Pensar la ciudad es un reto que implica sumergirse en un mar de conceptos, ideas y acciones infinitas. Este aรฑo se reรบnen en Mextrรณpoli, Festival Internacional de Arquitectura y Ciudad (antes Congreso Arquine, que este aรฑo cambia de cara y cuenta con nuevos aliados), destacados actores de la arquitectura y la urbe para hablar, desde sus trincheras, de lo quรฉ es la ciudad. Desde la gestiรณn y transformaciรณn de las ciudades, como lo expusieron los ex alcaldes de Bogotรก Antanas Mockus y Jordi Hereu de Barcelona; pasando por el arte, como lo mostraron Pedro Reyes y Frederic Amat; hasta la crรณnica, panorama desarrollado por Juan Villoro o la fotografรญa de arquitectura de Iwan Baan.
Sin embargo, una de las propuestas mรกs llamativas y estimulantes fue la de Josรฉ Castillo, arquitecto mexicano que cuestionรณ la praxis del arquitecto al exponer una serie de ideas para pensar la ciudad con un enfoque autocrรญtico. Para sostener su hipรณtesis, Castillo definiรณ a la arquitectura como una profesiรณn obsesionada con su propia imagen. Recordando el mito de Narciso –el hermoso joven hipnotizado por su reflejo e incapaz de ver al exterior– se cuestionรณ la capacidad de la disciplina para relacionarse con su entorno y dar respuestas coherentes y รบtiles en la construcciรณn del espacio. Si la ciudad es la confluencia de lo fรญsico con lo social, vale la pena preguntarse cuรกl es la postura de los arquitectos y urbanistas en este binomio, si son capaces de interactuar con la ciudad haciendo girar el engranaje de la urbe o si solo se hacen testigos pasivos de la transformaciรณn con proyectos desarticulados e incapaces de dialogar con el entorno. Para รฉl, el diseรฑo arquitectรณnico es mรกs que talento, requiere de una visiรณn perifรฉrica y comprometida que permita repensar los modos en que se construye la ciudad.
Cuando se hace hablar a la ciudad no siempre se escuchan cosas agradables, ese gigante que crece y se torna complejo exige de oรญdos y voces capaces de dar respuestas claras y comprometidas, menos narcisistas y mรกs democrรกticas. En una labor casi antropolรณgica, el arquitecto se vuelve negociador de pugnas sociales y polรญticas haciendo visibles conflictos y argumentos pues “el urbanismo como polรญtica define quiรฉn gana y quiรฉn pierde, que idea se privilegia”. Asรญ, un arquitecto menos narcisista es capaz de empoderarse para generar decisiones arquitectรณnicas y urbanรญsticas que den cuenta de la idea de ciudad que se propone, se trata pues de una prรกctica mรกs relacionada con el contexto polรญtico; mรกs que un arte, el urbanismo y la arquitectura son herramientas polรญticas que miden su eficacia con la reacciรณn del arquitecto, con su postura polรญtica, ideolรณgica y sobre todo รฉtica. Para Castillo, una prรกctica comprometida con la ciudadanรญa (lo que implica intercambio, trabajo con la comunidad, generaciรณn colectiva de ideas) es capaz de generar polรญticas activas sobre la transformaciรณn del espacio: el privilegio del espacio pรบblico, la movilidad, son muestra de ello.
Otro de los temas abordados fue el de la vivienda, un tema de interรฉs en tanto que “construir vivienda no es construir ciudades”. El sentido de urbanidad no necesariamente estรก presente en la vivienda, basta ver los conjuntos de vivienda de autoconstrucciรณn de los bordes de la ciudad. Frente a los grandes conjuntos de viviendas de interรฉs social Castillo se cuestionรณ el papel del arquitecto en la construcciรณn de condiciones de equidad y de un sentido de comunidad para sus habitantes, asรญ como la corresponsabilidad entre funcionarios, arquitectos e incluso intelectuales en la producciรณn de vivienda social y por ende, en la transformaciรณn de la urbe. La propuesta fue la de una tipologรญa de vivienda capaz de ofrecer rentabilidad frente a sustentabilidad, estrategia que es al mismo tiempo una oportunidad para transformar el espacio y los modos de habitar.
El enรฉrgico llamado de Castillo a los arquitectos se extiende a todas las disciplinas y hace eco en la ciudadanรญa como fuerza detonante de los cambios en la metrรณpoli, finalmente hacer ciudad implica volverse mรกs ciudadano.
Maestra en historiografรญa e historiadora de la arquitectura.