La semana pasada, Washington Square Park, histรณrica sede de disenso polรญtico y manifestaciones culturales en el corazรณn del Village en Nueva York, fue el punto de reuniรณn para uno de los mรญtines mรกs numerosos de la campaรฑa de Bernie Sanders por la nominaciรณn Demรณcrata. Los cerca de 30 mil asistentes reunidos en apoyo al senador por Vermont tuvieron que esperar mรกs de dos horas para tener acceso al parque. Aunque la demografรญa era variada, los jรณvenes constituรญan la abrumadora mayorรญa entre los simpatizantes de Sanders, quien le ha dado dolores de cabeza a Hillary Clinton con su facilidad para atraer a este grupo.
Enmarcado por el arco que delimita la quinta avenida en su extremo sur y, detrรกs, el Empire State Building, Bernie Sanders comenzรณ su discurso pasadas las 8:30pm. Con su pelo desaliรฑado, ya un icono del merchandising electoral, Sanders recordรณ las luchas sociales en esta capital cultural, particularmente los movimientos LGBT que comenzaron hace 47 aรฑos a unas cuadras de este parque en el Stonewall Inn del West Village; a los sindicatos––que el dรญa anterior hicieron historia poniendo en aprietos al gigante de las telecomunicaciones Verizon reuniendo a cerca de 40 mil trabajadores en huelga––, y los estudiantes. Sanders insistiรณ en la necesidad de una educaciรณn gratuita que contribuya a aliviar las pesadรญsimas deudas que hoy se ven obligados a acarrear por aรฑos los jรณvenes de este paรญs con tal de obtener una educaciรณn superior. Entre aplausos entusiastas, Sanders se despidiรณ conmovido ante una multitud superior a la que Obama consiguiera reunir durante su campaรฑa en el 2008.
La escena se repitiรณ el domingo, esta vez en Brooklyn, donde naciรณ el senador. Segรบn cifras de su equipo, 28 mil Berniacs se reunieron en Prospect Park para el que serรญa el tercer gran rally de Sanders en Nueva York. Ahรญ, Sanders se refiriรณ de nuevo al hecho, ya histรณrico, de que su campaรฑa ha sido financiada por mรกs de 7 millones de contribuciones directas–de 27 dรณlares en promedio– e hizo alusiรณn a los discursos que Clinton ha dado para importantes bancos e instituciones financieras y cuyos contenidos se ha negado a publicar, e insistiรณ en que a diferencia de Clinton รฉl no representa los intereses de las grandes corporaciones.
La plataforma de Sanders se sostiene en el pilar del dinero en la polรญtica, en lo que lo que รฉl afirma es un sistema electoral corrupto ya que se ve comprometido por los intereses de las grandes corporaciones y los billonarios que financian las campaรฑas a travรฉs de los llamados super PACs, permitiendo donaciones privadas ilimitadas para ese fin. No es un seรฑalamiento menor, y Sanders ha logrado poner el dedo en la llaga de una situaciรณn que tiene repercusiones en todos los niveles de la agenda polรญtica, desde cambio climรกtico hasta derechos civiles, reformas de salud, educativa, fiscal y migratoria. En el รบltimo debate que sostuvo con Clinton el jueves pasado, Sanders cerrรณ afirmando que su campaรฑa se trata de entender que el cambio real nunca se genera de arriba hacia abajo, si no al revรฉs, de entender que:
“cuando unimos fuerzas, blancos, negros, latinos, asiรกticos–americanos, americanos nativos, cuando no permitimos que los Donald Trumps del mundo nos dividan, no hay nada que no podamos cumplir”.
En los รบltimos dรญas Sanders ha seguido sumando fuerzas y, aunque muchos medios aseguran que las encuestas le otorgan una contundente victoria a Hillary Clinton, Sanders persiste. Si el entusiasmo repercute en el resto del estado y Nueva York siente el Bern este martes, el candidato improbable podrรญa ganar suficientes delegados para mantener viva su campaรฑa rumbo a la convenciรณn Demรณcrata este 25 de julio.
Es directora de comunicaciรณn de la Colecciรณn Patricia Phelps de Cisneros en Nueva York. Vive en Brooklyn.