Porfirio Martínez Peñaloza fue un investigador literario y de las artes populares. Nació en Morelia, el 24 de mayo de 1916. Murió en la ciudad de México, el 26 de agosto de 1992. Hijo de un boticario que leía, hizo estudios de medicina y letras en la Universidad Nacional. Fue investigador, profesor y funcionario cultural. Sus princi-
pales publicaciones como investigador y editor se refieren a la poesía mexicana y el arte popular mexicano.
Hasta 1960, sus trabajos fueron puramente literarios. Fue cofundador y codirector de las revistas Viñetas de Literatura Michoacana (Morelia, 1944-1946) y Trivium (Monterrey, 1949-1950). Publicó de manera esporádica la Colección Camelina de textos literarios (Monterrey 1949-México 1976). Fue conferenciante en España, invitado por el Instituto de Cultura Hispánica (1947); profesor de literatura en el Instituto Tecnológico de Monterrey (1948-1949); becario de filología en El Colegio de México (1950); investigador del Centro de Estudios Literarios de la UNAM (1959-1960); conferenciante en los Estados Unidos (1964, 1967).
Empezó publicando artículos en la prensa cultural y opúsculos literarios: Dos motivos de Navidad (Morelia, 1941), La nacionalidad mexicana (México, 1943), Tres relatos de amor (Monterrey, 1949), La poesía de Alberto Herrera (Morelia, 1966), Los cinco poetas de La Espiga Amotinada (México, 1966), Una carátula y una amiga (México, 1967). Su libro de investigación Algunos epígonos del modernismo y otras notas, con prólogo de Jaime Torres Bodet (México, 1966), es muy informativo para la historia literaria, y la enriquece señalando omisiones y errores. Incluye además interesantes trabajos sobre sonetos atípicos y sobre las antologías del soneto en México.
Hizo otras aportaciones a la historia de las antologías en México, en su discurso de ingreso a la Academia Mexicana, donde ocupó la silla XXV el 27 de agosto de 1976. Su investigación sobre Parnasos, liras y trovadores mexicanos. Siglo XIX y la respuesta de José Rojas Garcidueñas aparecen en las Memorias de la Academia Mexicana, tomo XXIV, pp. 31-52. También en un opúsculo de la Colección Camelina (1976). Sus investigaciones deberían continuarse. Hace falta una historia general de las antologías, de la crítica, de las traducciones, de las revistas y suplementos, de las casas editoriales, de las instituciones patrocinadoras: de todo el contexto lector que acompaña, estorba o estimula la creación literaria.
Él mismo preparó antologías: Francisco Manuel Sánchez de Tagle (Morelia, 1951), Anuario de la poesía mexicana (INBA, 1955, 1960, 1961), Anuario del cuento mexicano (INBA, 1959, 1960, 1961), Antología poética de Joaquín Arcadio Pagaza (Gobierno del Estado de México, 1969), Amado Nervo (Madrid, Edal, 1982). La más creadora fue su Antología de crítica literaria de Victoriano Salado Álvarez (Jus, 1969, en dos volúmenes), que debería reeditarse, porque es la revelación de un notable crítico ignorado.
Escribió prólogos, por lo general documentados: Crítica literaria de Manuel Gutiérrez Nájera (UNAM, 1959), Máscaras de la Revista Moderna (FCE, 1968), Espejos antiguos de Enrique Fernández Ledesma (FCE, 1968), Fervor de Jaime Torres Bodet (Finisterre, facsimilar, 1969), Jardín moreliano de poetas de Ramón López Lara y Agustín García A. (Morelia, Balsal, 1970), Hogar y patria. El arpa del amor de Juan de Dios Peza (Porrúa, Sepan Cuantos, 1972), Rincones de Morelia de Francisco Rodríguez Oñate y Guadalupe Espino (Morelia, Fimax, 1974), Trajes civiles, militares y religiosos de México de Claudio Linati (Miguel Ángel Porrúa, facsimilar, 1979), Obra poética revolucionaria de Carlos Gutiérrez Cruz (Domés, 1980), la edición facsimilar de la revista Forma (FCE, 1982), Crónicas de un corresponsal mexicano en la Primera Guerra Mundial de José D. Frías (Departamento del Distrito Federal, 1983), Antología del Centenario (UNAM, nueva edición, 1985), Obra poética de Porfirio Barba-Jacob (Domés, 1985).
Desde 1961, cuando fue subjefe del Departamento de Artesanías del Banco Nacional de Fomento Cooperativo, investigó cada vez más el arte popular, sobre el cual dio muchas conferencias y fungió como asesor, comisionado, jurado o funcionario de diversas instituciones, en México y en el extranjero: Banco de México, Banco Nacional de Comercio Exterior, Secretaría de Hacienda, Secretaría de Educación Pública, Secretaría de Relaciones Exteriores, Organización de los Estados Americanos, Sistema Económico Latinoamericano, Unesco. Para la OEA, organizó la Reunión Técnica de Artesanías que preparó la Carta Interamericana de las Artesanías y de las Artes Populares (1973).
En esta especialidad, publicó Arte popular y artesanías artísticas en México (SHCP, 1972; Jus, 1978), Popular Art of Mexico (Panorama Editorial, 1979), La artesanía en Sinaloa (Gobierno del Estado de Sinaloa, 1980), Arte popular de México (Panorama Editorial, 1981), Tres notas sobre arte popular en México (Miguel Ángel Porrúa, 1981), Artesanía mexicana (Galería Misrachi, 1982), Permanencia, cambio y extinción de la artesanía en Mexico (Fonart, 1982), Sagrado y profano en la danza tradicional de México (Miguel Ángel Porrúa, 1986). Además, prologó Los esmaltes de Uruapan de Francisco de P. de León (Fomento Cultural Banamex, 1980) y Arquitectura vernácula (INBA, 1980).
Modesto y firme en sus convicciones, trataba siempre de sustentarlas en la investigación acuciosa. Tuvo siempre especial interés en el rescate de obras, autores y temas olvidados. Tardíamente, este homenaje adopta esa forma de construir la tradición para recordarlo. –
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.