“Tenemos mucha confianza en que este aรฑo previo a las elecciones, por desgracia, serรก el peor de todos, y estamos dedicados en cuerpo y alma en que asรญ sea”, declarรณ el lรญder Maldonado, rodeado de su sรฉquito, luego de un mรญtin a puerta cerrada. “Sabemos que va a ser difรญcil lograr que las cosas sigan saliendo tan mal para nuestro sufrido pueblo, pero vamos a echar el extra para lograrlo”, agregรณ con pesadumbre, mostrando una gran sonrisa.
Presionado por los reporteros, el lรญder Maldonado hizo una recapitulaciรณn a fondo sobre la buena fortuna que las crisis, los desastres y los colapsos que han azotado a la patria han significado para su causa.
“Nos ha ido muy mal, o sea muy bien, en general. Sobre todo a partir del 2006 –dijo— cuando se dieron circunstancias que ni en nuestros sueรฑos mรกs ambiciosos habrรญamos planeado”. Estas situaciones fueron de toda clase, desde la recesiรณn mundial “que tanto nos ha estimulado”, hasta el brote de influenza que aterrรณ a los mexicanos, “cosa que nos dio mucha pena que nos diera tanto gusto”, apuntรณ.
Despuรฉs siguieron los otros pesares, agobios, tragedias y contratiempos de siempre que, como es costumbre, atribulan a la poblaciรณn. “No podrรญamos haber pedido mรกs”, seรฑalรณ el lรญder. “Hemos tenido muy buenas temporadas de sequรญa y muy buenas temporadas de inundaciones, en ambos casos con millones de hectรกreas afectadas. Estamos muy satisfechos de los efectos negativos que esto produce en el pueblo, cosa que celebramos llenos de agobio”.
“Nuestros afanes por conseguir el fracaso en todas las รกreas han sido bastante exitosos” dice con entusiasmo, no sin reconocer el apoyo que ha recibido de los ricachones, los corruptos y el clero lujoso. “Es muy triste reconocer cuรกnto gusto nos ha dado que todos los niveles de gobierno y sus poderes, desde el federal hasta el mรกs insignificante municipio, no funcionen adecuadamente, sumiendo al pueblo en una zozobra que nos apena aplaudir y que nos incentiva a tratar de empeorar aรบn mรกs. El desastre en la calidad educativa, algo que tanto daรฑo le hace a Mรฉxico, y tanto le secuestra la esperanza, es algo que –duele decirlo– nos llena de optimismo, lo mismo que el estimulante aumento de rechazados y reprobados, que nos llena de sincera tristeza. Desde luego que el ISSSTE y el IMSS estรฉn a punto de colapsar, llenando de desasosiego a millones –se lo digo con el alma contrita–, nos llena de satisfacciรณn. Y la promesa de lograr que toda la gasolina que venda PEMEX sea importada, para que podamos denunciarlo airadamente, tambiรฉn nos llama a perseverar en el entusiasmo”.
“Y ¿quรฉ decir de la inseguridad?” –continรบa. “El apogeo del crimen en todas sus manifestaciones tiene a la poblaciรณn sumida en el terror, algo que –es muy triste reconocerlo– nos cae de perlas, pues nos duele en el alma el gusto de que apoye tan eficazmente nuestra misiรณn final…”
¿Que cuรกl es esa misiรณn? El licenciado Maldonado hace un gesto de feliz congoja. “Coadyuvar al desastre total de la patria en todos sus aspectos, lo mรกs rรกpida y mรกs eficazmente que se pueda –se lo digo con el corazรณn trepidando de dolor– para poder entonces comenzar a reconstruirla poco a poco y alcanzar asรญ un acuerdo promisorio que habrรก de poner las bases de un futuro cercano en el que se irรก avecinando la inminencia de la esperanza con que tendremos la posibilidad de culminar el proyecto de una patria con que nos gustarรก mucho soรฑar y que, puedo asegurarlo, serรก una patria mejor para todos los mexicanos que queden.”
Dicho esto, el lรญder Maldonado y su sรฉquito subieron a sus camionetas para dirigirse, llenos de apesadumbrado optimismo, a sus curules, o al siguiente desastre, o al siguiente mรญtin…
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.
