Snapshots

Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Buscando el sentido de mostrar fotos tasajeadas"Nadie puede saber si la foto estรก en el disparo o en sus resultados", afirmaba el pedagogo chino Lin-Pao tres siglos antes de que la fotografรญa tal como se conoce se hubiera inventado. El pedagogo, cuyo pensamiento sรณlo se conoce por las telas bordadas que confeccionaron sus seguidores durante momentos histรณricos adversos, ideรณ lo que llegarรญa a denominarse la Escuela del Dolor Humano de Sechuรกn.
     En aquel tiempo era usual entre algunos miembros de esta escuela hacer prรกcticas de diversa รญndole, basรกndose principalmente en la milenaria tรฉcnica de la Cรกmara Oscura, que pretendรญan multiplicar las instancias del dolor por medio de imรกgenes virtuales. De esta forma se sacaba provecho del sufrimiento ajeno. Entre otros hallazgos, los seguidores de Lin-Pao habรญan llegado a la conclusiรณn de que el resultado obtenido de manera directa carecรญa por completo de la esencia necesaria para convertirse en un dolor-sรญmbolo, que era el tipo de dolor que se generaba en la Escuela del Dolor Humano de Sechuรกn por medio de las tรฉcnicas que el pedagogo chino adaptรณ como producto de su experiencia.

Quizรก el aporte mรกs significativo de Lin-Pao fue la pretensiรณn de sistematizar sus conclusiones. Los รบltimos aรฑos de su vida los dedicรณ a describir las formas de un dolor que para muchos se presenta sรณlo en su aspecto negativo. Aquel texto fue destruido por las autoridades del Imperio durante los aรฑos mรกs duros de la hambruna que asolรณ la regiรณn central a fines del siglo XVI. Esa รฉpoca de crisis, en la que no se podรญa tener una perspectiva adecuada del dolor ajeno a causa de las muertes masivas que produjo, le costรณ la vida a Lin-Pao, quien fue ahorcado en un acto pรบblico presenciado por miles de personas.

De la lectura de las telas bordadas que en secreto confeccionaron los seguidores inmediatamente despuรฉs de la destrucciรณn del manuscrito, llaman especialmente la atenciรณn las reflexiones que se producen a partir del estudio de las probabilidades de la Cรกmara Oscura.

En ellas se plantea la duda sobre si la verdadera imagen se encuentra en el instante en que se genera o en sรญ misma. El pedagogo afirmaba tambiรฉn que hacer montajes en Cรกmara Oscura mostrando armas y sus violentos resultados es la vรญa mรกs directa para alcanzar los fines para los que fue creada la Escuela del Dolor Humano de Sechuรกn.

Uno de los principales problemas con los que se enfrentรณ Lin-Pao fue el de tratar de conseguir la representaciรณn exacta del instante mismo de los actos en general, sean รฉstos violentos, amorosos o heroicos. En un principio contรณ con la colaboraciรณn de algunos dibujantes, pero el carรกcter subjetivo de las imรกgenes que รฉstos producรญan lo hicieron prescindir rรกpidamente de sus servicios. Ideรณ entonces una especie de ciclorama formado por 24 espejos superpuestos —estos datos se deducen de la interpretaciรณn de las telas bordadas, pues no existen otras seรฑales de su existencia. Por medio de la saturaciรณn de imรกgenes sobre una pรกtina conseguida con polvo de zinc, resultaba posible la adaptaciรณn del instante, asรญ como su fijaciรณn en el รบltimo de los espejos.

En las telas no estรก seรฑalado si efectivamente se llevรณ a cabo una tรฉcnica semejante. De los bordados resalta tambiรฉn la intenciรณn de recrear distintas รฉpocas del Imperio, asรญ como diferentes estรฉticas —correspondientes cada una a determinada regiรณn. Nunca se pretendรญa captar el instante presente. En muchas ocasiones el mismo Lin-Pao y su compaรฑera, Siu Mey, servรญan de modelo para sus propias recreaciones. De este modo buscaban presentarse con una identidad falsa para lograr el cometido de la Escuela: que los integrantes pudieran apreciar, tras la apariencia de una supuesta objetividad, escenas del dolor humano. Serรญa tedioso enumerar las distintas formas que encontrรณ Lin-Pao de sacar partido del sufrimiento de los demรกs. Sin embargo, las imรกgenes propuestas para la Cรกmara Oscura tienen que ver sรณlo con armas, con la simulaciรณn de guerreros en plena tarea —se recreaban especialmente los trajes y el maquillaje de quienes se dedicaron a matar primogรฉnitos en la Mongolia durante la รบltima guerra de expansiรณn del Imperio— y con la acciรณn trascendental que ejercรญan dentro de la Escuela los hombres pรกjaro, especie de comisarios que todo lo observaban para despuรฉs rendircuentas al mismo Lin-Pao.

Durante la hambruna de 1598, cuando el dolor de los habitantes se volviรณ insoportable, Lin-Pao y Siu Mey fueron enviados a regiones distintas, donde cada uno desarrollรณ su trabajo por separado.

Poco tiempo despuรฉs fueron apresados y la Escuela y sus sucursales destruidas con violencia. Del destino de la compaรฑera no se tienen datos precisos. Una sociedad tan compleja como la China del siglo XIV no podรญa soportar verse reflejada a sรญ misma por medio de las representaciones de la Escuela del Dolor Humano de Sechuรกn.

Ni siquiera un Imperio tan poderoso como el que gobernaba China en 1598 tenรญa la capacidad de asumir el dolor humano como una fuente de placer y de provecho. Primero logrรณ que la pareja conformada por el pedagogo Lin-Pao y su compaรฑera Siu Mey se separara. Prohibiรณ las representaciones en conjunto. Cada uno siguiรณ su trabajo en confines opuestos del Imperio. Meses despuรฉs vino la destrucciรณn definitiva. Algunos de los integrantes de la Escuela lograron refugiarse en las montaรฑas del Himalaya. Se dedicaron a bordar las telas con las enseรฑanzas del pedagogo escondidos en las cuevas que abundan en la regiรณn.

Es interesante comprobar que las enseรฑanzas del pedagogo Lin-Pao hayan sobrevivido tantos siglos escondidas. Sรณlo a finales de la Revoluciรณn Cultural llevada a cabo en los aรฑos cincuenta aparecieron sus primeras manifestaciones.

En las regiones rurales al oeste de Pekรญn se empezaron a detectar distintas muestras de una tรฉcnica que permitรญa sacar provecho del dolor humano. Pero no serรญa sino hasta finales de los aรฑos ochenta cuando apareciรณ una serie de fotografรญas anรณnimas que de alguna manera buscaban recrear lo que el pedagogo habรญa ideado para su Cรกmara Oscura. Los ciudadanos, campesinos principalmente, empezaron a fotografiarse empuรฑando armas rudimentarias. Casi todas las imรกgenes muestran a los personajes haciendo coincidir el momento del disparo de la foto con la acciรณn violenta que el arma empuรฑada es capaz de llevar a cabo. En algunas provincias incluso se suscitaron situaciones trรกgicas, como cuando un fotรณgrafo fue despedazado por un hacha en el momento de obturar su disparador.

Es comรบn asimismo apreciar รกlbumes familiares con las fotos totalmente mutiladas por acciรณn de un arma punzocortante. Las familias mรกs modestas, de un tiempo a esta parte, confeccionan trajes que remiten a sucesos especialmente sangrientos de la Revoluciรณn Cultural. Muchos han ido recolectando con paciencia retazos de uniformes Mao inservibles para hacerse los trajes de los comisarios del pueblo en los momentos mรกs crudos de las razzias emprendidas para limpiar a la sociedad de contrarrevolucionarios. Las fotografรญas obtenidas asรญ permanecen escondidas.

Los ciudadanos que siguen actualmente las enseรฑanzas del pedagogo Lin-Pao deben tener un cuidado extremo en el momento de llevar a cabo sus prรกcticas. La persecuciรณn desatada desde hace unos aรฑos contra ellos es de tal intensidad que la pena es siempre el fusilamiento sin juicio sumario. Hasta ahora no se habla abiertamente en Occidente de la existencia de una ideologรญa semejante.

Muchas veces, observadores internacionales se han cuestionado la cantidad tan alta de ejecutados que existe actualmente en China. Las autoridades afirman que se trata de individuos que se dedican al narcotrรกfico y a la prostituciรณn. Quizรก la รบnica forma de poner fin a esta prรกctica de aniquilamiento sea precisamente llevando adelante, en otra sociedad, las enseรฑanzas que el pedagogo Lin-Pao ideรณ para la Cรกmara Oscura. La situaciรณn por la que pasan actualmente los seguidores del pedagogo necesita de un ojo con una perspectiva distinta que la represente. Sรณlo de ese modo la sentencia de que nadie puede saber si la foto estรก en el disparo o en sus resultados puede tener algรบn sentido. Sobre todo si se toma en cuenta que Lin-Pao habla de foto tres siglos antes de su invenciรณn y que la Escuela del Dolor Humano de Sechuรกn se encuentra en un extraรฑo momento de esplendor. -— Mario Bellatin

 

 

+ posts


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: