In memoriam Paul Celan Ocultos bajo su nombre,
disfrazados de flores:
los girasoles.
Del alba al poniente
viajan despacio
fingiéndose inmóviles.
Expuestos al paso
de miradas gendarmes
no dicen nada.
Pestañas en llamas
enrejan temprano
su pupila carbonizada.
Un sudor insomne
les deforma el rostro,
les mancilla el polen.
Temen que los lleven,
les extraigan y arrojen
a la fosa de nadie.
Yo los convoco de noche
a la ceremonia sagrada
de las metamorfosis.
Enciendo la lámpara:
La oscuridad pone
la luz en un cáliz.
A la primera palabra
el silencio se abre
como una jaula.
Y salen y saltan,
uno tras otro, de pronto
leones los girasoles. –