El matrimonio no es
como una casa, ni siquiera una tienda de campaƱa
sino una fase previa, algo mĆ”s frĆo:
El lĆmite del bosque, donde empieza
el desierto
las escaleras despintadas
de la entrada trasera, en donde nos sentamos
en cuclillas, al fresco, y comemos palomitas
donde penosamente, y con sorpresa
de haber sobrevivido hasta
este punto
estamos aprendiendo a hacer el fuego ~
VersiĆ³n de Ezequiel Zaidenwerg