Elsa Cross (ciudad de México, 1946) y Pura López Colomé (ciudad de México, 1952) son las ganadoras ex aequo de la edición 2007 del Premio Xavier Villaurrutia por sus respectivos libros Cuaderno de Amorgós (Aldus) y Santo y seña (FCE). Es éste un merecido elogio a los poemarios mencionados, pero, además, la oportunidad de celebrar junto al jurado (Bárbara Jacobs, Coral Bracho y David Huerta) la relevancia de una labor sostenida desde hace décadas por dos poetas sólidas, cuyo trabajo —la exploración cada vez más profunda de una empresa lírica personal— ha comprendido el acarreo de materiales poéticos de otras latitudes: en Cross, los paisajes lejanos, las voces extranjeras y las formas orientales de la espiritualidad y el misticismo moldean la meditación del poeta en torno a las formas del mundo; en López Colomé se conjugan una loable y constante labor de traducción (Seamus Heaney a la cabeza de su Olimpo personal), así como la conformación de un mundo lírico donde conviven la lamentación y la maravilla ante el universo y sus misterios. Una voz como en sordina, abocada a la no-búsqueda de un equilibrio; la otra marcada por redobles sonoros e imágenes complejas.
No son estas escrituras antitéticas —no hay en el arte nada tan definitivo e inamovible como para no tocarse en algún estamento creativo, para coincidir al cabo de profundas divergencias—, sino posturas complementarias frente al fenómeno poético. Además de los puentes escriturales tendidos hacia otras tradiciones y culturas, hermana a las poetas galardonadas la despaciosa cualidad rítmica de sus poemas. Ambas marcan con especial interés los merodeos, divagaciones y morosas delectaciones que dan cuerpo a sus escrituras.
– Luis Jorge Boone
