A poco de mudarme a Nueva York, me enterรฉ de una extraรฑa coincidencia: Mark Strand ofrecerรญa una lectura en la famosa librerรญa homรณnima. Terminado el evento, me acerquรฉ con timidez a รฉl para pedirle una entrevista. Viรฉndose obligado, o tal vez conmovido por mi inglรฉs, que habรญa retrocedido por los nervios a un balbuceo primitivo, Strand me dio su e-mail. Luego de un intercambio epistolar algo enigmรกtico, en el que confirmaba la entrevista, pero no fijaba la fecha, conseguรญ acordar un encuentro, que serรญa en un parque infantil, en Chelsea, el viernes anterior a la cรณlera de Sandy: un clima de catรกstrofe inminente, pero lejana aรบn, en consonancia con el mundo poรฉtico de Strand.
La charla, que durรณ una hora y media, tuvo lugar en un pequeรฑo playground: cuando llegamos, no habรญa nadie allรญ, pero pronto empezaron a llegar los niรฑos, que corrรญan y chillaban a nuestro alrededor; y para proteger la voz de Strand, serena y reflexiva, nos tenรญamos que trasladar de un banco a otro. Esta entrevista repasa su carrera, desde su iniciaciรณn como pintor y sus comienzos en la poesรญa, hasta su libro mรกs reciente, Casi invisible, que anuncia su retiro.
…
¿Cรณmo empezรณ a leer poesรญa? ¿Fue un descubrimiento o un gusto adquirido?
Fue un gusto adquirido. No era lector de niรฑo; de hecho, me gustaban los juegos y despuรฉs me dediquรฉ a los deportes. Fantaseaba con ser un gran jugador de bรกsquet o de beisbol, y practicaba todo tipo de deportes. La escuela no me interesaba, y no era un alumno competitivo. Empecรฉ a leer tarde, cuando mis padres se mudaron a Amรฉrica Latina y yo pasรฉ con ellos algunas temporadas. Empecรฉ lento, pero a los diecisรฉis o diecisiete ya leรญa mucho: a Hemingway, a Faulkner, a Thomas Wolfe. Ficciรณn. No leรญa poesรญa. Reciรฉn empecรฉ a leer poesรญa en la universidad.
¿Fue una revelaciรณn, o le fue tomando el gusto?
Le fui tomando el gusto. En realidad, yo querรญa ser pintor. Pero cuando finalmente anunciรฉ que querรญa ser poeta, mรกs o menos a los veinticuatro aรฑos, mis padres se sorprendieron mucho, y creo que se desilusionaron. Me parece que la pesadilla de todo padre es tener un hijo que decida ser poeta a los veinticuatro aรฑos. Cuando empecรฉ a leer, una de las cosas mรกs importantes que me pasaron fue descubrir, en Mรฉxico, a los diecinueve aรฑos, Veinte poemas de amor y una canciรณn desesperada, de Neruda.
¿Entonces dirรญa que el primer libro de poemas que le llamรณ la atenciรณn fue Veinte poemas de amor y una canciรณn desesperada?
Sรญ, sรญ. En el รบltimo aรฑo de la secundaria, habรญa leรญdo algunos poemas de Paul รluard, Louis Aragon, y “Trece maneras de mirar un mirlo”, el famoso poema de Wallace Stevens. Eso me habรญa llamado la atenciรณn. La poesรญa me interesaba, pero no era un interรฉs pronunciado. Empecรฉ a escribir poesรญa cuando fui a estudiar pintura con Josef Albers [en Yale]. Tenรญa veintidรณs. Empecรฉ a escribir algunos poemas, pero no eran buenos. Algunos profesores empezaron a verme como alguien que, ademรกs de pintar, era capaz de escribir.
¿Los profesores lo respetaban como pintor?
Sรญ. Pero yo no me respetaba a mรญ mismo. Buscaba una salida, y la poesรญa parecรญa ofrecรฉrmela, aunque mis poemas eran pรฉsimos. Aun asรญ, publiquรฉ algunos poemas en la Yale Literary Magazine y en 1958 publiquรฉ uno en The Yale Review. Asรญ que seguรญ escribiendo y obtuve una beca Fulbright para irme a Italia, supuestamente para estudiar poesรญa italiana del siglo xix. Al final, en vez de eso, me dediquรฉ a escribir poesรญa.
Reciรฉn mencionaba la importancia de Neruda. ¿Cรณmo llegรณ a su vida?
En el estudio de mis padres, en Mรฉxico. Ya no leo a Neruda. Reseรฑรฉ un libro de Neruda para The New Yorker hace unos aรฑos. Creo que era un genio, en tรฉrminos poรฉticos, pero intelectualmente era bastante normal.
¿Dirรญa que el aspecto intelectual de la poesรญa es muy importante para usted?
No. Algunos poemas de Neruda me conmueven, pero sus ideas me parecen muy limitadas. Me parece que tiene una serie de procedimientos que repite una y otra vez, al menos en las Odas elementales. Es el gran igualador, el gran demรณcrata de la poesรญa: rebaja lo elevado y eleva lo bajo. Eso es parte de su encanto.
Un poeta cuya obra me conmueve, que creo que es uno de los hombres de letras mรกs inteligentes del siglo xx, fue Octavio Paz. Sus escritos sobre poesรญa, sus escritos sobre cultura indรญgena, sus escritos polรญticos, son todos absolutamente brillantes. Y fue uno de los mรกs grandes prosistas.
Libros como Los hijos del limo, El arco y la lira, son fantรกsticos. Pero el libro sobre Mรฉxico y el carรกcter mexicano, El laberinto de la soledad, es sencillamente el mejor libro jamรกs escrito sobre el carรกcter nacional. Es mejor que Walter Benjamin, es mejor que cualquiera.
¿Quiรฉnes fueron sus poetas formativos?
Elizabeth Bishop y Robert Lowell, W. H. Auden, Louis MacNeice, Dylan Thomas, cuando tenรญa veintitantos aรฑos. Esas fueron mis primeras influencias. Y luego, poco despuรฉs, cuando empecรฉ a escribir poesรญa, comencรฉ a leer y a traducir a Alberti, como ejercicio para mejorar mi propia poesรญa.
¿Y quiรฉnes son los escritores a los que siempre vuelve, los poetas que relee?
Walt Whitman. Ahora estoy enseรฑando a Emily Dickinson. Ya no leo mucha poesรญa, pero trato de releer a Homero, de releer La Eneida de Virgilio, y me veo obligado a leer la obra de muchos poetas contemporรกneos.
¿Asรญ que sigue leyendo a los jรณvenes?
Lo intento, pero tambiรฉn leo muchas novelas, leo ensayos, leo The New York Review of Books. Leรญ un libro que es uno de los mรกs increรญbles que haya leรญdo en muchos aรฑos, la autora es una poeta, se llama Sarah Arvio. Estuvo en Mรฉxico, es traductora de la onu, habla perfectamente el espaรฑol, hizo una excelente traducciรณn del Romancero gitano, y escribiรณ un libro que se llama Night thoughts, que mezcla poemas y prosa, y que es uno de los mรกs originales que leรญ en mi vida. Pero tiene cincuenta y tantos aรฑos.
Joanna Klink, una poeta joven, me parece muy buena, y acabo de leer un libro de D. A. Powell. No lo conozco, pero sus poemas me parecieron estupendos.
Entonces no serรญa exacto decir que ya no lee poesรญa.
No, porque al menos leo un poco. No quiero rechazar la poesรญa, no quiero expulsarla de mi vida solo porque dejรฉ de escribirla.
Cuando leo sus poemas, me da la sensaciรณn de que Wallace Stevens fue una presencia fundamental.
Primero fue T. S. Eliot y despuรฉs lo sustituyรณ Wallace Stevens. Wallace Stevens es mi principal influencia, y entre los prosistas, Kafka: creo que soy un hijo literario de Kafka y Wallace Stevens.
¿Por quรฉ le resultaba tan atractivo el estilo de Stevens?
Por sus descripciones tan hermosas. Despuรฉs de todo, yo habรญa empezado como pintor, y sus poemas me interpelaban desde el interรฉs por lo visual. Ademรกs, a medida que fui envejeciendo, los poemas que escribiรณ hacia el final de su vida son hermosas evocaciones de la vejez, asรญ que tocan una fibra sensible. Ademรกs, es un poeta del clima…
“Clima” es una palabra que se repite mucho en su poesรญa…
Sรญ. Eso viene de Stevens. รl crea el clima y yo…
¿Y usted lo pronostica?
Lo pronostico y vivo en รฉl.
¿Cuรกles son –o cuรกles eran, dado que ya no escribe mรกs poesรญa– sus hรกbitos de escritura?
Cuando era joven, escribรญa todos los dรญas. Me levantaba en la maรฑana y me ponรญa a escribir.
¿Y eso le funciona? ¿Puede escribir poesรญa todos los dรญas como si fuera un trabajo?
No, pero me obligaba a sentarme en mi escritorio, y a veces escribรญa cartas, pero con mucha frecuencia trabajaba en un poema, o empezaba un poema nuevo, siempre tenรญa algรบn poema en el que trabajar, pero despuรฉs se empezรณ a volver cada vez mรกs difรญcil sentarme en mi escritorio si no estaba escribiendo nada, o si no me salรญa nada, asรญ que empecรฉ a escribir cada vez que tenรญa tiempo o ganas, y estos periodos empezaron a espaciarse cada vez mรกs, y a veces hubo periodos de silencio de dos o tres aรฑos. Primero era una semana o dos, despuรฉs un aรฑo o dos, pero cuando escribรญa terminaba un libro bastante rรกpido. Bueno, a veces no tan rรกpido, pero ya no tengo paciencia. De cualquier manera, ya nadie lee poesรญa. Los poetas sรญ, pero el lector comรบn ha sido abandonado por la poesรญa.
¿Y no es al revรฉs? ¿La poesรญa ha abandonado al lector comรบn?
Eso creo. Y el lector comรบn sencillamente ha perdido interรฉs. La poesรญa se ha convertido en el terreno de los departamentos de inglรฉs de las universidades estadounidenses, se ha convertido en algo de lo que les resulta interesante hablar a los acadรฉmicos, especialmente si es difรญcil.
Pero usted acaba de decir que Stevens fue una de sus influencias fundamentales y, sin embargo, es un poeta retรณrico y difรญcil…
Sรญ, pero se lo puede desentraรฑar. Cuando uno lo lee, hay algo que resulta atractivo enseguida. Tiene una belleza inmediata que es muy seductora, mientras que muchos poemas que leo รบltimamente no tienen nada que valga la pena. Son sordos y fragmentarios. La gente que escribe en la computadora se olvida de escuchar el poema, creo que establecen un contrato visual con la computadora. En primer lugar, los poemas llegan tan rรกpido a imprenta que parecen mucho mรกs terminados de lo que realmente estรกn, mientras que cuando se escribe a mano hay un ritmo que se traslada al poema.
¿Tiene alguna supersticiรณn o ritual?
Escribo en una hoja de papel, con un bolรญgrafo. Por lo general no escribo con lรกpiz porque no es lo suficientemente oscuro para verlo, asรญ que uso un bolรญgrafo azul o negro, y papel amarillo o a veces blanco. Eso es todo.
¿Corrige sus poemas?
Reescribo. Los fragmentos en prosa, no tanto. Pero cuando escribรญa poemas, tenรญa muchรญsimos borradores, a veces cinco, a veces veinte, a veces treinta, a veces cuarenta. Escribo a mano, varias versiones, y despuรฉs los paso a la computadora para ver cรณmo se ven. Trato de postergar el momento de pasarlos lo mรกs que puedo. Mรกs que leer mis poemas me interesa escucharlos, y cuando estรกn escritos a mano me parece que los estoy escuchando. Asรญ que finalmente los paso en limpio, y empiezo a escribir a mano en los mรกrgenes, y despuรฉs los vuelvo a pasar para ver lo que hice. Por supuesto, trabajar en la computadora es mucho mรกs rรกpido. Todavรญa tengo mรกquinas de escribir, pero ya no las uso. Me acostumbrรฉ a la computadora, pero me resistรญ durante mucho tiempo.
Las mรกquinas de escribir tienen una dimensiรณn mรกs rรญtmica…
Sรญ, es mucho mรกs fรญsico, el golpeteo de las teclas, clic, clic, es mรกs lento. Las computadoras son demasiado rรกpidas. Yo pienso lentamente, y la escritura a mano parece amoldarse al ritmo de mi pensamiento.
Ya que hablamos de ritmo, leรญ en alguna parte que las primeras versiones de los poemas de La vida continua estaban en verso blanco, y algunos de ellos rimados.
En verso blanco, sรญ. A veces rimado, pero por lo general en pentรกmetros yรกmbicos.
¿Cรณmo aprendiรณ la tรฉcnica? ¿Le parece importante?
No me enseรฑรณ nadie. Creo que si uno quiere ser poeta, tiene que aprender a escribir en metro. Es una de las cosas que distinguen la poesรญa de la prosa, el hecho de tener al menos una cadencia. Y si uno quiere una cadencia mรกs regular, puede adoptar el metro. Cuando uno es joven y lee a otros poetas, todo el tiempo trata de ver por quรฉ hicieron tal cosa o tal otra, y por quรฉ el poema suena como suena. Yo estudiaba los poemas de mis poetas preferidos, examinaba verso por verso, analizaba el metro y esas cosas. Todo eso es parte del oficio de la poesรญa, que los poetas aprenden solos, de leer a otros poetas.
¿Cรณmo deberรญa formarse un poeta?
Leyendo los clรกsicos.
Tambiรฉn ha dicho que el verdadero alimento para un poeta son otros poemas.
Sรญ, creo que es asรญ. Creo que uno no se hace poeta sin saber lo que es un poema, o sin haber tenido algรบn contacto con la poesรญa. A uno lo inspiran otros poemas y luego escribe. Cuando hablรฉ de mis comienzos como poeta, mencionรฉ mi fascinaciรณn por Veinte poemas de amor y una canciรณn desesperada, y ese libro en cierta medida me hizo querer escribir mis propios poemas de amor y mi canciรณn desesperada. Creo que si algo te conmueve, quieres reproducir eso que te conmoviรณ, pero en tus propios tรฉrminos, para ver si puedes generar algo parecido a lo que hizo el poeta que te precediรณ.
¿Serรญa entonces una especie de traducciรณn, traducir del vocabulario poรฉtico de otro poeta al propio?
Creo que uno ingiere otro poema, que toca cierta fibra en uno, despierta algo en uno, y uno siente la necesidad de capturar aquello que se ha despertado y ponerlo por escrito.
Al leer sus poemas, tengo la sensaciรณn de que crea un mundo alternativo. ¿De dรณnde surge eso?
Es un mundo verbal que he creado a partir de mi mundo, a partir de mi experiencia. Pero las palabras crean ideas, crean sentimientos, y he creado un mundo en el que ciertas ideas, ciertos estados de รกnimo, se han vuelto caracterรญsticos, y cuando alguien lee mis poemas, se siente transportado –o eso espero– al mundo de Strand, por las palabras que uso y lo que ellas sugieren.
¿Cuรกles son sus palabras preferidas?
Me gustarรญa que fueran mรกs, pero por bastante tiempo fueron “piedra”, “vidrio”, “cielo”, “mar”, palabras muy genรฉricas… Las imรกgenes de mis poemas no son necesariamente imรกgenes visuales, muchas de ellas son acciones, mis poemas describen actividades, a veces de carรกcter nervioso o absurdo, a veces muy pacรญfico, pero eso es lo que les da vida. No soy un poeta de la naturaleza, no ahondo en el aspecto de las cosas, sino mรกs bien en su comportamiento. Para mรญ, el paisaje es un mero decorado, las montaรฑas de Utah eran un decorado, el mar del Atlรกntico Norte cerca de Nueva Escocia es un decorado, lo que me interesa es lo que se desarrolla frente al telรณn de fondo de las montaรฑas o del mar.
El humor es un elemento importantรญsimo de su poesรญa.
Creo que se piensa, errรณneamente a mi entender, que la poesรญa es algo serio y oscuro… Hay muchas cosas perturbadoras en el mundo, y hay tantas cosas absurdas y tanta locura en el mundo que me parece que serรญa un error ignorarlas. Cuando leo los diarios, me rรญo y me angustio en igual medida.
Una de las cosas que hace tan atractiva su poesรญa para mรญ es cรณmo logra mezclar comedia y elegรญa con gran elegancia, de forma que lo cรณmico nunca se vuelve frรญvolo ni burdo, y lo elegรญaco no llega a volverse dramรกtico, sino que es apenas una nota lรกnguida de fondo…
Creo que lo has expresado muy bien, eso es exactamente lo que intento hacer. Alguna vez lo describรญ como una mezcla de melancolรญa y humor, pero creo que el elemento elegรญaco es muy caracterรญstico de mis poemas, y trato de incluir ambos elementos en el mismo poema, intentando que la transiciรณn sea casi invisible, para que los lectores no sepan muy bien cรณmo sucediรณ…
“Casi invisible”…
Sรญ, Casi invisible.
¿Quรฉ piensa de los poetas que, como procedimiento, se basan en la experiencia cotidiana para hacer algรบn tipo de afirmaciรณn?
Hay poetas metonรญmicos, que toman un trozo de vida para representar la totalidad de la vida, y que por lo general tienen una moraleja, explรญcita o implรญcita. Yo me considero mรกs bien un poeta metafรณrico, creo un mundo alternativo que tiene sus propias reglas y regulaciones, en el cual tal vez se puedan percibir algunos elementos de nuestro mundo, y que por eso no resulta totalmente ajeno. El poeta metonรญmico debe asegurarse de que ese mundo reducido que estรก representando sea fiel al mundo verdadero de la experiencia. Yo no siento para nada esa obligaciรณn. Solo quiero ser fiel a mis propias ideas respecto de lo que funciona en un poema, y no a lo que el mundo considerarรญa realista o correcto. Lo que me importa es la integridad del mundo que creo, y no lo que estoy revelando sobre el mundo en el que viven los demรกs.
¿Por quรฉ usa tan pocas palabras? ¿Es algo deliberado?
Porque sรฉ lo que significan y tengo control sobre ellas. Son las palabras que pueblan y dan vida al mundo que creo.
¿Fue una decisiรณn consciente limitarse a un repertorio de palabras tan reducido?
No. Siempre he creรญdo en la sencillez, en lo tocante al lenguaje creo en el principio de economรญa, hablar de manera sencilla y directa es mejor que decir lo mismo con perรญfrasis o de forma complicada. Pero debo decir que mis oraciones se han vuelto mucho mรกs complejas, el lenguaje es muy sencillo pero la sintaxis a veces se vuelve muy complicada, y prefiero tener una sintaxis compleja y un vocabulario sencillo que un vocabulario muy difรญcil y una sintaxis ingenua.
Tambiรฉn ha dicho que en la poesรญa buscamos un misterio…
Creo que asรญ es. No buscamos la soluciรณn del misterio, creo que nos gusta que se nos ofrezca un misterio, nos gusta acercarnos al misterio. Quiero decir: si un misterio es un misterio, no lo va a resolver o descubrir un poema. Creo que lo maravilloso que tiene la poesรญa es esa intimidad con el misterio, porque, una vez que se resuelve, el hechizo se rompe y el misterio desaparece. Queremos perpetuar el misterio, y para eso debemos acercarnos pero sin violarlo.
El misterio estรก presente en muchรญsimos de sus poemas…
Son misteriosos, pero no por decisiรณn consciente. Creo que mi cerebro funciona asรญ. La vida me parece misteriosa, mi presencia en la Tierra me parece misteriosa. Muchas veces, cuando termino un poema, no estoy muy seguro, aunque generalmente estoy seguro de lo que he dicho, siempre hay un elemento inexplicable. Creo que los poemas de otros poetas que me atraen tienen algรบn elemento inexplicable. Siento al mismo tiempo familiaridad con el poema y perplejidad. Creo que la presencia de esos dos elementos es esencial para la poesรญa.
¿Relee sus libros preferidos?
Trato de hacerlo. Hace dos aรฑos, volvรญ a leer varias novelas de Dickens que hacรญa aรฑos que no leรญa; releรญ Don Quijote. Ahora que vivo en Espaรฑa, estoy empezando a leer mรกs literatura espaรฑola: leรญ una novela extraordinaria de Antonio Muรฑoz Molina que se llama Sefarad, y leรญ una novela de Javier Marรญas que me gustรณ mucho, Corazรณn tan blanco.
Hace un rato mencionรณ a Octavio Paz. ¿Cรณmo lo conociรณ?
Lo conocรญ porque me pidieron que preparara una antologรญa de poesรญa mexicana, New poetry of Mexico, y รฉl era el editor de la ediciรณn mexicana. Asรญ que me reunรญ con Octavio, elegimos los poetas que รญbamos a traducir, y yo elegรญ a los poetas estadounidenses que los traducirรญan, y nos hicimos amigos. Nos caรญamos bien, y Marie-Jo me caรญa muy bien, y la pasรกbamos muy bien juntos, aunque no estรกbamos de acuerdo en materia de poesรญa.
รl no entendรญa mi fascinaciรณn por Wallace Stevens, y yo no entendรญa la suya por T. S. Eliot. Ahora entiendo su insistencia, a รฉl lo habรญa influido mucho Eliot, y he llegado a compartir su valoraciรณn de la poesรญa de Eliot. Traduje algunos poemas suyos, bastante mal, creo, y รฉl hizo unas traducciones excelentes de algunos poemas mรญos. Ahora estรก muerto, pero sus poemas siguen siendo muy hermosos, y su prosa no tiene parangรณn. Era una persona muy generosa, muy elegante y educada; irradiaba educaciรณn. Solo bajaba la guardia cuando discutรญamos de polรญtica.
¿Tenรญan muchas discusiones al respecto?
No estaba preparado para discutir con Octavio Paz, porque รฉl era cien veces mรกs inteligente que yo. Pero, por ejemplo, รฉl culpaba de algo a los Estados Unidos, y me apuntaba con el dedo y me decรญa: “Tรบ, tรบ, tรบ”, y yo le decรญa: “Yo no fui, yo no fui.” Pero creo que yo era mucho mรกs de izquierda que Octavio.
¿Lo sigue siendo?
Ahora soy mรกs de izquierda que nunca. Pero no creo en el socialismo ni en el comunismo.
¿Por quรฉ es mรกs de izquierda que nunca?
Porque el capitalismo ya no funciona mรกs. Estamos asistiendo al amargo final, la desigualdad entre los ricos y los pobres es tremenda, hay gente en todo el mundo que se muere de hambre, parece que nuestros republicanos de derecha y nuestras empresas multinacionales no se dan cuenta o que no les importa. Hay una increรญble falta de decencia en el mundo.
Creo que, si nace pobre, lo mรกs probable es que uno siga siendo pobre. Si uno nace negro en los Estados Unidos, con poquรญsimas excepciones, estรก destinado a formar parte de la clase baja. Lo mismo vale para los latinos. Si uno es parte de una minorรญa, no tiene las mismas oportunidades que un varรณn estadounidense blanco y con estudios universitarios.
¿Es uno de los motivos por los que ahora vive en Espaรฑa?
La รบnica ciudad en la que podrรญa vivir de los Estados Unidos es Nueva York, que es una ciudad maravillosa en muchos sentidos, pero es muy cara, el ruido me molesta, la agresividad de la gente y el grado de violencia que uno encuentra a diario en la calle me resultan enervantes. A veces salgo a caminar y cuando vuelvo a mi departamento me siento exhausto por lo que acabo de ver y escuchar, y tardo demasiado en recuperarme. Me gusta la sencillez de mi vida en Madrid, lo รบnico que quiero es trabajar, y Madrid me permite hacerlo, ya sea escribir una conferencia, un ensayo, o las memorias sobre mis padres que estoy escribiendo ahora, o mis collages.
¿Volviรณ a pintar, entonces?
No, no volvรญ a pintar. Hago collages, porque me permiten escaparme del sentido. No tengo que lidiar con el lenguaje. No tengo que preocuparme por intentar decir algo y no poder. Corto y pego papelitos, y me resulta muy placentero.
Hablemos de Casi invisible. ¿Por quรฉ el tรญtulo?
Porque me siento casi invisible. Soy un viejo. Me siento un poco irrelevante. Y me pareciรณ que era un buen tรญtulo.
¿Y por quรฉ en prosa?
Para mรญ es mรกs fรกcil de escribir que la poesรญa, pero si eres un prosista de verdad, escribir en prosa es sin duda alguna muy difรญcil. Los fragmentos en prosa me salรญan con facilidad y rรกpido. Ademรกs, escribรญa de manera humorรญstica, algo que me parece muy difรญcil de hacer en un poema.
Creo que este libro tiene el sabor caracterรญstico de su poesรญa, pero destilada a su forma mรกs simple. Muchos de los poemas parecen el argumento o el contenido de sus poemas en verso, puestos en una prosa muy sencilla y elegante. ¿Fue algo consciente?
Soy una sola persona, y tengo un nรบmero limitado de ideas, y creo que esas ideas pasan de poema en poema y de la poesรญa a la prosa, y se visten con ropas ligeramente diferentes.
¿Se siente cien por ciento estadounidense, a pesar de haber nacido en Canadรก?
No me siento canadiense. Me siento estadounidense, pero no siento apego. Mi mundo es un mundo de cuadros, libros, fotos; mi naciรณn es la naciรณn del idioma inglรฉs. No creo que las condiciones geogrรกficas que se me impusieron –por haber nacido en Canadรก y vivido en los Estados Unidos– me definan en absoluto. Creo que me define de manera mรกs elocuente lo que leo, lo que miro, la gente que conozco, y lo que escribo. No sรฉ si habrรญa escrito los mismos poemas de haberme criado en Praga o en Milรกn. Imposible saberlo.
El libro termina con un poema que se llama “Cuando cumplรญ cien aรฑos”. Y el รบltimo verso dice: “Y desaparecรญ.” ¿Por quรฉ puso ese poema al final del libro?
Mi traductor al holandรฉs me dijo: “Es demasiado obvio que lo pongas al final, deberรญas ponerlo en otra parte.” Me parecรญa una buena manera de terminar el libro.
Parece una despedida, pero, como ahora tiene solo 78, tambiรฉn parece una advertencia de que tal vez siga escribiendo.
Sรญ. Tal vez aparezca en otra parte.
Ha dicho que querรญa retirarse de la escritura. ¿Ha logrado hacerlo?
Bueno, no estoy escribiendo poesรญa.
Pero ya ha pasado anteriormente largos periodos sin escribir poemas…
Sรญ, es verdad. La gente siempre me recuerda que no es la primera vez que digo que voy a dejar de escribir poesรญa, y siempre termino escribiendo mรกs poemas, y no solo poemas, sino mรกs libros. Asรญ que supongo que, psicolรณgicamente, me funciona decir que nunca mรกs voy a escribir poesรญa. A la vez, sรฉ que es muy probable que vuelva a escribir poemas.
Tambiรฉn leรญ una entrevista suya en la que declara: “Quiero vivir como un ser humano, quiero ser libre”, respecto de su jubilaciรณn como poeta. ¿Cree que la poesรญa es una forma de esclavitud?
Bueno, no. Creo que exageraba. No sรฉ quรฉ habrรฉ querido decir con eso de que querรญa vivir como un ser humano. Tambiรฉn era un ser humano cuando escribรญ esos poemas. Creo que la obligaciรณn de seguir siendo poeta es una especie de esclavitud, porque tu identidad, si uno ha escrito tanto como yo, acaba encadenada a tu producciรณn, a tus poemas. Querรญa que mi identidad encontrara otro punto de apoyo, o que se viera obligada a modificarse. Querรญa dejar de ser Mark Strand el poeta, querรญa ser Mark Strand el que hace collages o Mark Strand el que prepara ricas cenas en Madrid. ~
Un viejo se va de la fiesta
Cuando dejรฉ la fiesta quedรณ claro
que si bien yo pasaba los ochenta, todavรญa tenรญa
un cuerpo hermoso. La luna relumbraba como
[acostumbra
en tiempos de profunda introspecciรณn. El viento contenรญa
el aliento. Y, mira, alguien dejรณ un espejo apoyado
[en un รกrbol.
Despuรฉs de asegurarme de que estaba solo, me
[saquรฉ la camisa.
Las flores de la yuca bajaron sus cabezas baรฑadas
[por la luna.
Yo me saquรฉ los pantalones, y volaron en cรญrculos
[las urracas por sobre las secuoyas.
Allรก abajo, en el valle, el rรญo seguรญa su curso.
Quรฉ raro estar en medio de la nada, yo solo
[con mi cuerpo.
Sรฉ lo que estรกs pensando. Yo alguna vez fui como tรบ.
Pero ahora, que tengo ante mรญ tantas cosas, tantos รกrboles
de color esmeralda, estos campos blanqueados de maleza,
y montaรฑas y lagos, ¿cรณmo no ser yo mismo y nada mรกs,
este sueรฑo de carne, de a un instante por vez? ~
Versiรณn de Ezequiel Zaidenwerg
(Buenos Aires, 1981) es poeta y traductor.