La red social para compartir fotos acaba de sufrir un cambio radical en la manera como presenta las fotografรญas a sus usuarios. Tambiรฉn cambiรณ de logo. Las crรญticas no se hicieron esperar.
El timeline ya no aparecerรก en orden cronolรณgico sino basado en un algoritmo que determinarรก cuรกl es el contenido mรกs interesante o relevante para cada uno de los usuarios. Ese algoritmo se basa principalmente en dos variables: el momento de publicaciรณn de la foto y el nivel de actividad (comentarios y likes) que el usuario ha tenido anteriormente con las fotos de esa cuenta.
Para los que no han padecido esta transiciรณn todavรญa, el cambio llegara pronto pero no serรก brusco. Instagram sabe lo importante que es evitar generar ruido negativo entre sus suscriptores, y procuran que cualquier modificaciรณn se instale lentamente. Al principio, seguiremos viendo los mismos posts de siempre pero ordenados de otra manera, sin embargo, con el tiempo la red empezarรญa a filtrar algunos de los posts que considere irrelevantes o que tengan baja calidad.
Desde el lado operativo, esto pone a Instagram en el mismo campo que Facebook, que abandonรณ la visualizaciรณn cronolรณgica en reversa, en favor de un algoritmo que selecciona las imรกgenes y videos de cada News feed basado en el interรฉs y la actividad mostrado en cada perfil.
Las implicaciones de este cambio son interesantes para las marcas que tienen una cuenta de Instagram, ya que esto representa un reto para mantenerse relevantes y ofrecer contenido atractivo si no quieren desaparecer de las cuentas de sus seguidores.
Por otro lado, las cuentas de usuarios son las que estรกn destinadas a sufrir, tal como ha ocurrido en muchas de las redes sociales que abandonan su misiรณn original para monetizar a gran escala. Subir una foto ya no garantizarรก que sea vista ni siquiera por alguien que te sigue. Si un dรญa de estos tu tรญa te marca para reclamarte que no le diste like a las fotos de sus limoneros, te sugiero enviarle un link a esta nota para que, en efecto, crea que en verdad nunca los viste. Pobre, ahora le toca competir con todos por posiciones en tu timeline.
Vive en Nueva York, donde trabaja para una agencia de medios especializada en videojuegos. Escribiรณ El Libro Chilango (Planeta, 2013).