En octubre de 2003 propuse al Consejo Editorial de la UNAM la creaciรณn de una editorial universitaria. El proyecto se discutiรณ a lo largo de 2004 y a comienzos de 2005 fue abandonado, no sin haber provocado algunas tensiones. Se considerรณ inviable (y utรณpico, como dijo un miembro del Consejo Editorial) debido a que afectarรญa los intereses creados en las mรกs de cien dependencias que en la UNAM se dedican a publicar libros. Quiero a continuaciรณn resumir la propuesta que hice entonces. Me parece que aquella propuesta sigue siendo vรกlida. Me basรฉ en las consideraciones del acuerdo que creรณ este Consejo, en las que se establece claramente la necesidad de que la Universidad identifique, unifique y supervise las actividades editoriales dispersas en muy diversas dependencias. Ante el hecho de que la UNAM constituye, por el volumen de su producciรณn, una de las principales casas editoriales de Amรฉrica Latina, el acuerdo destaca la importancia de cuidar los recursos financieros destinados a este rubro, y reitera que es necesario unificar y perfeccionar los procesos de ediciรณn.
Ciertamente, la UNAM es una casa editorial enorme. En 2003 la universidad produjo unos 4,400 tรญtulos, de los cuales cerca de 1,200 fueron libros. Podemos comparar estos datos con el promedio de tรญtulos anuales que una editorial espaรฑola grande publicaba anualmente en 2001: lanzaron al mercado poco mรกs de 200 tรญtulos en promedio (124 empresas y 26,300 tรญtulos). En ese paรญs, las empresas medianas publicaron unos 50 tรญtulos al aรฑo y las pequeรฑas seis. El monstruo editorial de la UNAM publica alrededor de 460 colecciones, 300 series y 200 publicaciones periรณdicas.
La actividad editorial de la UNAM fue descentralizada en 1986 en un acuerdo que hiriรณ casi de muerte el perfil de las publicaciones universitarias. La labor editorial fue dispersada en unas cien dependencias, cada una autorizada a controlar el ejercicio de las partidas presupuestales en ediciรณn y distribuciรณn. Surgiรณ asรญ una enorme hidra de cien cabezas, que recibe un presupuesto anual de por lo menos 125 millones de pesos y que emplea a mรกs de 700 personas.
No obstante, la UNAM como editora carece del prestigio, la fuerza y la identidad que podrรญa tener si utilizase sus inmensos recursos de la manera que sugiere el acuerdo que creรณ el Consejo editorial. Me parece evidente que es necesario unificar, perfeccionar y dar identidad a las publicaciones de la UNAM. Por ello, propuse la creaciรณn de una editorial central de la UNAM, a la manera en que universidades prestigiosas de todo el mundo han creado empresas de publicaciรณn acadรฉmica.
Es sabido que hay fuertes tendencias que fortalecen los grandes monopolios comerciales editoriales en detrimento de las editoriales que tienen un perfil acadรฉmico, intelectual y de alta calidad. En los paรญses de habla inglesa esta tendencia es contrarrestada precisamente por las casas editoriales universitarias. En el mundo hispano las fuerzas que equilibran el espacio editorial son mรกs dรฉbiles, y radican todavรญa en gran medida en editoras privadas medianas y pequeรฑas de gran prestigio. Mรฉxico, en este sentido, es todavรญa una excepciรณn gracias a la existencia del Fondo de Cultura Econรณmica. Pero la disgregaciรณn de la actividad editorial de la UNAM, que diluyรณ el perfil que estaba adquiriendo, contribuyรณ indirectamente a impulsar el fortalecimiento del sector editorial comercial con orientaciones poco acadรฉmicas e intelectuales, y dirigido hacia el mercado y las grandes ventas. Es importante revertir el proceso para crear una poderosa editorial universitaria, acadรฉmica, inteligente, creativa e innovadora.
La creaciรณn de una editorial de la UNAM no implicarรญa la liquidaciรณn de las actividades editoras de las dependencias. Pero significarรญa su reorientaciรณn hacia publicaciones periรณdicas y libros muy especializados de bajo tiraje, en muchos casos divulgados mediante formatos electrรณnicos digitales, ya sea en lรญnea o en disco. La editorial universitaria no deberรญa simplemente engullir las actividades de las dependencias: deberรญa adquirir un perfil propio. Tampoco se tratarรญa de crear una empresa comercial. Deberรญa ser una editora sin fines de lucro pero capaz de autosostenerse, que difunda libros de alta calidad preparados por acadรฉmicos, intelectuales y escritores, sean de la UNAM o no. Se tratarรญa de atraer a autores del mรกs alto nivel y publicar obras de gran calidad, provengan de donde provengan y siguiendo una polรญtica editorial innovadora, con un perfil propio y abierta. Serรญa un poderoso polo de atracciรณn editorial e intelectual y no un centro de administraciรณn para controlar los vericuetos kafkianos de la actual ediciรณn universitaria.
(Imagen tomada de aquรญ)
Es doctor en sociologรญa por La Sorbona y se formรณ en Mรฉxico como etnรณlogo en la Escuela Nacional de Antropologรญa e Historia.