Señor director:
En el número de enero, Enrico Mario Santí publica una muy interesante
entrevista con Octavio Paz. En la introducción escribe que Soledad Loaeza y yo “porfiamos en que, en el célebre discurso de Fráncfort de octubre de 1984 … Paz había excluido el papel de Estados Unidos de su crítica al entonces proceso de paz en Centroamérica, cuando lo cierto es que esa crítica al gobierno de Ronald Reagan aparece en al menos tres pasajes distintos del discurso, o bien en que, en el mismo texto, Paz había sido injusto con el gobierno sandinista al llamarlo una dictadura burocraticomilitar al estilo de la de Cuba”.
Lo primero que es necesario aclarar es que Soledad Loaeza y yo dijimos cosas diferentes. Por mi parte, jamás afirmé que en el famoso discurso de Fráncfort Paz hubiese excluido a los Estados Unidos. Ahora bien, dentro de un texto que hacía la remembranza de la muy relevante influencia de Octavio Paz en la izquierda mexicana, mencioné, en efecto, una diferencia puntual. Dije: “Otro desencuentro ocurrió en 1984. Como se sabe, ese año, Paz recibió merecidamente en Frankfurt el premio de los libreros alemanes. Y en su discurso Paz hizo una crítica clara y abierta al gobierno sandinista, pero también los acusó de pretender ‘instalar en Nicaragua una dictadura burocrática-militar según el modelo de La Habana’. Esa afirmación a mí me pareció entonces y aún hoy inexacta. Con los años y con la degradación por corrupción del Frente Sandinista, buena parte de la crítica de Paz resultó certera, pero lo cierto es que el fs nunca pretendió eternizarse en el poder suprimiendo a los partidos disidentes o a las elecciones, y ello constituye un elemento claramente diferenciador del autoritarismo cubano.”
Ojalá la presente aclaración pudiese ser publicada.
Atentamente,
José Woldenberg
Reliquias envenenadas
El cantautor Javier Krahe va a ser juzgado por un delito contra los sentimientos religiosos. El blindaje de esos sentimientos es en sí religioso: el artículo por el que se juzga a Krahe es un…
El camino hacia la tiranía
Ece Temelkuran Cómo perder un país. Los siete pasos de la democracia a la dictadura Barcelona, Anagrama, 2019, 264 pp. A diferencia de El príncipe, de Maquiavelo, que se inscribe en la…
La palabra perseguida
Manuel Florentín ha erigido un monumento a las tinieblas. En casi ochocientas páginas, que descansan en 85 de bibliografía (de cuerpo diminuto e interlineado simple), ha documentado la…
Cafés con historia
Un recorrido breve por algunos de los numerosos bares y cafés de Buenos Aires
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES