Estimado Mario Escobar :
Cuando usted tenga la formación, la integridad, la capacidad crítica y el sentido de lo político de Ibsen Martínez, quizá se pueda plantear una sana discusión. Lo que ocurre acá en Venezuela es muy grave incluso para los propios adeptos del gobierno del presidente Chávez. Sólo piense en una cosa muy sencilla: todo depende del parecer, del actuar, de una sola persona. Desde una política macroeconómica a una reforma del poder judicial, desde la entrega de una cédula o un pasaporte hasta el simple aumento de los sueldos de un gremio. Todo pasa por las manos de nuestro presidente y eso es contrario a toda práctica democrática. Si, como dice Gabriel Zaid, la cultura es diálogo, en Venezuela estamos muy mal. No se puede dialogar si todos nos tenemos que poner las particulares franelas o camisas rojas. Lea más a Martínez y verá otras facetas. Sigue siendo una voz lúcida en medio de esta voracidad llamada revolución. –
Vocación de puente
D. Enrique Krauze.El primer número en España de Letras Libres me recordó la denuncia apasionada de Amin Maalouf, en Identidades asesinas, de la locura que incita a los…
El lenguaje no determina el pensamiento
El cineasta Jay Shapiro reunió en Nueva York a Steven Pinker y John McWhorter para que hablaran de su trabajo sobre la lengua, la cultura y el progreso.
Ricardo Cayuela, despedida, bienvenida
A lo largo de catorce años, Ricardo Cayuela Gally ha sido un hombre clave en el equipo editorial de Letras Libres. Primero como jefe de redacción entre 1999 y 2001; luego, de…
Hamburguesa con roquefort: testosterona para tiempos afeminados
Pedirla bien cocida sería desaprovechar ese punto exacto en el que grasa, colágeno y músculo se funden en un mismo jugo tibio con sangre
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES