No es comĆŗn, ni debe ser agradable, que a todo un profesor investigador doctorado en ciencia polĆtica por la Universidad Complutense su propia casa le rechace una colaboraciĆ³n. Esto fue lo que penosamente le ocurriĆ³ al profesor Roberto BreƱa. Al no poder publicar su reseƱa original sobre mi libro De hĆ©roes y mitos en El Colegio de MĆ©xico, la enviĆ³ a Nexos, en cuya ediciĆ³n digital ha evadido responder a mis crĆticas sobre la endogamia acadĆ©mica.
Estas crĆticas puntuales, por cierto, no son distintas de las que formulĆ© hace un par de aƱos, en una conferencia a la que fui invitado por alumnos del Doctorado de Historia del propio Colegio de MĆ©xico. En la sesiĆ³n de preguntas, BreƱa (que estaba presente) no las refutĆ³, y a la salida me dijo –mientras caminĆ”bamos y en tono cordial– que mis ideas sobre los excesos de la teorĆa en la historia le parecĆan discutibles pero que, en tĆ©rminos generales, estaba de acuerdo conmigo. A esa conferencia acudiĆ³ tambiĆ©n el presidente de la instituciĆ³n, Javier Garciadiego, cuyo comentario de viva voz fue “te quedaste corto”. Para ambos era obvio que eran crĆticas de buena fe, hechas por un exalumno fiel a esa instituciĆ³n y legĆtimamente preocupado por algunos rumbos de la prĆ”ctica acadĆ©mica.
PasĆ³ el tiempo y BreƱa –incapaz de distinguir entre un ensayo histĆ³rico y un trabajo de divulgaciĆ³n, absorto en sĆ mismo y en su mala prosa, confundido entre la doxa y la verdad– montĆ³ en cĆ³lera. En su Ćŗltima entrega se retira de la batalla que su conocida rijosidad inventĆ³. Lo entiendo. Con la mitad de la energĆa que ha puesto en su “guerra de dos mundos”, el profesor habrĆa publicado al menos un opĆŗsculo que alimentara su raquĆtica bibliografĆa y mitigara la soledad del Ćŗnico libro que, a punto de cumplir sus no muy tiernos cincuenta aƱos, ha escrito en su vida. ~
Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial ClĆo.