Culiches

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Marzo. La luna llena ilumina el campo con tal intensidad que aunque sea media noche aparenta pleno día. Sopla un viento suave y en las cercanías de Culiacán todos parecen descansar. La región es una potencia agrícola, un referente mundial en legumbres y granos, y eso se ve en la superficie trazada de figuras euclidianas, verdes, amarillas y doradas, según el tiempo de cosecha, y que en este momento se observan con diversos grados de oscuridad. Es un magnífico cuadro geometrista. Pienso en Mondrian, ¿qué hubiera pintado después de un viaje por el valle en avioneta?
     A pocos kilómetros de la tierra, la NESTRI-29-UG hace un registro exhaustivo de la superficie. Tripulantes Asombrados. Vienen a destruir y de momento no saben qué hacer, esperaban un muladar y han encontrado una obra de arte. ¿Está seguro, doctor?, El porcentaje de error de este modelo es de una diezmillonésima, Suficiente para repetirlo, ordena el capitán desde su despacho, ¿No le afecta la luz lunar, el clima?, Es indistinto, no se preocupe, en cuatro segundos le tengo el nuevo resultado. Lo mismo: pueblo apacible que descansa después del duro trabajo del campo. Campo trabajado con sentido estético. ¿Nos habremos equivocado, señor?, ¿Qué le pasa, soy un imbécil o qué?, Perdón. Las coordenadas coinciden, el nivel de purificación es exacto, el tiempo de arribo es el previsto y la orden es muy clara: Debido al exceso de violencia debemos destruir la ciudad AF6417RS/ y sus alrededores: hay narcotráfico, violencia política, numerosos asesinatos que no se investigan, corrupción y a estas alturas un grado de imitación de la sociedad intolerable; debe desaparecer, sin embargo no coincide con lo que vemos, hasta hay dos afícolas, vea esas manchas luminosas, conversando tranquilamente, por lo que dicen son estudiosos del poder y sus consecuencias, Filósofos modernos. Suena el intercel, es el capitán. ¿Y bien?, la fealdad refuerza el don de mando, Idéntico, señor, de acuerdo con la información se colige que es una región donde se trabaja fuerte, es agrícola y ganadera, lo que se puede constatar en los videos, al menos que, Al menos que nada, nosotros no sacrificamos inocentes, aquí no se equivoca nadie, doctor, si la gente es correcta, dejemos que trabajen en paz y larguémonos, hay varias zonas en guerra que debemos eliminar y tenemos el tiempo justo.
     Eran los guardianes del universo. Culiacán había sido reportada como zona de conflicto donde no se respetaba la ley, imperaba la intolerancia y la impunidad, y la gente vivía unasituación insoportable. Debían darle una lección. Sin embargo: A la gente que delinque no le agrada el trabajo duro, son incapaces de mantener una zona productiva, aunque sea economía primaria, concluyó el capitán, y ordenó que enfilaran rumbo a la ciudad WT22749F/, que según informes patrocinaba la guerra más cruenta e incomprensible de la historia de las guerras incomprensibles. Antes de elevarse, echó un significativo vistazo al perfecto panorama geométrico.

Hay barrios que les encantan, sobre todo donde viven los ricos viejos, los que han hecho su fortuna del comercio, la política y algo más. Gente decente que ocupa las páginas de sociales y son el ejemplo a seguir. Esquían en Colorado o en Suiza, sus hijos estudian en las mejores universidades del mundo y cuentan con la simpatía de los que menos tienen. No obstante, son un grupo cerrado y no los quieren cerca, no los desprecian, pero prefieren mantener una sana distancia. Son expertos en políticas económicas y están al tanto de lo que ocurre en el mundo de los negocios, saben que son un factor de desarrollo insoslayable. Significan dinero fresco, temporadas de compras, temporadas de crédito, apoyo expedito a la agricultura, la ganadería y la industria. Está bien que mantengan la economía sana, que introduzcan la mayoría del circulante, pero que no quieran vivir en sus barrios, relacionarse con sus hijas o ser socios directos en sus empresas. Eso nunca. Sin embargo, poco a poco han invadido la cotidianeidad, poco a poco han llevado su ruido a todas partes. Llegan con sus Hummers, sus joyas grotescas, sus corridos y su temeridad. Con sus sonrisas de triunfo y de prepotencia. Con sus voces estentóreas y su ropa de marca. Saben que el dinero lo resuelve todo, que la riqueza como el amor se nota, no les basta con introducir la luz o el agua potable en sus poblados de origen, sino que acá también quieren hacer cosas: templos, pagar la deuda externa, reparar escuelas en ruinas; han impuesto una arquitectura de cúpulas y columnas de lo más extravagantes; sus mujeres son altas y agresivas, de cuerpos frondosos, perfumes exóticos y se conducen sin miramientos en más de un sentido. Sus hijos instalan pequeños negocios que quiebran a los tres meses. Donde hay dinero hay amor. No es extraño que un empresario exitoso o un político en funciones supliquen que los acepten en los barrios exclusivos. Los ricos, cuya principal virtud es el dinero, no están seguros de tenerlas todas consigo ante su empuje y les dejan el barrio. Como los negocios han ido bien pueden construirse otro. Más exclusivo, más alejado, más íntimo. Pondrán un muro más alto y más grueso, aunque sepan que pronto los rodearán de nuevo. Nadie puede escapar de su propia escoria.

Dígame lo que quiera pero no me miente la madre, patrón, se lo suplico, la madre es sagrada y una ofensa a ella es como si me partiera el corazón, Yo nunca haría eso con usted, Dios me libre de malos pensamientos, lo respeto como a un padre, Sé quién es usted, qué hace, desde cuándo está aquí. Sé de qué es dueño y cuáles podrían ser sus deseos. Aquí todo mundo habla de usted, desde que llegó este penal es otro. Es el gran hombre, hizo su fortuna de la nada. Empezó desde abajo y vea el respeto que le tienen, tiene fama de duro pero también de equitativo, sin embargo no nació de la tierra, ¿cierto? Usted tuvo una madre y estoy seguro de que no la ha olvidado, luego se ve la clase de persona que es, una persona como usted no pudo haber sido educada en la calle, por la plebada, y como todo mundo dice, en este país la que educa es la madre. De seguro ella le ayudó a hacer la tarea, le explicó los quebrados y le sirvió el desayuno para que no se fuera a la escuela con el estómago vacío. Un hombre sin madre no tiene piedad y usted es piadoso, sólo un ser con eso puede hacer lo que usted. No olvidar a sus custodios en la navidad. Soy agradecido señor, y ya sabe a quién se lo debo, por eso se lo ruego, por lo que más quiera, no me miente la madre, algo me pasa cuando alguien lo hace, tengo un diablo adentro que se me embota, pero usted es usted y lo respeto. Que Dios se lo pague patrón, con su regalo le voy a comprar la caja a mi jefecita.

¿Ya escuchó a los señores, General?, ahora quiero oír su opinión, Sr. Presidente, el ejército está dispuesto a luchar hasta el final contra ese flagelo que envenena a la humanidad pero carecemos de armamento; como usted bien sabe, no preparamos a nuestros soldados para la guerra, les damos una educación espiritual, son jóvenes expertos en salvamentos, ante cualquier catástrofe sabemos cómo reaccionar: un temblor, una inundación, un ciclón; sin embargo, enfrentar un fenómeno tan complejo como el que aquí se toca, pues la verdad no estamos preparados, sabemos que utilizan el más moderno armamento, muy superior al nuestro, y no podemos enviar a nuestros jóvenes a morir como ratas. ¿Podríamos mandar voluntarios al país vecino para adiestramiento especial? Si no tienen inconveniente estamos dispuestos a becar a sus mejores hombres, Es una magnífica idea, sin embargo, primero debemos asegurarnos de que ellos estén de acuerdo, ustedes saben, aspectos de la diplomacia, como comprenderán el tema es bastante delicado, si su respuesta fuera positiva someteríamos la propuesta al Congreso, que le daría curso en un tiempo razonable. Y el Procurador, ¿qué propone?, Señor procurador, procurador, lo solicitan: está dormido, Pobre, trabaja demasiado, sin embargo, prometo consultarle y tenerles una respuesta expedita lo más pronto posible. Sr. Presidente, ¿no podrían legalizar el consumo? La mayoría de los estudiosos coincide en que si eso ocurriera dejaría de ser un negocio lucrativo y por tanto un problema, Señores, somos una economía boyante, poderosa, no lo olviden, no dependemos de los caprichos de esos delincuentes sin moral, ya he oído que si su dinero dejara de entrar al país nos hundiríamos en unos cuantos meses; rumores señores, viles rumores de los enemigos de la democracia, nuestro país es grande es fuerte y nadie se lo puede acabar; si desean saber más del asunto consulten nuestra página de internet.

¿A qué hora quedó?, A medianoche, faltan diez minutos, estarán apagadas media hora, en ese tiempo aterrizan, les retacamos combustible, se largan y nosotros como si nada, ¿Son colombianos los batos?, ¿Y eso a mí qué me importa?, ¿y a ti? Nosotros les llenamos el tanque, cobramos nuestra lana y hasta que nos vuelvan a ocupar, no tengas miedo, no pasa nada; si nos tuercen nos llevan al bote pero los compas nos sacan en dos o tres días, así están de pesados, ¿qué te apura? Estamos con el mero chaca, ¿Qué no está preso?, Diez años le echaron al angelito, pero dicen que el sábado andaba muy contento en la boda de la hija del sobrino del gobernador, ¿Tanto así, don Gume?, Nomás para que te des un ligero quemón, el bato tiene poder, no cualquier baba de perico, puede salir cuando se le antoje, dormir en su casa y regresar al amanecer a su carraca. Lo que es tener dinero, ¿no?, Apagaron la luz, estos morros del aeropuerto están bien maiceados, se llevan varios miles de dólares nomás por mover el switch; ahora a esperar que llegue la avioneta, con esta luna, olvídate, haz de cuenta que es de día. ¿Y esa cosa don Gume?, Pues, avioneta no es, está muy redonda, ¿Será un platillo volador?, ¿Tú crees?, ¿no te metiste nada, verdad? Porque yo ya estoy muy viejo para esos trotes y cené caldo de mediodía, Yo enchiladas, pero nomás, de lo otro nunca he sabido, Qué clarito se ve, si lo llegas a contar nadie te lo va a creer, Dios mío, tengo dos morritos don Gume, y quiero verlos crecer, Espérate hombre, tú no te muevas, ¿qué tal si son acoples de los colombianos?, Ah, a poco los extraterrestres también le ponen?, ¿Crees que no? Si es rebuena y aliviana de todo, Ya se van, ¿A qué vendrían?, A lo mejor deseaban comprar un guato o a tomar fotos, dicen que les gusta retratarnos, oiga, no se le vaya a ocurrir contar esa madre, eh, no vaya a ser que crean que estábamos bien burros y ya no nos den chamba, No te preocupes muchacho, si alguna cosa necesito yo es el trabajo, si tú tienes dos yo tengo tres, aunque están grandes y trabajando aún comen en la casa, Mire eso, Es la avioneta, salgamos, que vean nuestros trajes fosforescentes. Órele.

No le puedo perdonar, me siento humillado, minimizado, he fallado como hombre, como padre, qué ejemplo le voy a dar a mis hijos, ¿sabe cuántos años tiene mija? Dieciséis, es una niña de prepa, una pobre inocente que todavía cree en santo Clos, Oiga, don Fulgencio, tampoco soy un viejo, apenas voy a cumplir treinta, Pero usted es un hombre de experiencia, casado, con hijos, con varias mujeres, ¿cómo cree que voy a querer que mi niña se vaya a vivir con usted? Es una chiquilla inexperta, Las mujeres aprenden rápido don Fulgencio, no se preocupe por eso, su hija no será diferente, Debe estar traumada, usted se la llevó a la fuerza, ella quería ser licenciada en Ciencias de la Comunicación, trabajar en un periódico, Ahora va a ser mi mujer, eso también es una carrera, oiga don Fulgencio, cálmese, yo quiero hacer las cosas bien, me gusta la chamaca, es joven y bonita, además tiene esos ojos… pero no quiero que usted se sienta mal, humillado, como dice, tampoco quiero que piense que la ha perdido, yo soy hombre de palabra don Fulgencio y lo que digo lo cumplo, ¿Dónde la dejó, por qué no la trajo?, No quiso perderse el final de La Academia, pero mire, vamos a lo nuestro, en señal de que voy llevarme bien con usted le he traído a regalar una Silverado, un carro para que sus hijos den la vuelta por el malecón y estos ochenta mil dólares para que se compre otra casa, a su hija no le gusta que vivan aquí, y por favor, no se sienta minimizado, usted dígame en qué quiere invertir y yo lo respaldo, por dinero no se detenga; ahora que si no le cuadra el trato y se aferra a que su hija está chiquita y eso, pues le digo que se regrese y que Dios la bendiga, a fuerzas no la voy a tener; pero que conste que por mi voluntad no quedó. Caray señor Maro, qué lecciones da la vida, ¿de qué color es la Silverado?

El doctor era joven: una eminencia. Ganaba lo que quería, era congresista en muchos lugares del mundo y asesor en enfermedades tropicales; a pesar de eso, no había perdido el sentido humanista de su profesión. Los ancianos lo preferían porque los curaba y siempre les daba muchas esperanzas, las ancianas se maquillaban para verlo y era uno de los profesionistas más acertados. De ética intachable, mantuvo una sana distancia con sus pacientes hasta que apareció una rubia 90-60-90, finalista en el concurso Nuestra Belleza y ahora la predilecta del jefe del cártel regional. Era simpática y no le preocupaba la paz del mundo ni los niños con cáncer, sonreía, se movía por la ciudad rodeada de un numeroso equipo de seguridad y pobre de aquel que se le atravesara o le echara un piropo. Se hablaba de varios muertos.
     A mediodía vio al doctor en la tele apoyando la campaña contra el dengue y quiso consultarlo. Uno de los guaruras consiguió cita para las siete de ese mismo día.
     El médico se deslumbró cuando entró aquella reina al consultorio, un espacio modesto, lleno de libros, pequeños objetos y muestras médicas y la recibió con una sonrisa, Por favor señorita, tome asiento, lo hizo, perfume de verdad en el ambiente, aunque vestía una falda corta no utilizó el viejo truco de las piernas descubiertas, A sus órdenes, de la sala de espera llegó el sonido de celulares y wokitokis que informaban dónde se encontraban. El médico comprendió la clase de paciente que había llegado y recordó el comentario de su asistente: Le compraron la cita a la señora Calderón en cinco mil pesos. Ella fue al grano: Doctor, quiero que me haga suya, lo vi en la tele y me gustó, es la única oportunidad que tengo y no la quiero desperdiciar, él tragó saliva, era verdad que había recibido propuestas pero las mujeres no eran tan bellas ni tan atrevidas. Por un momento dejó que sus caballos interiores galoparan, En el consultorio del doctorcito, patrón, una voz gruesa venía de la sala de espera y sintió miedo, recordó cuántos médicos habían sido acribillados por no salvar heridos agonizantes o ancianas madres con enfermedades terminales; ella esperaba, su piel había tomado un tono rojizo, transpiraba, pensó en su trabajo, ¿tenía necesidad de otra mujer? No, poco a poco se recuperó, No puedo, es usted la mujer más hermosa que he tenido cerca en mi vida, pero no puedo, soy casado, tengo un hijo pequeño al que siempre quiero ver y tengo miedo, En cuanto salgamos, patrón, decía una voz sibilina en la sala de espera, Le garantizo que no pasa de este día. Doctor, no te va a ocurrir nada, esos matones comen de mi mano y ninguno de ellos se atreverá a irrumpir aquí, me gustas mucho y ansío con toda mi alma ser tuya, se puso de pie, se abrió la blusa: tetas duras, pezón rosáceo. El doctor, que seguía con los caballos encabritados, le suplicó que no siguiera, No es que usted no me guste, es increíble su belleza, No seas miedoso, ¿qué te pueda pasar que no te haya pasado? No me digas que nunca te has enrolado con una paciente, Por favor, abróchese eso y siéntese, le voy a dar algo para la digestión, en estos tiempos todo mundo tiene problemas de digestión, la colitis es la enfermedad más femenina, Mejor dame un beso, si no quieres metérmela cuando menos dame un beso, Hace veinte minutos, dice aquí la señorita que se tardan más o menos media hora, informó la voz gruesa, En cuanto salgamos vamos para allá, patrón. No esperó respuesta, dio la vuelta al escritorio, le tomó la mano y lo obligó a ponerse de pie, el médico temblaba, ella pegó su cuerpo caliente y lo besó intensamente, él la abrazó con respeto, Por si lo quieres saber, acabo de tener un orgasmo, dijo ella, tenía ojos café, él sonrió, sin saber si era el más desgraciado de los mortales o el más estúpido. Ya lo pensaría. Cuando ella salió, vio por la ventana cuatro camionetas con hombres con cara de pelea en el estacionamiento de la clínica y respiró.

Papá, ya no deberíamos vivir en Las Quintas, ¿Por qué mija, quieres mudarte a Los Álamos o a La Primavera?, Donde sea, menos aquí, ¿has visto a los vecinos?, Son los de siempre, ¿no?, Los nuevos, los que se cambiaron enseguida de con Martita, ¿Qué tienen? Creí que simpatizabas con el joven de pelo corto, Al principio me caía bien, pero después lo sentí muy lanzado, pero no es por eso papá, ¿No te has dado cuenta del tipo de barrio en qué vivimos? Está lleno de narcos, papá, en cuanto anuncian retenes parece que es la única colonia de la ciudad, se llena de judiciales y yo la verdad ya estoy harta, hasta en la escuela me lo recuerdan, ¿no habrá una colonia tranquila donde podamos vivir?, Mi niña, pero si siempre hemos vivido en este lugar, tenemos nuestro negocio y creí que aquí tenías tus amistades, tus hermanos nunca se han quejado; yo no sé cuál sea el origen del dinero de mis clientes y tampoco me interesa, cada quien su vida, lo que sí te puedo asegurar es que lo gastan con nosotros, los nuevos vecinos, por ejemplo, todo lo surten aquí; viéndola bien y como están las cosas es una suerte que se hayan cambiado a nuestro barrio, Pues no pienso lo mismo y me gustaría que hicieras un esfuerzo y nos mudáramos; ellos, los nuevos, son gente rara, ¿existen los extraterrestres?, No que yo sepa, Pues el taradito ese con el que dices que simpatizo me contó que su papá vio un platillo volador por el aeropuerto, ¿lo puedes creer?, Es lo mismo hija, si compran con nosotros no importa lo qué vean o dejen de ver, nosotros necesitamos vecinos con poder adquisitivo y ellos parecen tener suficiente, Te da igual cómo lo hayan conseguido, ¿verdad?, Mija, si no los investigan los indicados, ¿por qué lo haríamos nosotros y exponernos a amanecer un día encobijados?, Cambiémonos papá, ya no aguanto, estoy harta de la prepotencia de esos tipos, de sus carrotes, de las balaceras, ¿te acuerdas de año nuevo?, ¿cuántos murieron por balas perdidas?, Mija, ellos no se meten con nosotros, compran en nuestra tienda, podemos decir que nos mantienen, Pues qué precio tan alto, papá, ¿Has comentado esto con tu madre?, Piensa igual que tú, que son nuestros principales clientes y que no debemos molestarlos, Ahí viene tu amigo pelo corto, ¿lo quieres atender?

No profe, el que está mal es usted, ¿se ha fijado bien en el carro que trae, su ropa, dónde vive?, ¿cuánto tuvo que estudiar para ser maestro?, ¿cuánto tiempo lleva trabajando, cuánto gana?, ¿cada cuánto puede darse un gusto? No, profe, está jugando en el equipo equivocado, usted me cae bien, ya se lo he dicho, pero no me venga con ese salivero de que ser narco es lo peor, que son una vergüenza y un peligro, una puerta falsa, convénzase profe, son los que la mueven, vea sus carros, su ropa, el dinero que gastan, todos se les inclinan: la judicial, el ejército, los políticos, los dueños de las tiendas, los constructores, los restauranteros, los músicos ni se diga; son la ley profesor, neta, vea nomás las morritas que los siguen; esas plebes, por ejemplo, se están matando por que las inviten a salir, pero no salen con cualquiera, a la del chonguito la invité al Clips la semana pasada, ¿sabe con qué me salió?, ¿Qué te pasa morro?, ¿crees que salgo con pobretones? No se ofenda, pero me da la impresión de que usted no sabe cómo corre el agua; es la misma historia mi profe, las morras quieren acción pero con los de las camionetas del año, con los del billete, y yo, no voy a salvar a la patria mas que pura madre, tampoco me voy a quedar a ver qué me cae del cielo; ya me decidí profesor, voy a ser narco, pesado o no pero eso voy a ser, lo siento, no veo otra manera, la neta, de salir de pobre, prefiero vivir cinco años como rey que cincuenta como güey.

No tenemos recursos señor, los de la tele no pasarán un solo comercial si no les pagamos, Prométanles lo que sea, vamos a ganar y allí les daremos todas las exclusivas que quieran para que se nivelen, además, que no se les olvide, llegamos a un acuerdo con los dueños, no nos pueden dejar abajo a estas alturas, Se los recordé señor, pero no quieren, lo mismo le dije a los de la radio y la prensa escrita, nadie nos quiere dar crédito, Pues hay que conseguirlo a como dé lugar, estamos en la recta final y si aflojamos podríamos perder, la culpa la tiene el imbécil que vamos a sacar de Palacio, se dedicó a pelearse con todo mundo, ¿qué necesidad había?, Ya me reuní dos veces con los sectores y lo claro es que no están dispuestos a darnos un peso de crédito, ¿Hablaste con Ortega?, Fue el primero y fue muy claro en que no podía arriesgar, el partido ya no es lo que era, Bonita hora para descubrirlo, esos trácalas se han enriquecido a nuestra costa y ahora nos dan la espalda, ¿significa que estamos perdidos?, significa que tendremos que considerar fuentes de financiamiento alternativo, la propuesta de su amigo de la prepa, por ejemplo, No me hagas eso, ¿a ese grado es nuestra miseria?, ¿Quiere ganar, no?, La única manera en que podemos negociar con ellos es en igualdad de circunstancias, en esta situación, cuando estemos en el poder nos pondrán de rodillas, Pero estaremos en el poder y eso tiene su precio, Vaya que sabes el negocio, Antes de que llegáramos aquí me llamó Fonseca, nuestro más cercano perseguidor tiene una cita a las ocho de la noche con su amigo, seguro van a tratar lo mismo, ¿No tiene sus propios amigos ese idiota?, Debe tenerlos, pero ha elegido utilizar los suyos, ¿No es una trampa?, No creo, a ellos también se les acabó el dinero, y según me contó Ortega tampoco les dieron crédito, Pues si se va a reunir con ellos a las ocho que se reúna con nosotros antes, No se moleste, hemos concertado una cita para las seis en un lugar neutral, el hombre se puso contento, dijo que nada anhelaba más que verlo en el sitio que le corresponde, Que sea lo que Dios quiera, Digámoslo de esa manera.

Don Gume, yo quisiera hacer otras cosas, tener más responsabilidad, más roce, ¿No estás conforme con esta chambita?, Pues la verdad no, quisiera ganar más, ya le dije que tengo dos morritos de cinco y siete, ¿cuántos años tiene usted en esto?, Voy a cumplir veintidós, Y apenas se mudó a Las Quintas, fíjese, ¿cuándo me voy a cambiar yo?, Pero nunca he estado preso y mis hijos, aunque medio destrampados, ya se me recibieron dos, están trabajando, y el chico va a la universidad, ¿no te interesa la familia?, Es lo que más me interesa, don Gume, pero yo quisiera ir más rápido, tenemos necesidades que no podemos aplazar, ¿podría usted apalancarme con los jefes?, ¿No quieres meditarlo un poco? Mira que perro que da en comer huevos aunque le quemen el hocico, Ya estuve en eso don Gume, total, si para morir nacimos, No sabía que pensabas así, Pues no lo veía así hasta hace poco, fíjese que fui al banco a ver si me daban un crédito para una casa chiquita, de una recámara, en una colonia de la periferia, no pues, aparte de que me trataron como a un perro me pidieron un montón de papeles que ni en sueños, apenas tengo cartilla; don Gume, es neta, en esta vida uno sin dinero no vale nada, a poco no, En eso tienes razón, pero es mucho riesgo, puedes pasar tus mejores años tras las rejas, lo que yo hice fue ahorrar, veintidós años es mucho tiempo don Gume, ahí me hallan y bueno, si usted puede ayudarme, Apagaron la luz, esos de la torre de control no se retrasan un minuto, ¿No apareció el platillo volador, verdad?, No lo vi, a lo mejor salió y ni cuenta nos dimos por estar con tu bronca, No es bronca, don Gume, qué tal si me convierto en el capo más importante de la región, olvídese que andará usted llenando combustible a las tres de la mañana, Bueno, vamos a vaciar esos bidones. –

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