Sr. Director:
He esperado con interés y leído con gusto cada número de Letras Libres. Los felicito a usted y a sus colaboradores por hacer una revista tan valiosa. Espero que mejore cada vez, como ha venido ocurriendo desde que empezó a publicarse.
El artículo que me ha movido a escribir es el de Mario Vargas Llosa del número 27. Aunque en ese mismo número usted señala las diferencias profundas que hay entre México y Perú, "Los cuarenta ladrones" de Vargas Llosa me hace pensar en las semejanzas. También nosotros hemos pasado por regímenes populistas; después llegó el autoritarismo neoliberal y corrupto, y ahora tenemos la oportunidad de entrar, de pleno, en la vida democrática. Igual que ocurre en el Perú, en México muchas personas creen que las condiciones de marginación y pobreza en las que viven muchos compatriotas se deben a la liberalización económica promovida por los últimos gobiernos, y que la solución a estos problemas está en la vuelta al populismo. Suelen olvidar los desaciertos de los regímenes de los setenta y la crisis económica que nos azotó, como resultado de esas políticas, en la siguiente década. Nuestra memoria es corta, sólo recordamos la crisis de 94-95 y muchos la atribuyen al (neo)liberalismo. Incluso los priístas creen que perdieron las elecciones del 2 de julio por ese motivo. Quienes seguimos creyendo en el liberalismo sabemos que ni la crisis económica ni la alternancia de poderes se debieron a la apertura económica, sino a la forma tan corrupta como ésta se llevó a cabo. En México tuvimos mucho más que cuarenta ladrones. El regreso al populismo no solucionará los graves problemas del país, y éstos permanecerán si no combatimos también la corrupción. Hay que estar alertas, tanto en México como en Perú y en el resto de América Latina.
De nuevo, lo felicito y le agradezco por esta hermosa revista. –
