Esta no es la reseรฑa de un buen disco de Rhythm and Blues Hipster, o Hipster R&B. No lo es, por una sencilla razรณn: este reseรฑista carga en su mochila mucha, tal vez demasiada correcciรณn polรญtica –acumulada en 50 aรฑos de vida- y no quiere darle validez a lo que, a su juicio, ya se convirtiรณ en un buleador y estigmatizante adjetivo y sustantivo: hipster.
La prensa especializada incluye a How To Dress Well —el nombre con el que el estadounidense Tom Krell ofrece al mundo su mรบsica— en una corriente a la que se le han querido adherir diversas etiquetas: PBR R&B (por Pabst Blue Ribbon, la marca de cerveza que, supuestamente, beben las hordas hipsters —perdรณn— allende la frontera norte), Alternative R&B, R-Neg-B, y el ya mencionado Hipster R&B. Jรญpster-arr-an-bรญ. No suena mal, pero nomรกs no nos gusta. En esta corriente, por cierto, los crรญticos tambiรฉn incluyen a Frank Ocean y a The Weeknd (asรญ, sin e).
“What is this heart?” (“¿Quรฉ es este corazรณn?”), entrecomillado el tรญtulo, es la tercera entrega discogrรกfica de How To Dress Well (a partir de ahora, HTDW). Es la notable grabaciรณn de un proyecto personal que merece atenciรณn y que hoy en dรญa parece mercadotรฉcnicamente orientado sobre todo a una audiencia menor a los 35 aรฑos de edad que atiende la cobertura de sitios especializados como Pitchfork y Stereogum. Ojalรก no sea asรญ, porque es una propuesta —con tanta tradiciรณn como innovaciรณn— que amerita ser escuchada por pรบblicos variopintos de diversas edades.
“What is this heart?” (Weird World Record Co./Domino Recording Co. LTD, 2014) es, pues, un producto notable, y por muchas razones. Tiene un fondo y una forma que invitan a la dedicada atenciรณn. Tom Krell divide su tiempo entre sus estudios de doctorado en filosofรญa en la Universidad DePaul en Chicago y la composiciรณn de mรบsica eclรฉctica. Eclรฉctica porque las piezas de HTDW hacen pensar, por instantes, tanto en Steve Reich, Philip Glass o Brian Eno, como en Sam Cooke, Smokey Robinson, Michael y Janet Jackson, Bjรถrk y Portishead. Sรญ, la mรบsica de HTDW tiene mucho de minimalismo, de ambient, de trip-hop, de drum’n’bass, de R&B y hasta de folk.
“What is this heart?” abre con “2 years on”, una pieza desnuda, elemental, minimalista, que con su pausado goteo de piano remite a Morton Feldman. Me resisto a llamarla confesional, porque su letra es un tanto crรญptica. Krell declarรณ en una entrevista que brotรณ de una pesadilla de contexto familiar. Se trata, en todo caso, de una canciรณn que, por su gravedad y dramatismo, no desentonarรญa en el repertorio de Antony & The Johnsons.
Dos elementos singularizan las creaciones de HTDW y Tom Krell; por una parte, la aguda voz en falsete de Krell; por otra, su audible adicciรณn al sentimiento y la cadencia negras; bueno, afroamericanas. Tom Krell continรบa la tradiciรณn del negro blanco, o blanco negro; vamos, del artista blanco que en su modo de expresiรณn emula, casi de manera inconsciente e instintiva, formas claras de la negritud.
A nadie debe sorprender que Krell confiese en entrevistas haber crecido escuchando a su madre cantar canciones de Smokey Robinson y de los hermanos Michael y Janet Jackson; ni que su primera incursiรณn en la escena musical haya sido como front man de una banda emo. Lo interesante es preguntarse cรณmo logrรณ meter en la licuadora esas influencias, sentimientos y actitudes y salir de la aventura con un buen smoothie.
Denota en esta tercera entrega un poco mรกs de luz, alegrรญa y optimismo que en sus dos grabaciones precedentes, Love Remains (2010) y Total Loss (2012). Siguen campeando los temas del amor y el desamor, del deseo, de las relaciones todas, familiares, de pareja y otras. Tienen mรฉrito las canciones de Krell, pues ninguna rebasa los siete minutos y, sin estar sobreproducidas, gozan de suficiente filigrana sonora, de esa que se aprecia muy bien con un par de audรญfonos.
Krell prepara su disertaciรณn doctoral sobre el nihilismo, cita a Hegel y a Kant en sus entrevistas, afirma haber leรญdo todos los cuentos que ha publicado la premio Nobel Alice Munro, y a pesar de que las letras de sus canciones transpiran intensidad, experiencia, vida, y no pocas lecturas, no son apretados compendios de ideas, ni sermones, ni peroratas, ni choros mareadores.
“Precious love” y “Very best friend” podrรญan ser los mรกs recientes hits de Michael Jackson si el mรฉdico del seรฑor-niรฑo de Neverland no le hubiera recetado mรกs propofol del necesario. Pero guardemos la mala leche y mejor insistamos en que la mรบsica de HTDW y Tom Krell merece ser escuchada porque logra una afortunada sรญntesis entre el pop directo, eficaz, tarareable, y la experimentaciรณn sonora que no deviene en ruiditos sin ton ni son.
Con dos hermanos mayores, gemelos, con Sรญndrome de Asperger; con una madre depresiva; con la muerte reciente de su mejor amigo, de 27 aรฑos de edad, durante el sueรฑo; podrรญa pensarse que la cosmovisiรณn de HTDW y Krell es inevitablemente oscura, azotada, sin salidas. Pero no, nada de eso, su mรบsica es de sorprendentes claroscuros. Muestra luz de luna y sol, instantes de elegรญa y oda; introspecciรณn, alegrรญa y pesadumbre. Quizรก un corte que ilustre inmejorablemente lo que Krell es capaz de hacer sea “Face again”, que recuerda al trip-hop de Massive Attack, Portishead y Tricky, pero sin guitarras elรฉctricas ni rugosidades. “Yo ni siquiera sรฉ lo que es mejor para mรญ”, frasea Krell una y otra vez a lo largo de la canciรณn. Tal vez no tenga por quรฉ complicarse la vida. ¿Algunas propuestas desde este modesto foro? Que acabe el doctorado y no opte por la docencia; que siga componiendo, grabando, cantando y publicando mรบsica; que no sucumba a la fama, ni a la popularidad, ni se deje deglutir por el mainstream. Y algo mรกs, quizรก lo mรกs antojable: que le cierre la boca a los que creen que lo suyo no es mรกs que jรญpster-arr-an-bรญ a punto de pasar de moda.
Ernesto Flores Vega (Huichapan, Hgo., 1964) es un melรณmano eclรฉctico. Ha ejercido el periodismo y la comunicaciรณn corporativa.
