positivo en muchos Ć”mbitos. Por ejemplo, las redes han facilitado la organizaciĆ³n y movilizaciĆ³n de los llamados grupos latentes (grupos con una menor probabilidad de organizarse colectivamente). Las redes sociales no explican la apariciĆ³n de la protesta y movilizaciĆ³n social de los Ćŗltimos aƱos, pero su eclosiĆ³n coincide con la crisis de la democracia representativa y una mayor polarizaciĆ³n polĆ­tica, y en ese contexto han contribuido a facilitar la movilizaciĆ³n social que la crisis econĆ³mica y polĆ­tica ha desencadenado. Las redes sociales tambiĆ©n han contribuido a una mayor fiscalizaciĆ³n del poder polĆ­tico, tanto por un mecanismo de oferta (multiplicando la informaciĆ³n sobre las actuaciones de los representantes) como de demanda (imponiendo la necesidad de que organismos y representantes pĆŗblicos proporcionen mayor informaciĆ³n sobre las actividades que realizan). Al reducir los costes de comunicaciĆ³n y elevar la fiscalizaciĆ³n de la actividad pĆŗblica, las redes sociales han transformado la manera en la que los polĆ­ticos ejercen su liderazgo y la forma en la que se relacionan con la militancia y con la ciudadanĆ­a en general.

Las consecuencias negativas de la expansiĆ³n de las redes sociales tienen que ver, por un lado, con la profundizaciĆ³n del sesgo de confirmaciĆ³n individual. Las redes sociales se convierten en cĆ”maras de eco en las que los ciudadanos consumen informaciĆ³n que confirma sus propias preferencias y se conectan con gente con quien comparten una visiĆ³n parecida del mundo (lo que cuestiona la visiĆ³n pluralista de las redes). Por otro lado, la manera en que circula la informaciĆ³n en las redes impone un consumo inmediato. Esto tiene un efecto sobre la propia naturaleza de la informaciĆ³n que se produce en los medios (acontecimientos pegados a la actualidad), en detrimento quizĆ”s de anĆ”lisis con tema y enfoque distintos, en los que se traten cuestiones de mayor recorrido y en los que el estudio sea mĆ”s profundo.

4. A corto plazo, el mayor problema de EspaƱa es el conflicto en CataluƱa porque mientras este no se resuelva seguiremos viviendo en un Estado donde no existe consenso sobre algo bĆ”sico para que funcione: el marco institucional de convivencia. AsĆ­, la polĆ­tica en EspaƱa y en CataluƱa seguirĆ” empantanada, desatendiendo otras cuestiones que requieren de acciĆ³n polĆ­tica y legislativa urgente, como la desigualdad, la corrupciĆ³n, la pobreza infantil, las consecuencias del cambio climĆ”tico o la situaciĆ³n del mercado laboral.

A medio plazo, los problemas mĆ”s importantes son el modelo productivo espaƱol y su mercado laboral: la dualidad, la devaluaciĆ³n salarial, la temporalidad y los altos niveles de paro (en especial de larga duraciĆ³n). Este modelo contribuye a la creciente desigualdad social y de gĆ©nero y, con ello, al deterioro de la cohesiĆ³n social. TambiĆ©n impide a amplios sectores de la poblaciĆ³n (en especial a jĆ³venes y mujeres) su realizaciĆ³n individual (con el retraso de la emancipaciĆ³n, la formaciĆ³n de la familia, etc.), y el acceso a las principales transferencias sociales. Estos problemas no son nuevos. Llevamos aƱos hablando de un cambio del modelo productivo (y, mĆ”s recientemente, de la crisis como oportunidad para ese cambio) que no se ha producido.

5. SĆ­, la brecha generacional es importante y se ha puesto aĆŗn mĆ”s de manifiesto durante la Ćŗltima dĆ©cada, debido a que los efectos de la crisis econĆ³mica han sido mĆ”s pronunciados sobre los jĆ³venes. No es casualidad, por ello, que la brecha generacional haya saltado a la polĆ­tica, primero con la crisis de representaciĆ³n que emerge con el movimiento 15m y que desemboca en la apariciĆ³n de nuevos partidos. Estos consiguieron atraer a sectores mĆ”s jĆ³venes del electorado (en especial Podemos) y llevaron a la agenda polĆ­tica temas con un componente generacional (el mercado laboral en el caso de Ciudadanos o la baja redistribuciĆ³n del Estado de bienestar, que excluye en gran medida a los jĆ³venes, en el caso de Podemos).

Esto ha estado acompaƱado de un proceso de reemplazo en distintos Ć”mbitos ā€“muy notable en los medios de comunicaciĆ³n y en los partidosā€“ durante los Ćŗltimos aƱos. El reemplazo de la generaciĆ³n que protagonizĆ³ la TransiciĆ³n se produce con algo de retraso, quizĆ”s porque una parte de quienes se convirtieron en lĆ­deres durante la TransiciĆ³n (lĆ­deres polĆ­ticos o de medios de comunicaciĆ³n) eran relativamente jĆ³venes y han permanecido en la primera lĆ­nea durante varias dĆ©cadas.

6. En mi sector (acadĆ©mico) se han producido cambios importantes durante los Ćŗltimos aƱos. Primero, durante la crisis econĆ³mica se produjo una emigraciĆ³n masiva de acadĆ©micos al extranjero (de la que soy parte, en el Reino Unido). Segundo, en el caso concreto de los politĆ³logos, su presencia en los medios de comunicaciĆ³n se ha multiplicado en los Ćŗltimos tiempos. Esto se debe a dos motivos. Por un lado, el contexto polĆ­tico y social del paĆ­s ā€“la crisis polĆ­tica, la apariciĆ³n de nuevos partidos, la repeticiĆ³n de elecciones, la crisis catalanaā€“ que ha elevado la demanda de anĆ”lisis. Por otro lado, han aparecido en los Ćŗltimos aƱos blogs de politĆ³logos (Piedras de Papel, Politikon o los analistas de Agenda PĆŗblica) que han contribuido a acercar el anĆ”lisis acadĆ©mico a cuestiones de interĆ©s general, intentando elevar la calidad del debate pĆŗblico. Una nueva generaciĆ³n de politĆ³logos ha contribuido a acercar la literatura y mĆ©todos de la ciencia polĆ­tica al anĆ”lisis de temas de actualidad, como la reforma del sistema electoral, la desafecciĆ³n polĆ­tica, las reformas institucionales pendientes o la competiciĆ³n electoral en el nuevo sistema de partidos.

7. Libros: Patria, de Fernando Aramburu; AsĆ­ empieza lo malo, de Javier MarĆ­as; AnatomĆ­a de un instante, de Javier Cercas; El dĆ­a del Watusi, de Francisco Casavella, y La ciudad en invierno, de Elvira Navarro.

PelĆ­culas: Hable con ella de Pedro AlmodĆ³var; Los lunes al sol, de Fernando LeĆ³n; Mi vida sin mĆ­, de Isabel Coixet; El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro; La librerĆ­a, de Isabel Coixet.

Sara Mesa

1. Los acontecimientos que a mi modo de ver han marcado la Ć©poca son: los atentados del 11m en 2004; la crisis econĆ³mica de 2008 y el surgimiento de movimientos sociales como el 15m; la ley mordaza de 2015; la radicalizaciĆ³n del nacionalismo.

2. Creo que el talante espaƱol es poco dado a extremismos y a sentimientos de patriotismo exaltado, lo que quizƔ explica la menor presencia de partidos polƭticos radicales y de extrema derecha que sƭ estƔn presentes en otros lugares de Europa. Hay avances sociales pero tambiƩn una resistencia interna fuerte, como se ve en caso de la violencia de gƩnero, una lacra en nuestro paƭs.

3. Sin duda, las redes han cambiado la manera de entender el periodismo, y lo han perjudicado. La inmediatez se ha vuelto una exigencia a costa de la calidad y profundidad del trabajo. La democratizaciĆ³n de la informaciĆ³n no siempre ha dado como resultado mĆ”s diversidad, sino mĆ”s bien al revĆ©s. Mucha gente se informa hoy a travĆ©s de redes sociales, con lo cual se difunden muchos mĆ”s bulos y falsedades (conscientes o inconscientes) que antes.

4. Para mĆ­, el mayor problema en EspaƱa en este Ćŗltimo periodo ha sido el empobrecimiento de gran parte de la poblaciĆ³n, la precariedad del empleo y el crecimiento de la pobreza. Muchos otros problemas se plantean a veces como cortinas de humo de este.

5. No sƩ.

6. No conozco con profundidad el sector editorial porque hace solo unos aƱos que entrĆ© en Ć©l, pero es evidente la concentraciĆ³n empresarial de los grandes grupos editoriales junto con el auge de sellos independientes muy interesantes y diversos.

7. Como libros significativos de esta Ć©poca escogerĆ­a Daniela Astor y la caja negra, de Marta Sanz; Los Ćŗltimos percances, de HipĆ³lito G. Navarro; Dinero, de Miguel Brieva; Hilos, de Chantal Maillard; Teatro Completo, de Juan Mayorga.

Y como pelĆ­culas En construcciĆ³n, de JosĆ© Luis GuerĆ­n; Los lunes al sol, de Fernando LeĆ³n de Aranoa; Te doy mis ojos, de IcĆ­ar BollaĆ­n; Volver, de Pedro AlmodĆ³var; El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro.

Pero quiero insistir en que hacer esta selecciĆ³n es extremadamente difĆ­cil.

Elvira Navarro

1. Listo sin orden cronolĆ³gico: internet, la llegada masiva de inmigrantes a nuestro paĆ­s, el declive de los medios de comunicaciĆ³n tradicionales, las redes sociales, el cese de la actividad armada de ETA, los atentados del 11 de marzo de 2004, la aceleraciĆ³n en el desmantelamiento del Estado de bienestar, la crisis econĆ³mica, la globalizaciĆ³n, la desapariciĆ³n de la izquierda, la degradaciĆ³n de la educaciĆ³n pĆŗblica, la correcciĆ³n polĆ­tica.

2. Creo que esas leyes ā€œmodernasā€, sin restarles importancia, fueron una baza fĆ”cil para una progresĆ­a de izquierda incapaz de no aplicar polĆ­ticas econĆ³micas de derechas. Creo por otra parte que el espĆ­ritu espaƱol aĆŗn estĆ” impregnado de catolicismo, es decir, de miedo, y que somos fundamentalmente un paĆ­s reaccionario, excepto, quizĆ”s, en lo sexual.

3. Las redes sociales parecĆ­an una herramienta maravillosa para la comunicaciĆ³n. Sin embargo, su buen uso se ha convertido en algo excepcional, raro, casi milagroso. Me quito el sombrero ante quien hace un buen uso de las redes. Llamo buen uso a aportar valor a los demĆ”s, sea del tipo que sea. La mayor parte del tiempo las redes son, en el mejor de los casos, un patio de vecinas ingeniosas, y en el peor, una plaza pĆŗblica donde el debate ha sido sustituido por el linchamiento. Nos han devuelto una imagen monstruosa de nosotros. Por otra parte, no estĆ” nada mal tener un espejo tan poderoso: Ā”a ver si se nos bajan los humos de una vez! En las redes, incluso el ser mĆ”s inteligente parece a menudo imbĆ©cil, Ā”o un trol! Todos los dĆ­as veo a gente dar lo mejor de sĆ­ con sus familias, sus amigos, sus trabajos, sus libros… Sin embargo, de momento no he visto a nadie cuya mejor cualidad pueda articularse en una red social, pues hemos convertido las redes en un instrumento del ego. Y el ego, es decir, la lucha por el reconocimiento, no es precisamente meritoria. Es una baja pasiĆ³n, una debilidad. Pensar la realidad desde ahĆ­ solo lleva a atacar al otro. A hacer tribu y relamerse en la identidad propia. Esto es tan antiguo como el mundo. Lo que sucede es que con las redes te puedes pasar el dĆ­a entero ahĆ­. Todo el santo dĆ­a en busca de la palmadita y la reafirmaciĆ³n de los tuyos. El ego es un tirano.

4. La interiorizaciĆ³n de la precariedad resultante de la crisis econĆ³mica, porque hemos naturalizado esa precariedad, y eso desactiva cualquier lucha.

5. Hay un tapĆ³n generacional que a mi juicio se debe a la interiorizaciĆ³n de la precariedad de la que he hablado antes. Es decir, que creo que no hacemos gran cosa por hacer efectivo el relevo debido al descreimiento que tenemos de que el relevo pueda ser factible. Pero quizĆ”s me equivoco.

6. LleguƩ cuando el sector literario estaba tocado por la crisis, una crisis que en mi campo es difƭcil de sortear, pues lo fundamental no es que la gente no compre libros, ni la piraterƭa. Esos son dos problemas graves, pero lo terrible es que cada vez se leen menos libros. Se lee mƔs, pero en internet. Los libros se han vuelto invisibles.

7. Voy a mencionar solo los libros y las pelƭculas que han sido mƔs importantes para mƭ. SƩ que omito otros que quizƔs sean mƔs relevantes.

Libros: Soldados de Salamina, de Javier Cercas; Lo real, de BelƩn Gopegui; Hilos de sangre, de Gonzalo TornƩ; Tiempo de vida, de Marcos Giralt Torrente; Dietario voluble, de Enrique Vila-Matas.

PelĆ­culas: La mala educaciĆ³n, de Pedro AlmodĆ³var; La piel que habito, de Pedro AlmodĆ³var; El futuro, de Luis LĆ³pez Carrasco; La herida, de Fernando Franco; Arraianos, de Eloy Enciso.

CĆ©sar Rendueles

1. La crisis econĆ³mica de 2008 y el 15m. La gran recesiĆ³n espaƱola es la forma en que nuestro paĆ­s participa de una crisis de acumulaciĆ³n capitalista global. El 15m fue el primer sĆ­ntoma de la respuesta polĆ­tica, extremadamente peculiar, que estĆ” dando EspaƱa a la crisis. Todo lo que ha venido despuĆ©s, desde la huelga feminista hasta la Ley Mordaza pasando por el ascenso de Podemos y Ciudadanos o el soberanismo catalĆ”n, son incomprensibles sin estos dos acontecimientos.

2. Nos encanta pensar que EspaƱa es un paĆ­s peculiar en tĆ©rminos culturales, que el mundo entero admira y envidia nuestra idiosincrasia. En realidad, vivimos en un paĆ­s del montĆ³n, ni mucho mejor ni peor que otros. En cambio, creo que en EspaƱa y otros paĆ­ses del sur de Europa, por una serie de azares, ha surgido una gran potencia polĆ­tica que aĆŗn no acabamos de creernos y que no hemos sabido aprovechar institucionalmente. Somos uno de los pocos paĆ­ses del mundo en los que la respuesta a la crisis econĆ³mica y a la descomposiciĆ³n de los partidos polĆ­ticos tradicionales ha consistido en una reivindicaciĆ³n de una profundizaciĆ³n de la democracia, de los derechos sociales y la igualdad de gĆ©nero. Uno puede poner todos los reparos que quiera al 15m, Podemos, las mareas, el movimiento viviendero, el movimiento feminista o las confluencias municipalistas, pero nadie con un mĆ­nimo de dignidad dejarĆ” de reconocer que es una alternativa infinitamente preferible a Trump, el Frente Nacional o el Brexit, pero tambiĆ©n a la nostalgia cĆ­nica de la partitocracia corrupta.

3. Creo que han acelerado un cambio que, en realidad, se remonta a la generalizaciĆ³n de la televisiĆ³n. En tĆ©rminos antropolĆ³gicos, la televisiĆ³n supuso un cambio mucho mĆ”s profundo respecto a la tecnologĆ­a inmediatamente anterior ā€“la radio y el cineā€“ que las redes sociales respecto a la televisiĆ³n, el fax y el telĆ©fono. En muy pocos aƱos, la televisiĆ³n acostumbrĆ³ a millones de personas a permanecer simultĆ”neamente en posiciones de pasividad durante horas. Un tipo de actividad que antes estaba reservado para los religiosos y los eruditos. Las redes sociales han ampliado esa lĆ³gica y la han llevado a nuevos espacios sociales.

4. Son dos. Uno heredado del pasado y otro que tiene que ver con el futuro. El primero es la deuda externa. Una deuda de un billĆ³n de euros es simplemente impagable y el modo en que afrontemos esa quiebra tĆ©cnica serĆ” una de las claves que definirĆ”n nuestro futuro inmediato. El segundo es nuestra incapacidad polĆ­tica para tomar medidas que nos permitan minimizar el impacto del colapso socioambiental que se producirĆ” en las prĆ³ximas dĆ©cadas y afrontar sus efectos de un modo igualitario.

5. Creo que la brecha generacional ha empezado a tener una importancia muy grande con la crisis econĆ³mica. Sencillamente porque, en tĆ©rminos generales, la crisis ha afectado de forma muy distinta a personas que estaban en diferentes momentos de su trayectoria vital y laboral. En la actualidad, veo una gran incomprensiĆ³n por parte de la gente mayor de cincuenta aƱos hacia la situaciĆ³n de los que vienen detrĆ”s. No es tanto insolidaridad como ceguera, es algo que ni siquiera ven. Cuando les explico a profesores mayores la situaciĆ³n vital de gente de cuarenta aƱos que, a pesar de tener trabajos muy cualificados, se ven obligados a vivir en pisos compartidos o tienen grandes dificultades para afrontar un pago imprevisto, como la factura de un dentista, tengo la sensaciĆ³n de que me miran como si les hablara de Marte. Y esa ruptura generacional se expresa tambiĆ©n en tĆ©rminos polĆ­ticos y culturales, claro.

6. En estos aƱos he trabajado en tres sectores diferentes: el editorial, el de la gestiĆ³n cultural y el de la docencia universitaria. Hay distintos matices que hacer pero hay un cambio crucial que comparten los tres y es la precarizaciĆ³n laboral extrema. En los tres sectores trabaja mucha gente que tĆ©cnicamente vive por debajo del umbral de la pobreza.

7. Libros: El eclipse de la fraternidad, de Toni Domenech; Leer con niƱos, de Santiago Alba Rico; El vano ayer, de Isaac Rosa; Estampas rusas, de MoisĆ©s Mori; Un mundo comĆŗn, de Marina GarcĆ©s.

PelĆ­culas: En construcciĆ³n, de JosĆ© Luis GuerĆ­n; El cielo gira, de Mercedes Ɓlvarez; La caja 507, de Enrique Urbizu; La plaga, de Neus BallĆŗs; Bertsolari, de Asier Altuna.

Sara de la Rica

1. El siglo XXI se inaugurĆ³ con un desgraciado acontecimiento que cambiĆ³ completamente la situaciĆ³n mundial, y tambiĆ©n la espaƱola, que fue el atentado de las torres gemelas en 2001. En 2004, en Madrid, el atentado yihadista obligĆ³ a los espaƱoles a reconocer que esta guerra tambiĆ©n nos afectaba de un modo totalmente directo. El tercer acontecimiento mundial que considero fundamental en este siglo XXI es la guerra de Siria, que comenzĆ³ en 2011 y que nadie sabe cĆ³mo va a terminar. Entre los acontecimientos mĆ”s propiamente ā€œespaƱolesā€, destacarĆ­a los importantes avances sociales que se produjeron durante el primer gobierno de Zapatero, posiblemente con la aprobaciĆ³n del matrimonio homosexual (2005) a la cabeza. Y la crisis econĆ³mica de 2008, que ha provocado unas desigualdades que van a lastrar nuestro porvenir.

2. El primer gobierno de Zapatero nos puso a la cabeza en algunos aspectos sociales, y fue algo muy positivo. Sin embargo, en EspaƱa todavƭa existen fuerzas muy influyentes, donde la Iglesia tiene mucho que decir, que tratan de derribar este tipo de avances. Es posible que vayan perdiendo vigor. La juventud estƔ en general a favor de estos avances sociales, pero todavƭa no se puede desdeƱar el poder de influencia de ciertos sectores muy conservadores y reaccionarios, apoyados por la Iglesia.

3. Suponen un nuevo modelo de contacto entre las personas. Por una parte, es muy positivo que todo ciudadano tenga la posibilidad de expresarse de un modo abierto y con facilidad. Sin embargo, al sintetizar tanto la comunicaciĆ³n se tiende a simplificar. El mundo es complejo y el hecho de que la comunicaciĆ³n se sintetice tanto no ayuda a comprenderlo mejor, sino todo lo contrario. Por eso hay que insistir en que la comunicaciĆ³n en las redes no limite, sino que, al contrario, apueste por aportar mĆ”s y mĆ”s informaciĆ³n que posibilite los anĆ”lisis profundos, que estĆ”n ahĆ­ y que gracias a las redes sociales pueden estar disponibles para todo el mundo. Por otra parte, es fundamental regular las fake news: como hemos visto, son capaces de derribar gobiernos, y de causar enormes desastres mundiales si no las contenemos.

4. Desde el punto de vista econĆ³mico-social, y para avanzar hacia una sociedad moderna, EspaƱa se enfrenta a tres retos. En primer lugar, tratar de paliar las desigualdades sociales existentes. La crisis ha producido enormes desigualdades sociales, y la revoluciĆ³n tecnolĆ³gica agrandarĆ” las brechas si no se toman medidas para atajarlas. El segundo reto tiene que ver con la evoluciĆ³n demogrĆ”fica: nos encaminamos a una sociedad profundamente envejecida, que provoca un enorme problema de sostenibilidad de la sociedad del bienestar, en particular de las pensiones futuras. Y el tercer reto tiene que ver con la clase polĆ­tica espaƱola. Nuestra sociedad necesita una clase polĆ­tica mĆ”s preparada, mĆ”s transparente, mĆ”s comprometida con el servicio pĆŗblico y con una mayor altura de miras en lo social.

5. Es una cuestiĆ³n muy importante. El contrato generacional se ha roto, pues los jĆ³venes, que son quienes entran a formar parte de los contribuyentes natos de la educaciĆ³n y de las pensiones, tienen una situaciĆ³n laboral actual penosa y sus perspectivas son ciertamente malas. Esta falta de perspectivas es lo que mĆ”s me preocupa para que el contrato generacional se mantenga. Si las malas perspectivas se mantienen por las malas condiciones laborales, nos arriesgamos a que nuestros mejores jĆ³venes emigren hacia paĆ­ses donde se reconozca mejor su labor. Es urgente que las empresas se conciencien de que los entrantes en el mercado laboral deben visibilizar trayectorias laborales mĆ”s prometedoras que las actuales.

6. El sector acadĆ©mico ha sufrido numerosos recortes. No se han realizado reemplazos, ni se ha permitido la promociĆ³n hacia mejores puestos, y se han cortado numerosas iniciativas que nos habĆ­an permitido atraer a centros de investigaciĆ³n espaƱoles personas extranjeras de talento. Por otra parte, la fiscalizaciĆ³n de los gastos en investigaciĆ³n se ha vuelto insoportablemente rĆ­gida, y hace muy difĆ­cil hacer frente a gastos que hace una dĆ©cada realizĆ”bamos de modo normalizado.

7. Libros (tres espaƱoles y dos no espaƱoles): Patria, de Fernando Aramburu; El haiku de las palabras perdidas, de AndrƩs Pascual; La hora de despertarnos juntos, de Kirmen Uribe; El amante japonƩs, de Isabel Allende; El mundo de ayer, de Stefan Zweig.

PelĆ­culas: La isla mĆ­nima, de Alberto RodrĆ­guez; Ocho apellidos vascos, de Emilio MartĆ­nez LĆ”zaro; Te doy mis ojos, de IcĆ­ar BollaĆ­n; Los lunes al sol, de Fernando LeĆ³n; Volver, de Pedro AlmodĆ³var. ~

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(MĆ”laga, 1974) es catedrĆ”tico de ciencia polĆ­tica en la Universidad de MĆ”laga. Su libro mĆ”s reciente es 'FicciĆ³n fatal. Ensayo sobre VĆ©rtigo' (Taurus, 2024).


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