Palabras con tarea

El poeta aconsejaba tomarlas del rabo y hacerlas chillar, a las palabras. Gabriel Zaid, poeta y filólogo, toma otra ruta más amable: las examina, las analiza, recorre su cuerpo vivo, siempre cambiante. Ahora revisa el gerundivo latino y sus posibilidades en nuestro idioma. “Lo que hay que hacer” en este caso es leer, aprender y disfrutar.
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Los romanos eran muy ejecutivos. Tuvieron una forma verbal especializada en marcar la acción qu debe ejecutarse: el gerundivo. A diferencia del gerundio, que marca una acción en proceso de ejecución (cantando); y a diferencia del futuro, que marca una acción que será ejecutada (cantaré), el gerundivo cantandum (sin equivalente en español) les permitía decir con la terminación –andum lo que en español requiere cinco palabras: lo que hay que cantar. “La canción que hay que cantar” se decía con dos palabras: carmen cantandum.

No es el imperativo (canten), que ordena a las personas ejecutar la acción. El gerundivo marca la acción como tarea, sin dar la orden de que se ejecute ni definir a quién le corresponde ejecutarla: es impersonal. La tarea (debida, necesaria o posible) es el sujeto pasivo de la acción.

Cuando José Molina Ayala me explicó que agenda y otras palabras latinas semejantes señalaban lo que hay que hacer, recordé el estribillo oratorio de Catón: Delenda est Carthago (Lo-que-hay-que-aniquilar es Cartago), que traducido libremente sería: “Hay que borrar del mapa a Cartago” –como lo hizo finalmente el Imperio romano. Arrasó la ciudad y se llevó de esclavos a los sobrevivientes.

No hay en español terminaciones de palabras (sufijos como –enda y –andum) que las marquen como tareas. Hay grupos de palabras para indicarlo (por ejemplo: “lo que hay que”). Hay palabras derivadas de gerundivos latinos (como agenda y memorándum) que conservan su forma y función, aunque en español no son formas verbales sino sustantivos. Hay otras (como comanda y crescendo) cuyo origen último es el latín, pero no un gerundivo. Otras (como doctorandomaestrando ¡y hasta licenciando!, que parece excesivo existiendo pasante) son cultismos coquetos calcados del latín. También hay palabras como berrendo y bufanda que parecen gerundivos, pero nada tienen que ver con berrear o bufar. Y, así como existen imperativos por la función (¡Andando!) que no son imperativos por la forma verbal (a diferencia de ¡Levántate y anda! que tiene, gramaticalmente, forma de imperativo), hay “gerundivos” por la función únicamente, bajo diversas formas. Pero el concepto puede extenderse demasiado. En toda decisión, decreto, ley, mandamiento, mandato, orden, precepto, sentencia, hay algo que hacer, pero las palabras mismas no parecen gerundivos, a diferencia de manda, que tiene el aire de serlo.

En la siguiente lista de presuntos gerundivos, no están todos los que son, ni son todos los que están.

adenda: Las cosas que hay que añadir. El latinismo addenda et corrigenda (añadir y corregir) se usa para listar errores y omisiones al final de un libro o de un contrato.

agenda: Las cosas que hay que hacer. Es una forma de ago (hacer), que originalmente significó empujar, según Ernout y Meillet (Dictionnaire étymologique de la langue latine). La contrastan con duco (mover desde adelante), porque ago es mover desde atrás: pushing frente a leading, en el vocabulario ejecutivo de hoy.

Amanda: La que ha de ser amada.

bebienda: Lo que se ha de beber. La he escuchado como forma jocosa de referirse a

la provisión de botellas.

comanda: Lista de lo que pide el cliente (en un restaurante) y hay que llevarle a la

mesa. Tiene el aire de un gerundivo y se usa como tal, pero viene del francés commande, a su vez del latín mando (poner en la mano, confiar, encargar, hacer saber).

crescendo y decrescendo: Lo que hay que subir o disminuir gradualmente de intensidad (en la música). Están en un caso análogo al anterior. Vienen del italiano, a donde llegaron del latín cresco, decresco.

considerando: Lo que ha de considerarse. Es un gerundio sustantivado que llega a usarse como gerundivo: “Sobran considerandos.”

corrigendo: El muchacho que ha de ser corregido en una correccional.

demanda: Lo que hay que satisfacer. Caso análogo a comanda.

Quod erat demonstrandum: Lo que había que demostrar. Frase usada al final de una demostración (con la abreviatura QEP) para darla por cumplida.

desposandos: Los que han de desposarse.

dividendo: Lo que hay que dividir. En aritmética, la cantidad que debe dividirse entre el divisor. En finanzas, las utilidades que han de repartirse entre los accionistas.

doctorando: El que ha de doctorarse.

educando: El que hay que educar.

encomienda: El encargo que hay que atender. Caso análogo a comanda.

enmienda: Lo que hay que corregir. Análogo a corrigenda por el significado y a

comanda por la raíz mando.

estupendo: Lo que hay que admirar.

examinando: Persona que ha de ser sujeta a examen.

graduando: Persona que ha de recibir un grado.

leyenda: Lo que ha de ser leído.

manda: Voto que ha de ser cumplido.

memorando: Lo que hay que recordar.

minuendo: Cantidad que hay que restar.

Miranda: La que ha de ser admirada. Según Gutierre Tibón (Diccionario

etimológico comparado de nombres propios de persona), por la heroína de

La tempestad de Shakespeare se hizo popular este nombre, paralelo a Milagros. Ambos derivan de miror, maravillarse.

molienda: Lo que ha de molerse.

multiplicando: Cantidad que ha de ser multiplicada (en las operaciones aritméticas).

nefando: De lo que no hay que hablar.

ofrenda: Don que se ha de ofrecer.

ordenando: El que ha de ser ordenado (en el mundo eclesiástico).

propaganda: Lo que hay que difundir.

pudendo: Lo que ha de recatarse.

referéndum: Asunto que ha de someterse al voto popular.

refrendo: Lo que ha de ser corroborado.

reprimenda: Expresión airada de lo que no hay que hacer.

reverendo: El que ha de ser tratado con reverencia. Se usa también como burla.

Servando: El que ha de ser conservado, según Tibón.

sumando: Cada una de las cantidades que han de sumarse.

sustraendo: Cantidad que ha de restarse.

tonsurando: El que ha de recibir la tonsura (en el mundo eclesiástico).

tremendo: Lo que ha de ser temido.

venerando: Lo que hay que venerar.

vitando: Lo que hay que evitar.

Las gramáticas de la lengua española no se ocupan del tema, pero hay buenos artículos sobre los gerundivos en la Wikipedia (español, inglés, portugués, italiano; extrañamente, no en francés). ~

 

(Letras Libres, enero 2013)

 

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(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


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