Una sincronicidad

El caso de uno de aquellos fenรณmenos que Jung definiรณ comoย "la simultaneidad de dos sucesos vinculados por su significado de manera acausal"
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Leo entre los mensajes al pasado post, “Envejecer es fรกcil pero difรญcil”, uno del asรญduo lector que firma con el nombre del poeta e historiador escocรฉs “Lord Macaulay”.

Dice asรญ:  

Lord Macaulay (no verificado)– Marzo 1, 2012.

Gracias a rcuervo por su magnifico comentario.

Ah, la UNAM, sus islas propiciadoras … "Thalatta! Thalatta! She is our great sweet mother."

Lo que necesitan estos Stephen Dedalus de petatiux es menos grilla y mรกs faje; con eso seguro se les baja la muina causada por tanto agravio a nuestra Mรกxima Casa de Estudios.

Me quedรฉ helado: es una de las "sincronicidades" mรกs intensas que he experimentado.

(La teorรญa de Jung sobre La dinรกmica de lo inconsciente: Sincronicidad como principio de conexiones acausales –como su nombre lo indica– es muy compleja. Me limito a copiar su definiciรณn bรกsica: "la simultaneidad de dos sucesos vinculados por su significado de manera acausal".)

Anoto dos, a manera de ejemplo:

Un dรญa, al abrir la puerta del refrigerador, se cae al suelo una cajita de queso Philadelphia. Un minuto despuรฉs suena el telรฉfono: es mi hermana que vive en Philadelphia.  

En casa de รlvaro Mutis, con varios amigos, sale a la conversaciรณn Joseph Conrad. Unos minutos mรกs tarde, el “Mirrรบs”, el hermoso gato –y orgullo– de la casa, que gustaba de pasearse en los entrepaรฑos tras los libros, hace caer un libro de Conrad. (Claro, como hay gato encerrado, mรกs que sincronicidad, quizรกs haya sido travesura.) 

La cosa es que anoche leรญa a Heinrich Heine antes de dormirme, encantado con el poema juvenil sobre la Esfinge y con el "Saludo al mar".

Ese "Saludo al mar" (“MeergruรŸ”) –luego del obligado honor a Jenofonte, quien narra en su Anabasis el grito de los griegos al ver de nuevo el mar (thalatta), al que alude Buck Mulligan en la cita que hace “Lord Macaulay” del Ulysses de Joyce, para edificaciรณn del joven Stephen Dedalus– se sostiene sobre ese mismo helรฉnico grito exaltado.

Traduzco un par de lรญneas mal y de prisa –de la versiรณn en prosa al francรฉs fastuoso de Gรฉrard de Nerval–, consciente de que en "espaรฑol" mรกs bien se dirรญa Talasa, etc.

 

¡Thalatta!, ¡Thalatta! ¡Te saludo, Mar Eterno! Escucho en el murmullo de tus ondas un eco de mi patria y creo mirar los sueรฑos de mi infancia titilando en tus olas…   

Bueno, y a la maรฑana siguiente, en mi blog, de nuevo: ¡Thalatta!… 

Probabilidades para que esto haya ocurrido o vuelva a ocurrir: una entre 216, cuando menos.

Por otro lado, respeto que para “Lord Macaulay” el saludo sagrado de los griegos y la no menos sagrada imagen de la Madre, evoque las islas de la explanada central de la UNAM. Pero no lo abarco, ni lo envidio.

¿Despreciarรก al mar o amarรก excesivamente a la UNAM, si tal cosa fuese posible?

Je vous connais, Milord…

 

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Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.


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