Desciendo en el bochorno de la tarde por la cornisa estrecha de la sombra de las casas de Porta Pinciana. Brinco del sol a tu guarida. Apoyabas tus brazos sarmentosos en la plancha de mármol,…
Aquí está la cañada, una tira de piel que cubre la brecha como un puente colgante. Del grosor de un paño, tiembla con la sangre que corre debajo. Algo menos tangible cursa allí también, una…