Nuevo corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV a XVII)

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La primera edición de este renovado Corpus de la antigua lírica popular hispánica apareció hace quince años en la editorial Castalia. Se reimprimió en 1990 y se vio luego enriquecida con un Suplemento en 1992. Ahora Margit Frenk vuelve a publicar su magnífica colección de textos tradicionales de nuestra lírica popular con una sustancial aportación de nuevos materiales, y multitud de nuevas anotaciones críticas y eruditas, testimonio fructífero de su constante y prolífica labor investigadora en este terreno de nuestra tradición poética. Durante muchos años ha seguido trabajando con un fervor y talento ejemplares en el rastreo libresco y la selección y glosa de tantos poemillas y cantares dispersos, y en sus varios y muchos ecos literarios, para enriquecer tan preciso y caudaloso repertorio, y he aquí su nuevo fruto, para provecho de todos los estudiosos de la lírica popular: este Nuevo Corpus, en dos amplios tomos y más de dos mil páginas, con sus numerosos y útiles índices, y sus ciento y pico páginas de bibliografía. Lo editan con admirable cuidado y sólida elegancia la Facultad de Filosofía y Letras, el Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica. Este fulgurante Nuevo Corpus refrenda así no sólo la prodigiosa vivacidad de esa lírica popular, ya evidente en la primera edición de Castalia, sino la productiva tarea de erudición y crítica que ha logrado aumentar de forma tan notable su repertorio poético.
     El espectacular aumento de textos y notas es evidente en el número de poemas, pero también en sus doctas glosas. Basta con ojear y hojear los tomos. Y lo precisa además, con su habitual pulcritud, Margit Frenk:

La gran cantidad de rimas y cantares nuevos, la abundancia de fuentes antiguas que suministraron versiones para mí antes desconocidas y los muchos materiales que vinieron a enriquecer las notas, convierten esta obra en un libro nuevo, diferente. Para dar una idea: contando todos los textos distintos y todas las nuevas versiones que merecieron entrada aparte, el Corpus reunió 2687 cantares y rimas; el Nuevo Corpus comprende más de 3790, o sea, que se han añadido más de 1100. El número de versiones que han venido a enriquecer el aparato crítico de los textos es aún mayor, y son muchas las adiciones hechas a las notas.

Como nos advierte, ésta es una compilación de horizontes abiertos. Su afán exhaustivo está combatido por la riqueza misma de sus ingredientes, e invitará a nuevos suplementos, a medida que sigan apareciendo nuevos poemillas del legado popular, selvático y desparramado. Pero estos añadidos al Corpus lírico, como ahora los muchísimos nuevos textos del actual repertorio, quedarán muy bien encajados en el marco muy bien definido desde la primera edición. Aquí se han introducido más de mil textos y muchísimas nuevas notas, siempre respetando el orden y la numeración de la primera edición, con un criterio utilitario y muy acertado para el manejo y cita de los mismos. (Y que, a la vez, facilitará un posible “crecimiento orgánico del Corpus” con futuras aportaciones de otros investigadores, si éste avanza como una empresa colectiva, cumpliendo el deseo de la autora.)
     Conviene destacar —aunque se trata de un rasgo obviamente evidente para todos sus usuarios— que este extenso Corpus ofrece una edición crítica de su riquísimo repertorio. De peculiar precisión, teniendo en cuenta el carácter abierto y oral de la tradición poética popular, de múltiples variantes, que conlleva un constante esfuerzo selectivo, atento a los mil detalles de grafía, fonética, métrica, etcétera. Margit Frenk lo advierte muy bien:

El Corpus de la antigua lírica popular hispánica y su sucesor, el Nuevo Corpus, han querido ser algo así como ediciones críticas; son, ciertamente, ediciones críticas sui generis, dada la índole de su materiales. En la medida en que éstos proceden de una tradición oral y en la medida en que aparecieron en fuentes escritas muy heterogéneas, no podían someterse a los rigores de una crítica textual canónica. Sin embargo, sí he procurado cumplir con varios de sus principios fundamentales, sobre todo, la fidelidad a las fuentes originales, el escrupuloso registro de variantes, la coherencia en los criterios editoriales.

El arduo desafío crítico ha quedado resuelto con rigor y claridad ejemplares. Las notas a cada texto, con sus indicaciones de fuentes y referencias a anteriores ediciones, y amplio registro de variantes, con matices propios y contextos curiosos muchas veces, muestran una admirable erudición y pericia en el manejo y cotejo de variadísimas fuentes, espigadas con perspicaz mirada literaria.
     Examinando el conjunto de estos poemillas y versos, el lector queda admirado de la riqueza y frescura de esta antigua poesía tradicional, de hondas y claras raíces en el sentir mostrenco y el ingenio verbal y musical de gentes anónimas de hace unos siglos. Se trata, por otro lado, de una poesía difícil de fechar (aunque aquí se sitúan estos testimonios entre los siglos XV a XVII), porque sus motivos y sus acentos vienen de la época medieval, y sus ecos se prolongan, en rimas sueltas, canciones y cancioneros, hacia tiempos más modernos. La lírica popular excede por esencia todo marco histórico, puesto que en su trama poética refleja sentimientos humanos muy generales y trasciende lo anecdótico y puntual. Podemos, en efecto, encontrar paralelos a sus motivos en antiguos cantos de amor de los griegos —en Safo, por ejemplo— o en poemas árabes. Son de siempre las quejas de amor o los requiebros eróticos o los suspirillos campestres. Por otra parte, aires, motetes y estribillos populares penetran en las obras literarias refinadas, como se ve en el teatro y en la lírica de nuestro siglo áureo, que coincide en gran parte con este periodo, y aquí y allí perviven frescos sus ecos (en Lope, Góngora, Calderón, etcétera). La comunicación pronta entre la alada poesía anónima “del pueblo” yla literatura de autor forma parte de un juego bien conocido, aunque es un comercio difícil de precisar. Tanto los románticos como los folkloristas más modernos lo han destacado. Y las notas de estos dos tomos son, a tal efecto, muy elocuentes y de provechosa precisión en sus doctas citas.
     El abanico temático de esta lírica se abre a una variedad de tópicos tradicionales: desde los amorosos y eróticos de diversos tonos y colores, hasta las coplas de escarnio, las sátiras y burlas, pasando por las canciones para fiestas y danzas, los requiebros rústicos, cantos de pastores y de labranza, y curiosas adivinanzas. Es un repertorio fresco y gracioso, a veces galante y otras picante, muchas malicioso y de intención pícara, una lírica muy fácil de sentir y de cantar, que gozó casi siempre de acompañamiento musical. Es una poesía popular que se tararea en apuntes breves y acentos ligeros, pero clara, apasionada y festiva, a menudo con un aura rústica, pero de especial sutileza, que compensa la brevedad en sus versos con su vivaz e intenso colorido, con tonos emotivos e ingenuos. Sus versos emiten guiños maliciosos unas veces, y otras lamentos o burlas, y siempre dan a sus sentimientos una singular agudeza y una cálida seducción. La lírica tradicional gusta de ritmos sencillos y voces cantarinas y por doquier despide un terso y sugestivo perfume, que le llega al lector de forma inmediata e impresiona con intenso frescor y le sugiere la atmósfera vivaz y el ingenio popular hispánico de nuestra mejor época literaria.
     Sería un cuento de nunca acabar intentar citar algunos de estos más de tres mil poemillas de autor anónimo, tintineantes y de tersa gracia, que uno lee y relee con sorpresa, diversión y emoción. Cualquier selección de unos pocos sería menguada y muy difícil. Lo mejor es invitar al lector a adentrarse en estos tomos a su aire para saborear esa poesía sencilla y clara, chispeante en los fragmentos de espejo, repasando decires y coplillas y redescubriendo sus reflejos. Para los estudiosos de la literatura española ésta es, sin duda, una obra de indispensable referencia y consulta. Para quien guste de la poética popular, es decir, de la poesía sin más, en versos cortos de humilde retórica, pero con fresca finura del sentir y del decir, será un paseo festivo de memorables encuentros y misteriosa música. ~


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