Una entrevista con el pintor Juan Carlos del Valle, autor de la serie "El Pan de cada dรญa".
¿Platรญcanos como empiezas a pintar: en dรณnde y por quรฉ?
Es como un llamado, una voz interna. Necesito pintar como necesito comer, porque si no como desfallezco. Despuรฉs de dos dรญas de estudiar la carrera de Comunicaciรณn, estaba decidiendo hacia dรณnde dirigirme y sentรญ que si no pintaba me iba a pasar algo. Mi primer maestro fue Manuel Garcรญa Jurado, รฉl me aportรณ un interesante acceso al conocimiento a travรฉs de pintores y mรบsicos poco conocidos. Despuรฉs encontrรฉ a Demetrio Llordรฉn, un pintor espaรฑol que me guiรณ durante cuatro aรฑos. Una maรฑana que estaba en mi estudio dije: voy a ser pintor. Sin embargo, mรกs que ser pintor yo querรญa pintar.
Y de pronto asรญ, de la nada, se te ocurre presentar “retratos de comida” (me parece justo decirlo asรญ, mรกs que naturalezas muertas ya que su tratamiento es distinto), en las iglesias de Mรฉxico. Donas, pizzas, pedazos de carne, beef stakes, cupcakes, salsa, betunes, una cara de cerdo, un pedazo de chicharrรณn, un tramo de sushi.. Ahรญ, a los costados del pรบlpito. ¿Cuรกl es el trasfondo de esta propuesta?
Los retratos de comida son el resultado de mi interรฉs por el estudio de la atmรณsfera. Me formรฉ en la tradiciรณn pictรณrica espaรฑola y, en ella, el gรฉnero de la naturaleza muerta es la base para la comprensiรณn del estudio tonal que deriva en el entendimiento atmosfรฉrico. Despuรฉs de mi formaciรณn, encuentro en los alimentos independientes un pretexto simbรณlico para explorar y tratar de responder preguntas sobre el origen, la extensiรณn y proyecciรณn de nosotros mismos. Primero trabajรฉ con frutas y, posteriormente, empecรฉ a explorar con cabezas de cerdo, cabritos desollados y huesos roรญdos que me servรญan como metรกforas del estado por el que yo estaba cruzando. En estos despojos ya estaba la riรฑa entre lo animal y lo espiritual, el sacrificio.
Al cumplir 33 aรฑos, en otro ciclo de vida y otro estado espiritual y psicolรณgico, empecรฉ a explorar el potencial simbรณlico del pan, desde un pedazo de bolillo hasta el pan de caja y los alimentos industriales que, al estar ligados a nuestro presente y existencia, son como una extensiรณn y explicaciรณn del momento actual.
“El Pan de cada dรญa”, que es nombre de esta serie, surge del interรฉs de provocar una experiencia mรญstica de re-ligaciรณn del arte con la religiosidad, a travรฉs de una sensualidad pictรณrica que dialoga con la liturgia y se percibe pero no es evidente.
¿Te interesa ahondar sobre el sรญmbolo antropofรกgico de comerse a dios en cada hostia?
Lo que me interesa es la comuniรณn y la puerta hacia lo sagrado desde el cristianismo. Eso tiene el cristianismo que no tienen las otras religiones: el misterio de la comuniรณn. Las galletas mordidas son una metรกfora del hecho de hacer tuyo al otro y volverte parte de รฉl.
¿Y por cierto: por quรฉ presentas productos chatarra como los Trikitrakes, Ganistos, Pingรผinos, Oreos, que pienso representan algo distinto al tipo de comida que enumero en la pregunta anterior? ¿Son lo mismo en tu plataforma?
Actualmente me interesan los alimentos caracterรญsticos de lo cotidiano porque explican mucho de nosotros mismos. Puede ser tan brutal o trascendental tomar el cerdo desollado como metรกfora del sacrificio como un pan embarrado con crema de cacahuate y mermelada de fresa. Es empezar a jugar con toda esa dualidad que genera tanta confusiรณn. Es afectivo pero brutal, es el sacrificio o la trascendencia desde algo que queremos consumir, que es dulce, antojable y culpรญgeno.
¿Para ti quรฉ es comer bien y quรฉ es alimentarse?
Comer bien es un hรกbito que mantiene el cuerpo sano. Alimentarse es un ritual que nutre al Ser.
Plรกsticamente hablando, hay en ti un marcado interรฉs por mostrar un tratamiento clรกsico y serio de la pintura, el cual despuรฉs podrรกs tratar de otra manera en su acabado final.
Admiro a los pintores que, como Velรกzquez y Rembrandt, trabajan la luz. A mรญ tambiรฉn me interesa transformar la realidad a partir de la luz, generar significados y dramatismos desde esa prioridad y obsesiรณn que es la luz.
Mรฉxico acaba de obtener un preciado primer lugar: el paรญs con mayor nivel de obesidad. Segรบn la FAO se calcula que unos 2 mil millones de personas en el mundo sufren de una o mรกs deficiencias alimentarias (es decir, no consumen los nutrientes requeridos), mientras mil 400 millones tienen sobrepeso, de los cuales 500 millones son obesos. ¿Esto es algo que te interesa como sustrato para tu obra o se trata de un dato, por demรกs preocupante pero que no es tu intenciรณn escudriรฑar a partir de ella?
Me interesa el poder simbรณlico del alimento mรกs allรก de cuestiones รฉticas, morales o nutricionales. Sin embargo, no deja de asombrarme la confusiรณn que generan mis pinturas. Los alimentos pasan de un polo al otro, de lo vulgar a lo antojable, de lo vulgar a lo correcto. Primero se disfrutan, se paladean, y luego se rechazan con argumentos nutricionales. Es como si el placer generara culpa.
¿En dรณnde te has presentado y en dรณnde te presentarรกs?
He tenido exposiciones en varios espacios institucionales de la Ciudad de Mรฉxico y el interior del Paรญs. Entre ellos, el Palacio de Bellas Artes y la Casa de Espaรฑa en Mรฉxico. El proyecto de arte pรบblico-religioso “El pan de cada dรญa” se presentรณ en 12 iglesias del D.F. y una del Estado de Mรฉxico. Mi prรณxima exposiciรณn, “Temptation”, es en el Museo Bรญblico de Dallas, Texas. En ella abordo la dualidad de lo sagrado a travรฉs de metรกforas alimenticias que evocan el desafรญo entre lo prohibido y lo permitido.
Escritor, editor y promotor cultural. Ha publicado 8 libros, entre ellos Zopencos (2013), Yendo (2014) y Sayonara (2015). Es propietario de Hosterรญa La Bota.