El cielo que pasó. Como los pájaros
que apresuran el abandono de la tierra
y vuelven sin embargo y es el mismo
aleteo: de quebraduras
viene ansioso el verano.
Viene
haciéndose. Que la corteza
del árbol, la travesía felina
que unifica esa piel y agrava sus colores
no deje de quebrarse:
manchas,
nubes de un primer cielo, estrellas
o luciérnagas contra el sol que las demora.
Manchas. El jaguar
viene ansioso de pájaros que pasen. –
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