Hay un bello ejemplo que podría agregarse al artículo de Gabriel Zaid sobre “Procrastinar” publicado en el número de diciembre (Letras Libres 144): el estribillo de Pervigilium Veneris, escrito en septenarios trocaicos, en donde “cras” es ya no dilación sino esperanza:
Cras amet qui numquam amavit quique amavit cras amet!
¡Amad mañana, los que nunca habéis amado; los que habéis amado, amad mañana!
Atentamente, ~