Pero qué bonito y sabroso…
El asunto de la Reforma Integral de la Educación Media y Superior (RIEMS) agita también las aguas anuales de lo que en el argot libertario se conoce como “el problema de los rechazados”, es decir, las decenas de miles de jóvenes que no consiguen sitio en las instituciones de educación superior como la UNAM y el IPN.
Las organizaciones que viven de ese giro, como el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAES), organizan ya sus marchas, protestas y “semáforos informativos” edición 2009. Una de esas marchas, que se llevará a cabo el 30 de junio, será frente a la embajada de Cuba, donde el MAES solicitará “asilo, por ser éste el único país de América que garantiza la educación para todos”.
Sí, pero no.
Como dicen aquí los mismos cubanos:
Ingresan en la Educación Superior todos aquellos jóvenes que hayan concluido la enseñanza precedente y hayan aprobado los exámenes de ingreso.
Es decir, ingresan los mejores, pero no todos: todos tienen derecho a tratar de ser los mejores, pero no todos lo consiguen. Y los que no aprueban, no entran, pues no se ganaron el derecho de ejercer su derecho. Y no se llaman “excluidos” ni “rechazados”: se llaman reprobados, chico.
En la UNAM es casi lo mismo (el casi se debe a que los cubanos no tienen pase automático, o reglamentado, como nosotros). Pero eso aparte, a la UNAM ingresan los que pasaron sus exámenes de preparatoria y sacan los mejores resultados en el examen de admisión.
El empresario privado que es dueño de Cuba, comandante Fidel, ha escrito aquí lo orgulloso que está de que en Cuba hay “posibilidades educacionales para todos los ciudadanos”. Todos tienen la posibilidad (sic que grita ¡Patria o muerte! –hola Carlos-) de ingresar a la universidad o a una escuela técnica, pero esa posibilidad se consigue, no se otorga.
Huelga decir que quien no adquiere las “competencias” (los mismos conceptos y términos de la RIEMS) en la educación media, no entra a estudios superiores. Y que si quien entró no cumple a la perfección con sus obligaciones, se sale. (También huelga decir que quien manifiesta su “pensamiento crítico”, también se sale; y que los okupas, se salen; y que los que plagian, hacen trampa o compran las tesis hechas, se salen; y que los maestros e investigadores aviadores, se salen; y que…)
Por otro lado, poner en práctica la posibilidad de ingresar es súmamente ardua en Cuba. Es necesario, como dice aquí
Aprobar los exámenes de ingreso será un requisito sin excepción de ningún tipo, para acceder a la educación superior cubana.Todo aspirante a la educación superior realizará tres exámenes comunes obligatorios: Historia de Cuba, Español y Matemática.
Se considerará aprobado al aspirante que obtenga 60 puntos o más siendo 100 el máximo posible.
Todos los estudiantes que por las diferentes vías que existe tengan carreras preotorgadas tendrán que aprobar los exámenes de ingreso para ratificar la carrera que preliminarmente le hayan otorgado.
A los estudiantes que integran la preselección nacional a las Olimpiadas de ciencias exactas, se les preasignará la carrera que soliciten en la universidad de su preferencia. Posteriormente, deben aprobar los exámenes de ingreso para ratificarla.
Los estudiantes que pretendan cursar las distintas carreras que se
ofertan en la modalidad de Educación a Distancia también poseen como requisito indispensable aprobar el examen de ingreso.
Medidas que, se explica ahí mismo, “no contradicen en nada el acceso universal a los estudios superiores por parte de todos los cubanos.”
Que haya exámenes rigurosos de ingreso ¿hace pensar que la educación media y superior en Cuba obedece a las presiones del Banco Mundial, la OCDE, el FMI y el neoliberalismo en general? ¿O habrá que pensar que obedece solamente al sentido común y al realismo presupuestal?
(Otra actitud cubana que me parece correcta: según su ministerio de información, en Cuba hay 322 centros politécnicos y 152 escuelas de oficios que atienden a 300.000 alumnos inscritos en 15 especialidades de obreros calificados y 50 especialidades de técnicos medios. La ley en Cuba señala que debe haber relación entre la educación y el trabajo, pues toda la educación “está dirigida a resolver los problemas que atañen al interés de la sociedad y al beneficio del pueblo”. No parece incomodarles que sus escuelas estén relacionadas con las necesidades prácticas de la sociedad, ni les parece que adquirir calificaciones como técnico tenga menos importancia o relieve o prestigio que adquirirlas para ser licenciado.)
En fin, que estudiar en Cuba supone entrega, disciplina, orden, mucho trabajo (y no ejercer el pensamiento crítico, porque el Estado ya es perfecto). Si le interesa conocer más del asunto, asómese aquí.
Así las cosas, quizás el movimiento de “rechazados” o “excluidos” (que suena aún más fransfanon) hará mal en solicitar asilo a los cubanos…
¿Qué haría si se lo otorgan?
Tendrían que prepararse muy arduamente para esos exámenes. Y luego tendrían que enojarse y protestar porque quedaron “excluidos”, y luego ejercer mucho “pensamiento crítico” y aceptar las consecuencias y luego solicitar permiso a las autoridades cubanas para hacer sus marchas y semáforos informativos en las calles de La Habana para ir a pedir asilo a la embajada de… de…
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.