Hojas que vencen al tiempo

Una visita al Fondo Antiguo de la Compaรฑรญa de Jesรบs, en pleno Buenos Aires, donde restauran incunables del siglo XV en adelante.ย 
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El olor de sus hojas sigue intacto, pero su color y una textura resquebrajada atestiguan el paso del tiempo. Como las personas, ningรบn libro es igual a otro, y si se trata de ejemplares รบnicos, cosidos a mano y transcriptos uno a uno, mucho menos. Por eso es casi “milagroso” el trabajo que dรญa a dรญa llevan adelante en el edificio del Colegio del Salvador, en pleno Buenos Aires. Allรญ el Laboratorio de Conservaciรณn Nicolรกs Yapuguay, perteneciente al Fondo Antiguo de la Compaรฑรญa de Jesรบs, trabaja con modernas maquinas restauradoras sobre libros de la histรณrica biblioteca jesuita de los siglos XV al XVIII, devolviendo a la vida y a los bibliotecas, sus antiguos incunables.

รšnicos

La cita es en el Colegio del Salvador, donde me encuentro con Susana Brandariz, coordinadora del proyecto que restaura, desde hace unos aรฑos, libros irrepetibles. Allรญ, asombrosas tรฉcnicas los regresan a la vida y al alcance de todos, porque un libro es mucho mรกs que palabras ordenadas, y cada obra atesora y revela al mismo tiempo una infinidad de historias: los motivos que llevaron a su armado, el contexto en que se dio su escritura, los conocimientos volcados, las nuevas preguntas lanzadas al mundo o aquello que ha significado para quien lo ha leรญdo. La visita sigue por los pasillos seรฑoriales del primer piso del colegio. “La tecnologรญa presente en el laboratorio y las tรฉcnicas aprendidas por los tรฉcnicos que las operan nos permiten desmontar, limpiar, reparar roturas en papeles, pergaminos y cueros, rearmar los cuadernillos y encuadernar nuevamente cada libro, pero lo fundamental aquรญ es preservar las caracterรญsticas originales de las obras, las marcas de uso, aquello que constituye su valor mรกs singular”, explica, y agrega: “Contamos con maquinas modernas traรญdas desde Europa. Con ellas trabajan los especialistas del laboratorio para la recuperaciรณn de libros de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII de la antigua biblioteca jesuita. ร‰ste, ¿ves? -pregunta y afirma a la vez, mientras sostiene la obra- es un ejemplar รบnico del siglo XVII, una reliquia que seguro ha sido cosida a mano por los indios”, explica. A medida que los presenta, vuelve a acomodarlos en pequeรฑas, medianas y grandes cajas que son parte del completo proceso de restauraciรณn de toda la unidad, y que han sido diseรฑadas para protegerlos del descuido. En un rincรณn estรก la caja fuerte. La abre y advierte: “Este es un tesoro: una Biblia escrita en seis idiomas”.

 

Patrimonio histรณrico

En el Yapuguay hay mรกs de 15,000 obras manuscritas e impresas desde el aรฑo 1400 en adelante, pertenecientes a los jesuitas, y que se rescataron del descuido mรกs que del paso del tiempo. Entre ellas se distinguen clรกsicos latinos y griegos, libros de carรกcter cientรญfico, y textos de devociรณn, de filosofรญa y de humanidades, muchos de ellos impresos en importantes tipografรญas europeas. Esta colecciรณn representa uno de los repertorios mรกs importantes de Latinoamรฉrica por calidad y antigรผedad, con origen en las Librerรญas Grandes de los Colegios de Buenos Aires, Cรณrdoba y Santa Fe, y a las bibliotecas de otras residencias de la antigua Provincia Jesuรญtica del Paraguay, que comprendรญa parte del territorio argentino, Tarija (Bolivia) y Belรฉn y Asunciรณn (Paraguay). Cuentan que aquellos libros eran una guรญa del nuevo mundo para los jesuitas que llegaban a Amรฉrica, y sobre todo un nexo con aquello que se habรญa dejado del otro lado del ocรฉano. Miles de estas obras constituyeron importantes bibliotecas en los Pueblos de Indios, como asรญ lo testimonian algunos tomos: “/… del Pueblo de los Apรณstoles… /”, “/… del Pueblo de San รngel… /”, “/… de la Estancia de Jesรบs Marรญa/…”. Cuando los jesuitas fueron expulsados de Amรฉrica en1767 su patrimonio bibliogrรกfico tuvo variados destinos, con el nรบcleo original de la Biblioteca Nacional o la Universidad de Cรณrdoba, y muchos ejemplares terminaron en colecciones privadas o se perdieron definitivamente. Por eso su contenido, tanto informativo como paratextual, es una mirada del pasado que sirve para el futuro, algo que los hacedores de este proceso bien saben. Quienes conocen la historia interna afirman que fue el tenaz padre Martรญn Morales, jesuita y director del archivo Histรณrico que la Compaรฑรญa de Jesรบs posee en la Universidad Gregoriana de Roma, quien dio el puntapiรฉ inicial para que estas mรกquinas lleguen aquรญ. “Y no se podrรญa haber adquirido semejante equipo sin el aporte clave del Instituto Italo Latinoamericano y de la regiรณn de la Lazio (Italia), por mรกs de 250 mil euros”, confiesa.

Laboratorio

Nos conducen al laboratorio, provisto de los equipos, instrumentales y materiales de los que nos han hablado. Aquรญ hay mucho trabajo detallista, que parece mรญnimo por momentos, y hasta insignificante, pero que lleva a un resultado concreto y rehabilita a diario varios ejemplares para la lectura. “La idea del trabajo es garantizar la mayor permanencia a lo largo del tiempo, tanto del contenido como del soporte material del documento”, nos explica Brandariz. Si bien el tratamiento de cada uno no es el mismo, hay cierta regularidad en el proceso: las piezas ingresan por una mesa de luz, donde comienza un examen en detalle y una esmerada limpieza parte por parte, que puede incluir curaciones de infecciones u hongos. Muchas veces la materia orgรกnica constitutiva del papel se ha tornado รกcida y por tanto su degradaciรณn se produce aceleradamente. En ese caso, y luego de la mediciรณn del ph, se aplican tratamientos en una pileta termostatizada con carga alcalina para revertir el proceso. Si las pรกginas estรกn muy daรฑadas por roturas o acciรณn de los insectos, pueden someterse a un tratamiento de reposiciรณn, tanto manual como mecรกnica. Entra entonces en acciรณn la estrella del laboratorio, una mรกquina de “reintegraciรณn mecรกnica de folios”. Su sistema produce el sellado de lagunas y rasgados mediante la pulpa de celulosa, exactamente en los espacios con faltantes. Las hojas, asรญ reparadas, son secadas y prensadas antes de rearmar los cuadernillos, antes de coserlos nuevamente al libro. Por supuesto, hay un importante control de las obras, ya que “son muy requeridas para el trรกfico de arte y antigรผedades, especialmente en Europa”. De allรญ que entendemos lo de la caja fuerte.

Y algo interesante para destacar es que el lugar estรก abierto a todo el pรบblico, tanto para los apasionados por la historia o la literatura, tanto como para los investigadores o las escuelas, que con sรณlo pedir una visita pueden conocer el laboratorio y su biblioteca. Asimismo, estos modernos elementos de trabajo permiten al laboratorio brindar servicios de conservaciรณn a bibliotecas y archivos pรบblicos y privados, garantizando un tratamiento similar al realizado con las joyas jesuรญticas, y que puede aprenderse y aprehenderse, en los distintos cursos que se dan aquรญ (porque como los libros, no hay mejor conocimiento que aquel que puede compartirse.

 

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(Buenos Aires, 1975) es periodista y fotรณgrafo. Viajante desde hace mรกs de cinco aรฑos, recorre Latinoamรฉrica y paรญses asiรกticos recopilando historias e imรกgenes.


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