Un partido que se puso águila

La protección de especies en peligro de extinción parece ser el credo del Partido Verde. Sin embargo... 
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Leí en estos días que el águila real mexicana entró en franca decadencia. Bienvenida al club, maestra. Y recordé la nota de El Universal sobre el ataque de ira que sufieron los militantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) porque, a su parecer, el gobierno “derrochó” 2 mil millones de pesos en las celebraciones de 2010 en lugar de usar ese dinero para “preservar” al águila real.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el águila real mexicana no es cualquier mugre águila: es la que sale en el Nacional Escudo, donde se le ve in flagrante delicto dedicada a poner en peligro de extinción a una serpiente no identificada.

Es también el águila que, como dice una Nacional Bravía Canción, “siendo animal, se retrató en el dinero”. Exactamente el mismo dinero que el PVEM –propiedad privada de un Nacional Prócer y de su hijito— se abstiene de derrochar en sus esenciales labores políticas.

Sólo en subsidios federales, el PVEM recibió entre el año 2000 y el 2011 la cantidad de 3 mil 70 millones de pesos. Cada uno de esos pesos traía su respectiva águila real mexicana bien retratada. Así que… ¿cuál peligro de extinción?

3 mil 70 millones de pesos que garantizan, de pasada, que el PVEM tampoco se encuentre en peligro de extinción, que sus propietarios no clasifiquen de especies amenazadas y que su habitat natural sea respetado.

Un dinero que ha servido para que el PVEM tenga 17 ecolodiputados y 6 ecolosenadores, lo que significa una inversión de 114 millones por curul (donde rara vez atornillan el idem) forrada de cuero de vaca que no está en peligro de extinción. Claro que a esos 3 mil millones habría que sumar lo que recibe al año cada uno de los representantes, así como el medio centenar que tienen en los congresos locales y en la Asamblea del DF.

Todo sea por la ecología y contra el “derroche”.

Lo bueno es que el PVEM a veces utiliza su dinero para causas nobles. Por ejemplo, para combatir el riesgo de que el águila real mexicana pase a engordar el catálogo de las especies difuntas, el PVEM hizo solemne entrega de 100 mil pesos a “Vida Silvestre”, una asociación protectora de aves amenazadas. Así como se lee: 100 mil pesos. El patriotismo del PVEM equivale como al 0.0001% de los dineros que la Nacional Patria le ha entregado como pago a sus servicios.

La preocupación del PVEM por las especies en peligro de extinción no se detiene ahí. Una vez más, como lo hizo en el 2006, decidió emplear sus miles de millones de pesos apoyando el rescate de los tiranosaurios y velociraptores que, aunque no salen en el Nacional Escudo, también han sabido subirse al Nacional Nopal. En efecto, hace algunos días, el PVEM, anunció su “definición” (sic) de apoyar la candidatura del Lic. Enrique Peña Nieto a la presidencia de la república en 2012, apoyo que el licenciado aceptó y agradeció, muy conmovido.

No deja de ser fascinante que la Nacional Patria le otorgue en 10 años 3 mil millones de pesos públicos al PVEM, un partido político cuya ideología consiste en mejor apoyar la ideología de sus contrincantes. Unos contrincantes que después le agradecen su apoyo regalándole un manojo de curules desde las que el PVEM seguirá luchando para que nunca triunfe su ideología, sino para que triunfe la de sus rivales. En suma: es como constituirse en equipo de futbol y tener como única estrategia anotar autogoles.

No deja de ser original, y podría ser hasta chistoso, de no costarle al erario. 

 

(Publicado previamente en El Universal)

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Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.


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