Los 140 caracteres de un tuit admiten, en japonés, hasta una decena de haikus; en español, menos de tres; o cuatro endecasílabos o tres alejandrinos. Al mismo tiempo, en ese espacio cabe mucha poesía. La mayor parte ni siquiera pretende serlo: está en apuntes de diario, aforismos, ocurrencias, chistes. Está menos en lo que algunos llaman “poetuits” (si tuvieran acceso a la televisión harían telepoemas) y que, la mayoría de las veces, no pasan de ser juegos retóricos alrededor de dos o tres lugares comunes y un tema y medio. Pero también hay poetas que escriben, sencillamente, poemas. Algunos tienen obra impresa, otros la tendrán probablemente, pero ninguno es una figura muy reconocida, y aunque hay poetas de carrera larga en los medios tradicionales que publican también en Twitter, no figuran en esta selección.
Quien se asome a las páginas de los que recojo advertirá que, mientras algunos no publican sino sus versos y frases, otros conversan, discuten, bromean, ofrecen enlaces a otras páginas de la red. También notará que, contra lo que algunos lectores de la primera entrega dieron por sentado, no se trata solo de escritores mexicanos. Hay dos españoles, un guatemalteco, un venezolano, una, creo, argentina. Aunque muchos en Twitter prefieren tejer su red amigos locales (y aun definirse por su pertenencia a esos grupos), lo interesante de las redes sociales está, en cambio, en la mezcla y el intercambio de voces, acentos, sensibilidades. También, por supuesto, en la posibilidad de la creación literaria colectiva: algo que ocurre todos los días en Twitter, a veces con resultados sorprendentes, como habrá que ver otro día.
En las páginas en internet de Twitter, todo lo que aparece aquí en verso se verá en prosa. Si el sitio se visita con una aplicación para teléfono celular, las líneas se verán como las cortaron sus autores.
Yo soy un niño
que mira una veleta
que me señala.
Tiemblas.
O eso parece.
Tiemblo.
Por eso es.
Lo que se mueve,
lo que pausa,
lo que respira,
lo que aire.
Soy aquí cuando respiro,
me detengo, retomo la marcha,
cuando vuelvo.
Hay sonrisas que son precipicio y marea.
Hay sonrisas que son abismo y trampolín.
Hay sonrisas.
Hay sonrisas que son.
[Doppelgänger]
Me dijo, entonces,
el espejo:
Pase usted y vea
lo que ha hecho.
Aquí las orillas rotas.
Aquí los latidos mueren.
Aquí los bordes inconclusos.
Aquí mis murallas crecen.
El lobo de mar
aúlla en las noches de
alta marea.
Grano de arena:
un soldado de piedra
cuidando el mar.
Libertina, la luna luminosa
levita leve, lúbrica, lobuna.
Lunar, la luz lacera la laguna:
¡luciferina luz libidinosa!
Un lunar en la seda diáfana de la noche.
Te busco en el espejo y ya no estoy.
Ves un árbol. Cierras los ojos y ves un dragón, abres los ojos y ves un árbol. Abres más los ojos, el dragón se va volando.
@dwilf
Ah, claro. Es que ningún enamoramiento es oportuno.
¿Y si la rana no saltó al estanque?
Cada vez se acerca más el árbol. La sombra empieza a cubrirnos.
Un beso es un almendra y un lento higo.
http://bit.ly/ezxIC9
@SpritDLescalier
Estoy cantando por los oídos.
Necesito un loro para que llore en mi hombro.
Tropezar con objetos fijos a propósito, como quien juega billar.