The dust3 affair

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Y ahora el Cobardito Dust3, como siempre con seudónimo, se pone amenazante y, ya en una espumosa rabieta, como siempre evacua hacia mi blog en Letras Libres no argumentos (que serían publicables aun si fuesen chafas) sino bravuconadas de fascista de cantina, ahora además chantajista:

“En respuesta a: A propósito de un “Dust3”

Comentario de: dust3 [Visitante]

Estimado, señor José de la Colina, estoy en condiciones de publicar en la sección cultural de un diario nacional lo que usted optó por tirar a la basura; es decir, comentario por comentario, incluyendo los suyos.”

Será interesante saber si el Cobardito tiene de repente un ramalazo de hombría y da su real identidad (¿u otro seudónimo?) al publicar “en la sección cultural de un diario nacional” lo que promete. Será además interesante saber qué periódico le publica sus desesperadas bajezas… y además mis textos, que sólo la sección de blogs de Letras Libres tiene la autorización de publicar.

P.S.

Ah, pero genio y figura. En cuanto a su hombría desde el escondite del seudónimo, el Cobardito es candorosamente explícito en un “comentario” enviado hace poco a Letras Libres:

“Como siempre, estimados comentaristas, les pido que me informen si estoy vetado en este o en todos los blogs de la revista para no perder mi tiempo, porque no deseo cambiar de seudónimo para seguir participando.”

Y más claro ni el agua: el Cobardito quiere seguir infamando impunemente, inculpar de lo que se le antoje a quien sea, pero sin asumir la responsabilidad de lo que dice. Desde luego, si no quiere cambiar de seudonimo, tampoco habla de “participar” con su verdadera identidad.

Por eso disiento de los no pocos lectores que, con buena intención, me aconsejan no ocuparme de esta suerte de sinvergüencitas, pues el caso, aunque pequeño, es uno más de los que ya están haciendo de este medio de los correos de Internet un terreno problemático lleno de cuestiones ardientes. Una de ellas es la pregunta si se ha de admitir en los medios electrónicos lo que no admiten las leyes acerca de las limitaciones de la libertad de prensa en los medios en tinta y papel: el empleo del “se dice” y las imputaciones desde el escondite y la impunidad de un falso nombre.

Parafraseando al doctor Johnson: “A veces la libertad de prensa es el último refugio de los canallitas.”

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Es escritor, cinéfilo y periodista. Fue secretario de redacción de la revista Vuelta.


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