Nacรญ el 16 de septiembre de 1969, pocas horas despuรฉs de que Dรญaz Ordaz gritara “¡Viva la concordia entre los mexicanos!” y dos meses despuรฉs de que Neil Armstrong pisara por primera vez la superficie lunar. Ambos acontecimientos me parecen trรกgicamente opuestos: mientras conquistรกbamos el espacio, un presidente de Mรฉxico mentรญa ritualmente. Hoy, desde la emocionante resaca del descubrimiento del bosรณn de Higgs, el PRI vuelve por sus fueros a Los Pinos. Se ha citado mucho aquella parรกfrasis que Marx hiciera en El 18 brumario de Luis Bonaparte: “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijรฉramos, dos veces. Pero se olvidรณ de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.” Acaso nuestra generaciรณn sea la generaciรณn de la farsa.
Si el PRI fuera unos montes y pariera, su ratรณn serรญa Enrique Peรฑa Nieto. No concibo un producto mรกs genuino, mรกs perfecto de la lรณgica del partido tricolor que el virtual presidente de Mรฉxico. Es el carisma y el vacรญo, una epidermis erizada de frases hechas, un Golem al que no un rabino sino un cacique de Atlacomulco insuflรณ vida. No es, por supuesto, la renovaciรณn del PRI sino su acabado final, su gran retoque, su armor all. Y va, a su manera, a funcionar, porque la maquinaria –el gran tinglado de los prosรฉlitos– ha sido aceitada con el cuidado del relojero que sabe que la paciencia y la perseverancia son sus mayores virtudes. El cierre de filas es la puesta a punto del reloj del PRI. Ese caracterรญstico esprit de corpsno lo han sabido emular ni el PRD ni el PAN, que cada cierto tiempo implosionan.
Si sรฉ cรณmo funciona un partido por el que nunca he votado es porque me he visto inmerso en su atmรณsfera desde que nacรญ. Yo y todos nosotros, todos. La broma del priistaque llevamos dentro esconde una terrible verdad: lo que empezรณ como un modus operandi especรญfico terminรณ siendo una idiosincrasia. Ya parece un axioma que moverse es no salir en la foto, que la moral es un รกrbol que da moras, que un polรญtico pobre es un pobre polรญtico. ¿Y quรฉ hicimos histรณricamente cuando pudimos llevar a cabo la alternancia? Optamos por la ortodoxia y el conservadurismo. Ese autorretrato nuestro se completa hoy con el regreso del priismo prรณdigo. Me asombra que nos dรฉ tanto terror votar por la izquierda, al grado que preferimos al diablo, por conocido. Ojalรก que dentro de seis aรฑos sufraguemos con mรกs amรญgdalas. ~
(ciudad de Mรฉxico, 1969) es poeta. Es autor, entre otros tรญtulos, de 'Bipolar' (Pre-Textos, 2008), 'Pitecรกntropo' (Almadรญa, 2009) y 'Ex profeso' (Taller Ditoria, 2010).