Maduro, con la pelota en su cancha

Maduro escribe queย "los manifestantes son, creemos, la mitad de las vรญctimas mortales". Una vez mรกs, el mandatario que llama al diรกlogo enfoca con miopรญa a la parte del conflicto que se le acomoda.
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Es sรกbado a mediodรญa y el sol calienta las cabezas de mujeres, hombres y niรฑos apostados a ambos lados de una cerca, en Plaza Venezuela, Caracas. En la entrada hay agentes de la Policรญa Nacional Bolivariana. Custodian que nadie pierda la paciencia, revisan bolsas, conversan entre sรญ. La fila mide unos 500 metros. Todos esperan su turno para entrar al Gran Abasto Bicentenario, que vende productos con precios regulados por el gobierno de Nicolรกs Maduro.

Una vez que entran comienza la cacerรญa de leche, azรบcar, cafรฉ, harinas, aceite, margarina, por mencionar solo algunos de los productos mรกs buscados. Quienes no hacen esas colas se las ingenian: pagan a otros por hacerlas, sustituyen alimentos, compran una sandรญa en 240 bolรญvares ($3,5) o un pollo a mรกs de Bs. 100 ($1,25). Si buscan ingredientes mรกs sofisticados, como para cocinar platos marinos, deben desembolsar Bs. 600 ($7,5) por poco mรกs de un kilo de camarones.

El complicado cรกlculo del salario mรญnimo en divisa extranjera es el dรญa a dรญa de los venezolanos. Los 3.270,3 bolรญvares equivalen a unos 40 USD si el cambio es a dรณlar libre o paralelo- ilegal hasta hace unas semanas-.La inflaciรณn anualizada, ahora de las mรกs altas del mundo, se ubicรณ en 57,3% en febrero de 2014 y el desabastecimiento superรณ el 28%.

Mientras las personas buscan cรณmo abastecerse en medio de las protestas, Maduro opina en las editoriales del The New York Times:Venezuela: un llamado a la paz”. En donde afirma que en Venezuela sus habitantes estamos felices con nuestra democracia y que “las protestas antigubernamentales se estรกn llevando a cabo en los segmentos mรกs ricos de la sociedad, que tratan de revertir los logros del proceso democrรกtico que han beneficiado a la gran mayorรญa de las personas”. En el mismo texto, que llama al encuentro de los venezolanos, enciende las luces sobre una divisiรณn que forma parte del proceso de polarizaciรณn que se afianzรณ desde hace15 aรฑos: ellos y nosotros. Los ricos y los pobres. Los malos y los buenos. Patriotas y apรกtridas.

 

Las hazaรฑas           

De acuerdo con Maduro, se han creado programas emblemรกticos universales de salud y educaciรณn gratuita y esas hazaรฑas las hemos logrado gracias a el uso de los ingresos procedentes del petrรณleo venezolano, pero justamente datos como el excedente petrolero se manejan con tal secretismo que es imposible saber cuรกnto se destina exactamente, cรณmo se reparte y por quรฉ siempre resulta insuficiente. 

El gobierno amasa un discurso que desconoce los logros de sus antecesores. Por ejemplo, que existรญa una red de centros de salud gratuitos para la poblaciรณn y ambulatorios, que necesitaba ser reforzada y mejorada dentro de polรญticas pรบblicas sustentables y coherentes. Los mรฉdicos venezolanos, preparados en escuelas del Estado, que atendรญan los hospitales centrales, fueron testigos de la debacle, producto de las malas administraciones que nos trajeron a este rรญo: desabasto de insumos, intervenciones quirรบrgicas que se retrasan hasta hacer irreversibles los daรฑos en la salud del paciente e historias que se volvieron cotidianas, como esta: “Un paciente de la tercera edad falleciรณ el mes pasado acรก en el Hospital Central de Maracay por falta de antibiรณticos. Muriรณ de neumonรญa. ร‰l no tenรญa plata para comprar el medicamento y aquรญ no habรญa. Esto es el dรญa a dรญa. No hay materiales para trabajar, sino que los traen los pacientes”, denuncia Josรฉ Trujillo, mรฉdico sanitarista y toxicรณlogo de ese centro de salud.

En los aรฑos 80 los hijos de quienes no poseรญan bienes de fortuna, e incluso los de la clase media, se formaban en las escuelas del Estado, con el รบnico amparo del buen rendimiento. Hoy en dรญa se percibe una merma en la calidad de los servicios educativos resultado, por un lado de la poca atenciรณn prestada a la capacitaciรณn y remuneraciรณn del docente, que aunque ha recibido algunas mejoras aรบn no revierte el panorama (un maestro con licenciatura devenga Bs. 4.600 mensuales, unos 57,5 dรณlares).

Justamente estos dos sectores, la educaciรณn y la salud, son los que mรกs han han sufrido los bandazos de la polรญtica econรณmica que nos gobierna. La sequรญa de dรณlares y la dependencia a esa moneda extranjera que de modo preferencial recibe la dotaciรณn mรฉdica, coloca al sector en situaciรณn precaria. Por si fuera poco, el aislamiento al que se somete a la poblaciรณn traerรก consecuencias palpables en el mediano plazo, por el atraso y desactualizaciรณn en la formaciรณn de ciudadanos, que ya no pueden asistir a cursos y talleres internacionales, pero tampoco pueden traer con su dinero a especialistas para dictar cรกtedra aquรญ: las normas de restricciรณn de divisas y la deuda inmensa que sostiene el gobierno con las aerolรญneas imposibilita comprar pasajes a extranjeros. Ademรกs, los trรกmites para acceder a los dรณlares son un martirio que pocos entienden afuera. "Debo pagar el semestre del postgrado con el cupo viajero de mi tarjeta, que no ha sido aprobado, porque mi carrera no fue favorecida por la selecciรณn del Gobierno", es una frase que solo entendemos y padecemos en Venezuela.

 

La muerte, segรบn convenga

Maduro escribe que "los manifestantes son, creemos, la mitad de las vรญctimas mortales". Una vez mรกs, el mandatario que llama al diรกlogo enfoca con miopรญa a la parte del conflicto que se le acomoda. No explica las razones que segaron la vida de otros ciudadanos para los que รฉl tambiรฉn gobierna. Las ONG, Foro Penal y Provea, contabilizaron al dรญa siguiente de la publicaciรณn del artรญculo: 39 muertos en 60 dรญas de protesta; "en 12 (de los asesinatos), los testigos responsabilizan a grupos armados a favor del gobierno, solo 4 de las 39 muertes han sido policialmente resueltas".

¿Tiene o no el Estado el control de armas y municiones? ¿Por quรฉ grupos de motorizados con caras y posiciรณn polรญtica visibles disparan contra las manifestaciones? La respuesta parece estar en un par de frases que con clara voz salieron del primer mandatario en alocuciones televisadas: "yo le hice un llamado a las UBCH (grupos civiles a favor del Gobierno), a los consejos comunales, las comunas y colectivos: candelita que se prenda, candelita que se apaga… ". Y esta otra: "Los colectivos se han portado de manera impecable…" Se trata de grupos organizados en torno al chavismo, algunos provistos de armas y motos, a quienes se les observa enfrentando algunas protestas de la oposiciรณn.

Sin embargo, el mandatario abriรณ un compรกs en su artรญculo: "Ahora es un momento para el diรกlogo y la diplomacia…" Una semana despuรฉs el milagro ocurriรณ en cadena nacional de radio y televisiรณn y se sentaban en Miraflores, en un primer encuentro televisado, gobierno y oposiciรณn. En estos momentos, en Venezuela resulta curioso que se siente, se escuche y se le dรฉ voz a los opositores en medios controlados por el Estado. El formato recibiรณ crรญticas porque la apertura del Presidente durรณ cerca de una hora y รฉl tambiรฉn se encargรณ del cierre; ademรกs el vicepresidente fungiรณ como un moderador que se permitรญa hacer cuรฑas pro oficialistas antes de anunciar los interlocutores.

Pero la oposiciรณn armรณ una estrategia y se repartiรณ los temas a discutir, con lo que mostrรณ amplitud y contundencia en los planteamientos: economรญa, inseguridad, elecciones, corrupciรณn, acciรณn judicial contra dirigentes polรญticos, apego a la Constituciรณn. Los voceros oficiales prefirieron las consignas, volver a pรกginas del pasado, recordar los hechos del golpe de abril de 2002, sin respuestas concretas ni planteamientos de cara al futuro inmediato. Quedรณ claro, sin embargo, que el balรณn estรก en la cancha de la presidencia: prรณximos diรกlogos, mesas de trabajo, decisiones de indultos y sobreseimientos, reconducciรณn de la polรญtica econรณmica y revisiรณn de procesos con respeto y apego a la Constituciรณn.  

 

 

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Periodista venezolana


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