Tres poetas italianos

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Pensando en las flores de alcea rosada y en otras flores silvestres

Viajaban clandestinas

como clandestinos viajaban los puntos

suspensivos entre un pensamiento y otro

llevados por convoyes de largos tubos oxidados

por vagones repletos

de mercadería que parte de los cuatro

puntos cardinales

hacia las capitales afanadas y distraídas

en otras cosas como para

ocuparse por nuevos emigrantes.

Al alba se descargaban las bolsas

entre navegantes ondas de húmeda corrupción

después trenes blindados autocares

fatigados TIR

volvían a la llanura con la sola

preocupación de llegar.

Ni oídas ni vistas, como inexistentes

pensamientos, las recién llegadas elegían

sitios más oportunos:

algunos campos olvidados, fosos,

desmontes sin cultivos,

los desiertos andenes del tren.

Y solícitas como pensamientos

no solicitados y todavía más ciertas

aprendieron a cavar insólitos senderos

entre las piedras, buscaron débiles titubeos

del agua, sin asustarse del esmog.

Y contra toda esperanza, las flores

clandestinas

–rápidas– empezaron a abrirse. ~

– Bruna Dell’Agnese

La lectura

Cubre el mantel la mesa de cocina

de losanges celestes y rosados,

la lámpara a petróleo balancea

al viento que con música de grillos

entra por la ventana,

“ven a dormir”, y la voz de mi madre

es, desde el otro cuarto, el hilo

que baja de la luna,

sombra en la pared blanca encalada,

estoy leyendo a Lorca o a Jiménez,

en la bóveda a estrella está la lagartija

a punto de saltar sobre un insecto,

corre el Guadalquivir más allá

de las viñas en filas,

de los olivos que rodean el campo,

van hacia el río saltando las muchachas,

como cervatillos por sobre la maleza

“de qué me olvido, madre,

qué me olvido”, entre los eucaliptos

el viento juega al ebrio, se abre allá la llanura

/ de Córdoba,

lejana y sola, el viento abraza la casa roja,

abraza los pensamientos, los estrecha

en un tiempo que tiene un respirar de plantas,

los encierra en la estancia blanca

de cal, donde se duermen,

mientras los años corren y corren en el mundo. ~

– Antonio Prete

(De Fabulosas hablas)

no otro tiempo sino charca tras charca un ir hacia

/ delante en círculo el dicho

caído en un eco el sueño en un hilo de voz de luz

/ en el perfil de los retrasos

los retornos los plazos

 

súbito en todo el cuerpo el foco de dolores

/ acrecientan en el alma lábil andaduras

ejemplos de tanta tristeza de tanta alegórica

 / provisión de imperfectos contentamientos

qué nuevo es lo nuevo en cuyo cancelarse

/ en la disolución continúa la letanía

de los cantos repetidos el rumor de la ausencia

/ en el espejo atravesar el vértigo

si abandonarse es reducir cada acento el opaco

/ espesor del decir. ~

– Alessandro Ghignoli

 

Versiones de Ida Vitale

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