Una biblioteca, un bibliotecario, amores que son libros, frases de amor que son citas literarias, abundante saber libresco. Libros, libros, libros. El mal de libros.
Juan Villoro nació rodeado de libros. Hijo del filósofo Luis Villoro, esto era inevitable. De eso, de libros, está formado su mundo. En una obra anterior, El filósofo declara, dio cauce a los recuerdos nacidos de esa relación. En su reciente Conferencia sobre la lluvia paga otra clase de deuda. Una deuda de vida: su relación con los libros. El marco, por lo demás, es perfecto: la obra se representa actualmente en el foro Antonieta Rivas Mercado ubicado en el corazón de La Ciudad de los libros, en la Biblioteca México.
Su protagonista, un bibliotecario. Su forma, el monólogo. No puedo decir que es un monólogo dramático porque su tono en todo momento linda con el humor. Toda la obra gira en torno a los libros. La primera mujer del protagonista (tirana como la mujer del sinólogo de Auto de fe) vive, sin detenerse nunca en su contenido, poniendo orden en su biblioteca, plumero en ristre, hasta que lo abandona. Le sigue Laura. La conoce, claro, en medio de libros. Se hacen amantes. Su relación transcurre en medio de citas literarias. Descuiden: no voy a dar cuenta de su trama. Leí el libro (Conferencia sobre la lluvia, Almadía, 2013) y vi la obra. Luego de verla, volví a leer el pequeño volumen que la contiene. Disfruté mucho más el libro que la puesta en escena. El actor, me parece, hace infructuosamente su mejor esfuerzo. No es un trabajo sencillo. La obra, al menos en términos dramáticos, no le da muchos elementos para su lucimiento. Con esto quiero decir que la obra es excesivamente literaria. Tanto libro, tanto poema citado, no aligeran su desarrollo dramático. No lo lastran tampoco. La obra se deja ver. Se disfruta, por encima del esfuerzo del director y del iluminador, la buena mano de Juan Villoro, su suave ironía.
Al salir del foro me empapé. Afuera de la biblioteca, por supuesto, estaba lloviendo.
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Conferencia sobre la lluvia de Juan Villoro
Dirigida por Sandra Félix, con el diseño de escenografía e iluminación de Philippe Amand, se puede ver hasta el 8 de septiembre en el foro Antonieta Rivas Mercado en la Biblioteca México
