“Lo último que necesitaba el mundo era otra marca de autos”, acepta Ricardo Reyes, vicepresidente global de Comunicación de Tesla Motors. "Nosotros no empezamos porque decidimos que el mundo necesitaba otra compañía de coches de lujo. Nosotros comenzamos con una misión", explica en español este alto ejecutivo de Silicon Valley, quien llegó desde sus oficinas de Fremont, California, al restaurante Luzia en Park Plaza en Santa Fe para anunciar oficialmente la llegada de la firma de Elon Reeve Musk a México.
Tesla Motors fue fundada en 2003 por un grupo de ingenieros de Silicon Valley que querían probar que los coches eléctricos eran mejor que los de gasolina. Cuando escuchó los planes de Musk para llevar a cabo esta idea masiva, la industria tradicional soltó fuertes críticas y burlas y desestimaron el alcance de su propuesta.
El Tesla Roadster fue lanzado en 2008 y aceleraba de 0 a 96 kilómetros por hora en 3.7 segundos, además de que recorría 394 kilómetros por carga de su batería de litio. En 2012, la empresa lanzó el Model S, el primer sedan premium eléctrico. Hoy, más de 90 mil de estos vehículos recorren el mundo y ya no son vistos como una broma de un grupo de nerds, entrometidos en los asuntos de los monstruos de Detroit y Asia. "En 2010, Tesla estaba entregando 500 autos por año. Ahora entregamos 50 coches en solamente dos días", dijo recientemente Musk, durante una reunión con analistas.
El Model S comenzó a venderse en este país en alrededor de 75 mil dólares (si el tipo de cambio continúa moviéndose alrededor de los 17.50 en algunos bancos, esto es un millón 312 mil 500 pesos), con un apartado de 80 mil pesos. Lo pides ahora y te lo entregan en México en marzo. Uno de los atractivos de este auto es su pantalla táctil de 17 pulgadas con la que todos los instrumentos se controlan, como su techo de cristal. Los autos además están conectados todo el tiempo a internet, a través de la red global de AT&T, por lo que la radio, comunicación e incluso el uso de satélites está asegurado. En este último punto, por ejemplo, podemos destacar que el piloto automático permite que el Model S se conduzca dentro de un carril y controle la velocidad en medio del tráfico. Eso te permitirá llegar sin estrés a trabajar, pues prácticamente el auto se maneja solo, todo un beneficio para cualquiera que viva en la Ciudad de México. Incluso en una carretera puedes dejar en tu auto la responsabilidad de llegar a destino. Además, el sistema de satélites te ayuda a buscar espacios de estacionamiento disponibles y a que el automóvil entre en ese lugar en paralelo con solo pedírselo.
El modo "ludicrous", o "modo ridículo", te permite acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 2.8 segundos. La sensación de estar en un vehículo que no hace ruido y de pronto parece despegar como un violento juego mecánico de Universal Studios sorprende a los que estamos acostumbrados a escuchar el rugir de un motor y al olor a gasolina y llantas quemadas.
"Queremos acelerar la transición del mundo hacia el transporte sostenible", dice Reyes. "La tecnología del coche de combustible ha llegado a su máximo. Pero nosotros pensamos que, con las herramientas del siglo XXI, es posible hacer un mejor coche".
Reyes dice que cuando su hija tenía siete años podía explicar cómo funciona un coche eléctrico: tiene batería, como un teléfono, y en la noche uno lo enchufa, para al día siguiente, conducir todo el día. Es así de fácil. “Todos tienen un teléfono inteligente enfrente, nosotros incorporamos varias de esas cosas en nuestros carros. Empezando por el Roadster, que sacamos en 2008. Lo que queríamos demostrar es que un automóvil eléctrico no debía ser un carro económico, pequeño o lento. Así se conocían los coches eléctricos o híbridos, se pensaba que tenías que sufrir un carro aburrido”.
Tesla pensó en la arquitectura de un auto normal y de ahí comenzaron a incluir toda la tecnología, iniciando por la batería, que es una especie de placa debajo de los pasajeros y que alimenta los ejes que mueven las llantas.
“Nos ayudó a dar un ejemplo de que nuestra tecnología podía competir contra los mejores autos del mundo”, dice Reyes. “En vez de estar compitiendo con carros compactos o económicos, inmediatamente empezamos a competir con los Porsches y los Ferraris. Eso fue lo más importante”.
Pero la meta de Musk y su equipo no es necesariamente hacer coches de lujo. Su objetivo siempre ha sido tomar el poder de la electricidad y ponerla a su nivel máximo en un auto deportivo, y después tomar todo eso y aplicarlo a un auto familiar.
“Tenemos ahorita en el mercado el Model S, que es un sedán de cuatro puertas, para siete personas. Acabamos de sacar al mercado hace dos meses el Model X, que es un crossover, una SUV. Estamos trabajando en la tercera generación, que va a tomar todo lo que aprendimos de los primeros modelos. Comenzaremos a venderlo por el equivalente de 35 mil dólares. La tecnología se vuelve mejor, y el precio baja. Un ejemplo que ponemos son los televisores”.
Al mismo tiempo, comenzaron a construir una red de cargadores (Superchargers Network), con los que cualquier persona puede llenar una batería casi vacía, a 80% llena, en 40 minutos. Estos cargadores ya están por todo Estados Unidos, en Europa y Asia. En China por ejemplo, se puede viajar sin problemas desde Beijing hasta Shanghai.
“En México los supercargadores vendrán, pero las necesidades son todavía limitadas. El Model S, por ejemplo, llega sin problema de aquí a Cuernavaca, y puede ir más allá sin cargar (…) La mayoría de los dueños de un Tesla carga en la noche. Cuando tienes un auto de gasolina, estás acostumbrado a cargar cuando el tanque está casi vacío. La costumbre de un dueño de un Model S es la misma de un dueño de un smartphone, no esperan a que su teléfono esté vacío para cargarlo. Cuando tienen oportunidad, lo enchufan y lo cargan”.
Reyes dice que nos hemos acostumbrado mucho a las inconveniencias de los autos a gasolina y esto que proponen es una nueva forma de pensar.
“¿Cuál es la misión, si no entramos al mercado simplemente para hacer un auto de lujo?”, pregunta Reyes. Y él mismo responde: “Hay una muy alta posibilidad de tener un futuro perfectamente sostenible, y es con tecnología que existe hoy en día, no es necesario esperar 35 años”.
Hiroshi Takahashi (ciudad de México, 1975), ha escrito para Milenio, Excélsior, El Universal, Zite, CNN, emeequis, Esquire y Forbes.