En la página web del Partido del Trabajo (línea de masas) se lee esta objetiva y veraz, dialéctica y científica esquela fúnebre firmada por la “Comisión Ejecutiva Nacional del Partido del Trabajo de México”:
El Partido del Trabajo de México lamenta el sensible deceso de nuestro camarada Kim Jong Il, líder del pueblo de Corea del Norte, y quien con gran sabiduría condujo a los norcoreanos por el camino de la paz y el desarrollo económico, político, social y cultural.
Sus aportaciones son, sin duda, un legado de suma importancia para todos los pueblos que buscan su liberación de las cadenas del capitalismo salvaje, siguiendo el ejemplo de su padre Kim Il Sung, fundador de la República Popular Democrática de Corea, quien hasta el último aliento luchó por un mejor país.
Reconocemos en ellos su liderazgo y su fortaleza para conducir los destinos de su gran nación.
Descanse en paz.
Me permito manifestar mi solidaridad con los camaradas del Partido del Trabajo en este difícil momento de dolor.
Un dolor que agravia al PT, a su causa, a sus camaradas líderes, a sus trece camaradas diputados y cinco camaradas senadores (en especial al camarada Fernández Noroña), a los camaradas trabajadores que constituyen la columna vertebral del Partido y, desde luego, a su candidato a la presidencia, camarada Lic. Andrés Manuel López Obrador.
Hago votos para que pronto reencuentren la serenidad tambaleada por esta pérdida irreparable.
Hago votos para que pronto renueven la esperanza en la figura de su Alteza Real, camarada Kim Jung Uno quien, estoy cierto, continuará la lucha contra el capitalismo salvaje y dejará un gran legado de suma importancia (que incluirá a su futuro hijito camarada Kim Jung Dos).
Serenidad y esperanza que les deseo también a los camaradas norcoreanos (que hasta cuando lloran lo hacen en coreografía), sobre todo al camarada de la chamarra gris.
que se ve que anda muy, pero muy jodido.
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.