Seguridad nacional republicana

El รบltimo debate republicano de 2015, dedicado al tema de la seguridad nacional, fue un ejemplo inmejorable de como los demagogos florecen en tiempos de crisis.ย 
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En todas las latitudes y en todos los momentos de la historia, los demagogos han florecido en tiempos de crisis, y arando en la irracionalidad polรญtica casi congรฉnita de los ciudadanos mรกs ignorantes.

El รบltimo debate republicano de 2015, dedicado al tema de la seguridad nacional de Estados Unidos, es un ejemplo inmejorable. La coyuntura no podrรญa haber sido mรกs propicia para alimentar temores y prejuicios. El debate se llevรณ a cabo despuรฉs del atentado en San Bernardino donde una pareja de musulmanes con ligas al fundamentalismo islรกmico de ISIS asesinรณ a 14 personas, y ese dรญa las autoridades de Los รngeles cerraron muchas escuelas pรบblicas como respuesta a la posibilidad de un bombazo en una de ellas.

En Los รngeles, afortunadamente, la amenaza no pasรณ a mayores. San Bernardino habrรญa sido un incidente menor si los asesinos no se hubieran armado hasta los dientes gracias a la libre venta de armas de alto poder que han convertido a los tiroteos en parte de la vida diaria de los estadounidenses, y que el partido republicano apoya sin reservas.

Los debatientes republicanos no mencionaron ni por asomo la obvia relaciรณn causa-efecto entre la venta de armas de alto poder y lo sucedido en San Bernardino. Centraron su atenciรณn en el islam que practicaban los asesinos e inventaron una crisis al servicio de su demagogia.

Informaron y afirmaron que Estados Unidos estรก en estado de guerra (y para colmo de males con un Comandante en jefe dรฉbil y dubitativo) y repitieron como un mantra colectivo que “les estรกn robando el paรญs” (los musulmanes, por supuesto, y de paso todos los inmigrantes, especialmente los ilegales).

¿Y quรฉ propusieron hacer para remediar la “ineficacia” de Obama y Clinton –a quiรฉn se mencionรณ una y otra vez como si ocupara la vicepresidencia de los Estados Unidos–, acabar con la guerra y evitar el robo de la naciรณn?

De menos a mรกs. Carly Fiorina propuso poner la tecnologรญa de punta de empresas privadas al servicio del Estado (a tono con su abismal arrogancia, asegurรณ tener todos los contactos para lograrlo).

Jeb Bush, que tuvo un mejor debate pero tal vez demasiado tarde para consolidar su candidatura, asegurรณ que para luchar contra el Estado Islรกmico o ISIS, habรญa necesidad de construir una coaliciรณn multinacional –paรญses รกrabes incluidos– a imagen y semejanza de la que armรณ Bush padre contra el dictador iraquรญ Saddam Hussein (padece, al parecer, una alergia aguda a las ideas propias).

Trump propuso, de plano, prohibir la entrada al paรญs a los musulmanes y tomar por asalto el Internet para evitar que ISIS lo use. Si esas medidas violentan las libertades individuales inscritas en la Constituciรณn, peor para esas libertades constitucionales (pura y desechable “correcciรณn polรญtica”).

Soluciones menores, por supuesto. Los precandidatos republicanos dedicaron mucho mรกs tiempo a los remedios terminales. Trump, Cruz y Carson propusieron de plano arrasar con ISIS donde quiera que estรฉ, hasta que no quede piedra sobre piedra. Muy pocos pondrรญan reparos a la necesidad de acabar con un movimiento fundamentalista bรกrbaro y cruento, que blande una ideologรญa de la edad de piedra. Pero la propuesta republicana tiene dos problemas elementales.

El primero es que serรก imposible vencer a ISIS sin que sus enemigos desplieguen tropas en el terreno (y ningรบn republicano estรก dispuesto a mandar soldados norteamericanos a Siria).

Paradรณjicamente, han adoptado la misma estrategia del comandante en jefe que tanto desprecian. Como Obama, quieren acabar con ISIS atacรกndolo solamente desde el aire. Una polรญtica militar que cobrarรญa decenas de miles de vรญctimas civiles.

El doctor Ben Carson (que es la mejor prueba de que un especialista brillante en su campo puede ser un tonto, iluso e ignorante en el resto), afirmรณ de plano que esos civiles obliterados serรญan un costo colateral menor: como el miedo de sus pacientes antes de una operaciรณn que les devolverรก la salud.

Y Ted Cruz, que es tal vez un republicano mรกs temible que el mismo Trump –mรกs radical, deshonesto y amoral– se refugiรณ en la  ambigรผedad cuando un moderador le preguntรณ si pare vencer a ISIS se atreverรญa a bombardear a Raqqa –la capital que reclaman los yihadistas– una ciudad que alberga a decenas de miles de civiles sirios.  

Si รฉste es el modelo de paรญs en que se convertirรก Estados Unidos en el remoto caso de que uno de estos republicanos llegara al poder, el asunto del robo nacional estarรญa resuelto. Ni quiรฉn lo quiera.


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