Las super computadoras se adueƱan de las bolsas

ā€ŽĀæDebemos dejar que las supercomputadoras tomen las decisiones sobre compra-venta en el mercado de valores?
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Felix Salmon y Jon Stokes escribieron en Wired, un interesante artĆ­culo titulado Algorithms Take Control of Wall Street (Los Algoritmos toman el control de Wall Street), en el que relatan como un nuevo servicio de Dow Jones liberado la primavera pasada llamado Lexicon, estĆ” transformando la manera en la que las operaciones bursĆ”tiles se llevan a cabo. Aplicaciones especĆ­ficas dentro de una supercomputadora son capaces de identificar tendencias en las palabras clave que se incluyen dentro de un divulgador de noticias y con ellas, establecer patrones que derivan en instrucciones automĆ”ticas de compra- venta de valores. En la actualidad, segĆŗn el mismo artĆ­culo, alrededor del 70% del volumen de operaciĆ³n de las bolsas de valores de Estados Unidos son realizadas por rĆ”fagas de Ć³rdenes en las cuales no intervino ningĆŗn ser humano.

La primera bolsa electrĆ³nica que omitiĆ³ el espacio fĆ­sico (piso de remates) para la negociaciĆ³n con valores fue el NASDAQ, que naciĆ³ en 1971 como un sistema de informaciĆ³n para los operadores y gradualmente fue evolucionando hasta convertirse en la principal bolsa de valores para empresas de corte tecnolĆ³gico. El NASDAQ sirviĆ³ como modelo a seguir para muchas bolsas de valores en Estados Unidos y el mundo y marcĆ³ la pauta en la asimilaciĆ³n de tecnologĆ­a al ir, gradualmente, incorporando sistemas automatizados para el registro de Ć³rdenes que permiten intensificar el volumen de las transacciones.

La paulatina incorporaciĆ³n de supercomputadoras a las Bolsas de Valores ha reducido los costos por transacciĆ³n (un beneficio que el inversionista agradece) y ha limitado la concentraciĆ³n de poder en un solo recinto bursĆ”til. Si a principios de la dĆ©cada del 2000 el New York Stock Exchange (NYSE) concentraba alrededor del 70% del volumen total de los valores que se negociaban en los EEUU, actualmente negocia solo con el 36% como consecuencia del crecimiento de nuevas bolsas de valores como Direct Edge o el BATS Exchange (la primera de estas, casi del mismo tamaƱo que el mismo NYSE.)

Las operaciones emitidas de manera automatizada por las supercomputadoras han cambiado por completo la dinĆ”mica bajo la cual funcionĆ³, por aƱos, el negocio bursĆ”til. Estas supermĆ”quinas sostienen un intenso diĆ”logo mediante iteraciones infinitas de anĆ”lisis multivariable que desembocan en una orden de compra o venta. Este dialogo instantĆ”neo, del cual estĆ”n excluidos los seres humanos, ha rebasado su capacidad de entendimiento y explicaciĆ³n del comportamiento de los mercados. La toma de decisiones es cada vez mĆ”s impredecible y artificial. Los hombres se han convertido en sombras con cada vez menos poder de decisiĆ³n. Las escenas en las cuales decenas de personas apiƱadas en un piso de remates con papeletas en las manos gritaban a viva voz ā€œcompra, compraā€ o ā€œvende, vendeā€ son cada vez menos frecuentes.

La concentraciĆ³n de la toma de decisiones de inversiĆ³n en supercomputadoras ha producido problemas graves como el ocurrido el 6 mayo de 2010, cuando una flash order (nombre con el que se conocen las Ć³rdenes emitidas de forma automĆ”tica a partir de la identificaciĆ³n de patrones) salida de la casa de corretaje Wadell & Reed con la instrucciĆ³n de venta masiva de 75,000 contratos de futuros sobre el Ć­ndice S&P 500 en el Chicago Mercantile Exchange (una de las principales bolsas de derivados en el mundo), provocĆ³ que el Dow Jones (principal indicador de la bolsa de valores de Nueva York) cayera 600 puntos en 5 minutos.

Este incidente ha abierto un intenso debate sobre la necesidad de regular la manera en la que las flash orders influyen en el comportamiento del mercado de valores y paneles de expertos, convocados por la Securities and Exchange Commission (SEC), se reĆŗnen para emitir recomendaciones que modifiquen la dinĆ”mica de los mercados, y quizĆ” limitar las decisiones que las computadoras pueden tomar por sĆ­ mismas.

Las decisiones tomadas en automĆ”tico por los sistemas de negociaciĆ³n de valores deben ser controladas para salvaguardar el interĆ©s del pĆŗblico inversionista y de la economĆ­a en general. Las autoridades deben definir reglas que se traduzcan en candados a los sistemas de negociaciĆ³n de valores (lĆ­mites a la cantidad y monto de las Ć³rdenes) cuando las bolsas presenten comportamientos inusuales. En esos casos debe debe solicitarse, de inmediato, que las personas puedan tomar el mando.

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es asesor financiero, Gerente de la Practica Financiera de Visionaria.


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