The Mexico Union Cricket Club

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Entre 1810 y 1824, la revoluciรณn surcรณ el continente americano, desde Chile en el sur hasta Mรฉxico en el norte, y el Imperio Espaรฑol se desintegrรณ. Fue entonces cuando aparecieron las nuevas naciones de la Amรฉrica espaรฑola y la cartografรญa estratรฉgica del mundo en materia geopolรญtica y econรณmica se transformรณ. Las naciones europeas comenzaron a competir entre sรญ y con Estados Unidos para tener acceso a las riquezas minerales y otros recursos del continente americano. Comerciantes, mineros, empresarios, turistas y diplomรกticos de muchos paรญses cruzaron el Atlรกntico hacia Amรฉrica. Algunos de ellos lo hicieron como inmigrantes, con la esperanza de establecer una vida nueva y mรกs prรณspera para ellos y sus familias; otros llegaron como empleados de las numerosas compaรฑรญas reciรฉn fundadas en Europa para explotar la minerรญa, la agricultura y el comercio; algunos zoรณlogos, botรกnicos y cientรญficos de diversas disciplinas viajaron a zonas remotas del continente, y los curiosos sรณlo fueron a ver, para averiguar si las historias legendarias que circulaban en Europa desde hacรญa tiempo sobre riquezas y antiguas civilizaciones misteriosas tenรญan algo de cierto.

Los britรกnicos estaban a la vanguardia de esta desbandada hacia la Amรฉrica espaรฑola. Durante siglos el cรณdigo comercial de Espaรฑa, muy restrictivo y monopรณlico, habรญa impedido el acceso directo de los comerciantes y artesanos ingleses al continente. Con la disoluciรณn del control hispรกnico y la declaraciรณn de acceso libre a sus mercados por parte de la mayorรญa de las nuevas naciones americanas, los britรกnicos detectaron una oportunidad y no dudaron en aprovecharla. No sabemos cuรกntos britรกnicos viajaron a la Amรฉrica espaรฑola durante el siglo XIX, pero sin duda fueron varios miles y la influencia econรณmica y cultural que su presencia generรณ aรบn se puede ver en la Argentina, Chile, Venezuela y muchos otros paรญses. Si la polรญtica britรกnica fue imperialista o no, y si los efectos de la migraciรณn perjudicaron el desarrollo del continente, eso es aรบn materia de debate entre diversos historiadores de la economรญa y la cultura, pero mi preocupaciรณn aquรญ no radica en estos asuntos controvertidos. Aquรญ me quiero ocupar de un tema que, segรบn algunos, serรญa aรบn mรกs importante: el juego del crรญquet en Mรฉxico.

Es una perogrullada afirmar que algunos deportes son difรญciles de trasladar por un sinfรญn de razones, incluidas las tradiciones culturales, el clima, los recursos, la pertinencia y, sobre todo, los problemas lingรผรญsticos relacionados con la traducciรณn de la terminologรญa tรฉcnica y deportiva. Pocos entusiastas britรกnicos del deporte comprenden el futbol o el beisbol estadounidenses; de ellos, la gran mayorรญa permanece en la ignorancia sobre lo que sucede en el hockey sobre hielo canadiense; y, por las mismas razones, resulta ya casi un lugar comรบn en el repertorio cรณmico que los extranjeros no conocen y jamรกs entenderรกn ese juego esencialmente inglรฉs que es el crรญquet. Traducir, o incluso tratar de explicar el significado de tรฉrminos como silly mid-on, long leg, square leg, slip, bouncer, full toss y muchos otros, que son transparentes para los jugadores de crรญquet, es una empresa imposible. Sin embargo, como es bien sabido, los ingleses llevaron el crรญquet a todo su imperio y el juego fue adoptado en muchos paรญses, especialmente en Asia, รfrica y el Caribe. Lo que sin duda es menos sabido, si es que alguien lo sabe, es que uno de los primeros clubes de crรญquet fuera de la Gran Bretaรฑa fue el que se fundara en la ciudad de Mรฉxico en 1827. Este club prosperรณ, aunque en forma algo accidentada, durante todo el siglo XIX.

En 1827 un grupo de comerciantes y diplomรกticos, tanto britรกnicos como no britรกnicos, fundaron el Mexico Union Cricket Club en la ciudad de Mรฉxico. Hasta ahora, la informaciรณn sobre el club y sus miembros no habรญa sido localizable, pero el reciente hallazgo de un opรบsculo impreso en la ciudad de Mรฉxico en 1838, y que sin duda estaba destinado รบnicamente a la circulaciรณn privada, nos proporciona nuevos detalles sobre el origen del club y sus actividades. El folleto se encontrรณ entre los papeles de los hermanos Daniel y Lewis Price, quienes se contaban entre los primeros comerciantes que viajaron a Mรฉxico en la dรฉcada de 1820. Los hermanos Price establecieron una sociedad para el negocio de importaciones y exportaciones que se concentrรณ en la ciudad de Mรฉxico y Veracruz, y permanecieron en Mรฉxico cerca de treinta aรฑos antes de retirarse de nuevo a la Gran Bretaรฑa. Daniel Price se uniรณ al club de crรญquet en 1828 y Lewis en 1835, y el volante formaba parte de su archivo personal a su regreso a la Gran Bretaรฑa.1

El opรบsculo fue elaborado por un famoso impresor mexicano de aquella รฉpoca, Ignacio Cumplido, y en su primera de forros o portada se lee:

Reglas

y

Ordenamientos

del

Mexican Union Cricket Club

Revisadas y corregidas por el comitรฉ

nombrado a tal efecto por los socios

en la

Junta General

efectuada

en febrero de 1838.

 

Francis Leeson Ball Esqr. Presidente.
     Francis Morphy Esqr. Vicepresidente.
     A. Melville Esqr. Tesorero.
     Richard Geaves Esqr. Secretario.
      
     Junto con las Leyes del Juego.
     Se ve que el folleto trata sobre todo acerca de las reglas del crรญquet, pero contiene tambiรฉn otras secciones que no se indican en la portada. La primera pรกgina estรก consagrada a un recuento o minuta de la cena de aniversario del club, llevada a cabo el 21 de febrero de 1838. El primer punto en el orden del dรญa fue nombrar a los directivos para el siguiente aรฑo. El presidente, el vicepresidente y el tesorero en funciones, cuyos nombres se indican en la portada โ€“Ball, Morphy y Melvilleโ€“ fueron reelectos por unanimidad, pero se nombrรณ a un nuevo secretario, George G. Field, en lugar de Richard Geaves. Despuรฉs, se discutieron varios temas y se tomaron sendas resoluciones. ร‰stas fueron las siguientes: las โ€œcuotas de admisiรณnโ€ se reducirรญan a ocho dรณlares; la suscripciรณn anual aumentarรญa a diez dรณlares; los miembros no serรญan llamados a pagar su suscripciรณn sino despuรฉs de un aรฑo de pertenecer al club; el costo de los refrigerios tras el juego serรญa cubierto por los ganadores, que aportarรญan un dรณlar cada uno, y por los perdedores, que contribuirรญan con dos dรณlares cada uno. Finalmente, los seรฑores Ball, Morphy, Melville, Field, Geaves y G.M. Murray fueron elegidos para integrar un comitรฉ con el propรณsito de revisar las antiguas normas y trazar adecuadamente los nuevos lineamientos โ€œconducentes a la prosperidad del Clubโ€.2
     El 18 de octubre de 1838, este comitรฉ de revisiรณn se reuniรณ. El primer punto en el orden del dรญa fue aceptar la renuncia del seรฑor Field como secretario y restituir en su cargo al seรฑor Geaves. A continuaciรณn, el comitรฉ procediรณ a discutir las normas generales para regir el club. Ademรกs de los poderes del Comitรฉ, se acordaron varias reglas. La Ley 3 se referรญa a โ€œla vestimenta o el uniformeโ€:
     La vestimenta o uniforme de los socios del Club deberรก consistir en un saco de franela, un sombrero de paja y pantalones blancos, y cualquier miembro (jugador) que aparezca en el terreno de juego durante el partido o que participe en รฉl y se presente con otra vestimenta serรก sujeto a una multa de dos dรณlares.
     En los dรญas de partido, los portillos (o wickets) habrรญan de estar preparados a las 7:45 a.m. y todos los jugadores debรญan estar listos en el terreno a esa hora. Cualquier jugador que no se presentara a mรกs tardar a las 8:00 a.m. habrรญa de pagar una multa de un dรณlar, y cualquiera que simplemente no llegara, habrรญa de pagar cuatro dรณlares. Si algรบn negocio o cualquier otro asunto โ€“(โ€œexcepciรณn hecha de una enfermedad repentinaโ€)โ€“ le impidieran a un jugador estar presente en el partido, su responsabilidad serรญa informar por escrito al capitรกn del equipo dos dรญas antes de la fecha en que se hubiera programado el juego. Los toldos del club no serรญan prestados para ningรบn otro propรณsito que los eventos del propio club. Finalmente, se acordรณ que โ€œlas Leyes del Juego debรญan ser las mismas que las del Marylebone Club, con las alteraciones necesarias para adecuarse al clima y a los miembros de este Clubโ€.
     Despuรฉs, el comitรฉ convino una nueva serie de Leyes del Juego que habrรญan de servir como guรญa a los socios. Antes de abordar el tema, empero, se requiere de alguna informaciรณn pertinente para aquellos que no estรฉn familiarizados con el desarrollo del crรญquet. La autoridad central que rige el deporte es el Marylebone Cricket Club, que tuvo su sede, y aรบn la tiene, en el campo de crรญquet de los Lores en Londres. Este club se fundรณ en 1787 y para desempeรฑar sus funciones arrendรณ un terreno en Marylebone. La asociaciรณn creciรณ como un club privado, y el Cรณdigo de Leyes que estableciรณ por vez primera en 1788 fue adoptado subsecuentemente por todos los jugadores. Hoy en dรญa, el MCC funge aรบn como custodio y รกrbitro en lo que respecta a las leyes del crรญquet a lo largo y ancho del mundo.
     En 1835, el MCC expidiรณ un Cรณdigo revisado sobre las Leyes del Crรญquet.3 La modificaciรณn principal concernรญa al lanzamiento, o al mรฉtodo mediante el cual el lanzador arroja la pelota hacia el bateador y su portillo. Originalmente, el lanzador tiraba la pelota con un movimiento del brazo que no rebasaba la cintura. Mรกs tarde, en 1828, se permitiรณ el โ€œmovimiento completoโ€, mediante el cual la mano del lanzador podรญa alzarse hasta la altura del codo y el brazo podรญa extenderse horizontalmente hacia afuera. En las nuevas leyes de 1835, el movimiento del lanzador fue modificado nuevamente en la medida en que la mano encargada de lanzar la pelota se podรญa elevar ahora hasta la altura del hombro.4 Puede seรฑalarse tambiรฉn que una serie consistรญa entonces de cuatro pelotas, y no de las seis que se usan en el juego actual.
     Al parecer, el Club de Crรญquet de Mรฉxico debiรณ revisar sus propias reglas en 1838, debido a la publicaciรณn de estas nuevas Leyes emanadas del MCC en 1835. En tรฉrminos generales, el club mexicano las adoptรณ. Todas las normas concernientes a la pelota, el bate, las estacas, los marcadores, los portillos, el lanzamiento, etcรฉtera, se adoptaron sin cambio alguno. Los รกrbitros serรญan los รบnicos jueces del juego limpio, y de las faltas, y no estarรญan autorizados a hacer apuestas sobre el marcador final. El azar decidirรญa quรฉ equipo batearรญa primero y quรฉ equipo harรญa de filder, ya que las escuadras habรญan de lanzar una moneda a tal efecto. Entre una entrada y otra se permitirรญan recesos de quince minutos. Dado que en aquel entonces la vestimenta apropiada incluรญa un sombrero, la Ley 34 estipulaba que โ€œsi algรบn jugador detiene la pelota con su sombrero, la pelota se considerarรก muerta, y el equipo contrario aรฑadirรก cuatro carreras a su puntuaciรณn …โ€ Sin embargo, el comitรฉ mexicano llevรณ a cabo una modificaciรณn importante para la que carecemos de explicaciรณn clara. En lugar de que una serie consistiera de cuatro pelotas, debรญa haber doce pelotas en una โ€œserie mexicanaโ€.
     La segunda secciรณn de las Leyes se titula โ€œLeyes para un portillo รบnicoโ€. Dicha secciรณn establece las reglas para equipos de menos de cinco jugadores, en contraste con los once jugadores regulares, y aquรญ el club mexicano adoptรณ las diez reglas estipuladas por el MCC sin modificaciรณn alguna.
     Para terminar, la รบltima secciรณn del documento del mcc, adoptado de nuevo verbatim por el club mexicano, abordaba las apuestas sobre el marcador final. En pocas palabras, esta รบltima secciรณn declaraba que las apuestas no serรญan pagaderas a menos que el juego se jugara completo o se abandonara [que no se dejara pendiente], y que las posturas sobre el jugador que obtuviera el mayor nรบmero de puntos se referirรญan รบnicamente a las primeras entradas, a menos que se especificara lo contrario.
     La รบltima secciรณn del folleto contiene una lista de miembros del Club de Crรญquet de Mรฉxico, ordenada por antigรผedad, que comienza en 1827 y termina en 1838. Los nombres de los miembros que ya no radicaban en la ciudad de Mรฉxico se imprimieron en letra cursiva. Algunas notas manuscritas al lado de otros nombres, hechas tal vez por Lewis o Daniel Price, indican que esos socios se habรญan retirado. En total, el club albergรณ a ciento un socios durante su primera dรฉcada de existencia. Los miembros fundadores, o los que se inscribieron en 1827, sumaban veintisiete, y entre ellos se contaba una interesante mezcla de comerciantes y diplomรกticos, no todos ellos ingleses. El primer nombre de la lista โ€“aunque el orden parece no tener importancia algunaโ€“ es Charles Tadeau Oโ€™Gorman. ร‰l era cรณnsul general de la Gran Bretaรฑa en la ciudad de Mรฉxico, tenรญa 42 aรฑos y dos aรฑos atrรกs habรญa contraรญdo matrimonio con una chica mexicana de catorce aรฑos. Su hermano George tambiรฉn era socio del club, asรญ como Ewen C. MacIntosh, un comerciante que aรฑos mรกs tarde se desempeรฑarรญa tambiรฉn como cรณnsul britรกnico. Hugh Dick, de la compaรฑรญa Cross, Dick & Co., era otro comerciante que despuรฉs se convertirรญa en el vicecรณnsul britรกnico en Veracruz. Otros comerciantes en la lista eran Justin Ruperti, un socio de Hartley, Green & Ruperti; J.C. Penny, quien junto con su hermano Edward dirigรญa un negocio de importaciones y exportaciones; John Tayleur y su socio William Bates; E.F. Tayloe; James Lyon Geaves, de McCalmont, Geaves & Co.; H. Tute, y Robert Cullen, de Cotesworth, Cullen & Co. Algunos miembros tambiรฉn procedรญan de la comunidad de mineros alemanes reclutados por compaรฑรญas de capital mixto fundadas en la dรฉcada de 1820 para explotar las minas de plata en Mรฉxico. Entre ellos estaban, por ejemplo, A. Schartau y G. Nietsch. Entre los diplomรกticos se encontraba a E.C. Grothe, el cรณnsul general holandรฉs. Pero tal vez el nombre mรกs sorprendente entre los miembros fundadores es el de Joel Roberts Poinsett, el encargado de Asuntos Exteriores de Estados Unidos en Mรฉxico. Para 1827, Poinsett ya se habรญa granjeado la reputaciรณn de antibritรกnico feroz, y sin duda los diplomรกticos ingleses residentes en Mรฉxico lo veรญan como su mayor rival en la competencia por influir en la vida del paรญs y en su gobierno. Sin embargo, parece que los domingos, cuando se jugaban los partidos, los intereses nacionales y las rivalidades se dejaban a un lado, en nombre del crรญquet.
     Las listas de socios correspondientes a los siguientes aรฑos revelan una mezcla similar, extraรญda de las comunidades comerciantes y diplomรกticas. El presidente del club en 1838, Francis Leeson Ball, era un diplomรกtico. Habรญa estado en Mรฉxico desde 1825, cuando se le asignรณ el cargo de secretario de la misiรณn diplomรกtica de la Gran Bretaรฑa en Mรฉxico. Richard Geaves, el secretario del club en 1838, era socio de Exter, Geaves & Co. y viviรณ en Mรฉxico al menos desde 1827. John Charles Beales trabajaba como mรฉdico para los britรกnicos de la Compaรฑรญa Minera de Tlalpujahua, y en aรฑos posteriores especulรณ con bienes raรญces en Tejas. Otro nombre eminente que se sumรณ a la lista en 1829 fue George Ackermann, hijo de Rudolph Ackermann, el notable editor y diseรฑador de Londres. George viajรณ al paรญs en 1825 para iniciar una rama del negocio familiar en la ciudad de Mรฉxico.
     Una caracterรญstica destacable en los primeros aรฑos del club es la ausencia de nombres mexicanos o espaรฑoles. Nunca se registrรณ la opiniรณn que el crรญquet les merecรญa a los mexicanos, y no se hace menciรณn alguna al deporte en, digamos, los periรณdicos de la รฉpoca. Pero, para 1837, alguien de nombre R. Gonzรกlez estaba entre los miembros, y al aรฑo siguiente aรฑo se le unieron J.M. Chรกvez, A. Tagle y J. Durรกn. ร‰sos pudieron haber sido los primeros mexicanos que jugaron al crรญquet.
     Por supuesto, hay varias cosas que aรบn no sabemos sobre estos primeros aรฑos en la vida del Club de Crรญquet de Mรฉxico. Por ejemplo, no contamos con informaciรณn sobre los partidos que se jugaron, sobre los ganadores y los perdedores, sobre los puntajes individuales, sobre los promedios de lanzamientos y bateos o, para decirlo brevemente, sobre todas las estadรญsticas que hoy en dรญa registran con avidez los seguidores de este deporte. No sabemos dรณnde se jugaban los partidos ni si el club poseรญa un campo. Algunos de estos datos, empero, se vuelven asequibles en la siguiente etapa de desarrollo del club. No se sabe nada en concreto sobre los aรฑos comprendidos entre 1839 y 1861, salvo que el club continuรณ en funcionamiento. Mรกs tarde, en 1864, un viajero inglรฉs visitรณ Mรฉxico. Su nombre era William Henry Bullock. A diferencia de muchos de sus antecesores britรกnicos que habรญan visitado el paรญs y escrito largos recuentos sobre sus experiencias sin mencionar ni una sola vez el crรญquet, Bullock estaba claramente interesado en el juego. En el libro que relata sus viajes, seรฑala que en su viaje a Mรฉxico escuchรณ que el crรญquet se jugaba allรญ. Supuso que serรญa, como รฉl mismo lo dice, โ€œel crรญquet de la modalidad degradada, que a veces juegan los ingleses residentes en distintas partes de Europaโ€. En lugar de esto, Bullock se llevรณ una agradable sorpresa:
     Cuando lleguรฉ al campo y me encontrรฉ con un excelente pabellรณn, un marcador, un toldo para visitantes, un terreno marcado con banderines que portaban las conocidas siglas M.C.C (Mexico Cricket Club, y no Marylebone C.C.), y unos dieciocho o veinte jugadores vestidos con sacos de franela y zapatos de crรญquet, no sรณlo me sentรญ sorprendido, sino que pronto me di cuenta de que estaba frente a una clase de crรญquet muy distinta de la que tenรญa en mente.
     El campo de crรญquet se hallaba en el pueblo de Nรกpoles. A รฉl se llegaba abordando un tranvรญa desde el centro de la ciudad de Mรฉxico hacia la zona rural de Tacubaya, donde se encontraba โ€œuna carretera profunda y arenosa, que recibรญa por momentos la sombra del elegante รกrbol del Perรบ, que es parecido a un sauce llorรณnโ€. El terreno estaba conformado por prados โ€œduros como el aceroโ€ rodeados por vallas de cactos, y era en uno de esos prados donde se jugaba al crรญquet. La zona, cercana al centro de la capital y con un acceso sencillo, era la favorita de muchos comerciantes y residentes adinerados de la ciudad de Mรฉxico para construir sus casas de campo y sus fincas rurales. No sabemos si el campo de crรญquet era propiedad del club o de algรบn terrateniente, pero vale la pena apuntar que uno de los miembros era Walter Jamieson. Era Jamieson un gran comerciante y poseรญa una finca rural en Tacubaya, asรญ que es posible que el campo formara parte de su propiedad. En cualquier caso, Bullock procede a informarnos que, entre los jugadores ingleses, habรญa varios que rondaban los sesenta aรฑos de edad y que afirmaban que su salud y su energรญa, pese a cuarenta aรฑos de residencia en Mรฉxico, se debรญa en gran parte al crรญquet habitual del domingo. Estos jugadores aseguraron a Bullock que nunca habรญan permitido que los acontecimientos polรญticos interfirieran en el juego y que, mรกs de una vez, habรญan continuado un partido incluso โ€œante la vista de los combates que tenรญan lugar en los cerros de alrededorโ€. El mejor jugador que podรญa verse, seรฑalaba Bullock sin hacer constar el nombre, era un mexicano โ€œcuyo lanzamiento y bateo daban un crรฉdito infinito al entrenamiento que habรญa recibido en la Bruce Castle Schoolโ€.5 Ademรกs, aรฑadรญa que โ€œel crรญquet no es nada sin una cervezaโ€, asรญ que siempre habรญa una amplia dotaciรณn en el campo, proporcionada por la compaรฑรญa Blackmore, โ€œun nombre respetado por encima de todos los demรกs entre los ingleses de Mรฉxicoโ€. Para terminar, Bullock seรฑala que, mientras las damas inglesas asistรญan a la iglesia, los hombres โ€œdedicaban el domingo a la sana recreaciรณn del crรญquetโ€ (Bullock, 1866, 116, 142-144).
     El recuento que hace Bullock sobre el Club de Crรญquet de Mรฉxico, sobre sus instalaciones y sus miembros, nos proporciona una visiรณn รบnica de la manera en que el juego se habรญa desarrollado desde la fundaciรณn del club en 1827. Su visita coincidiรณ con la imposiciรณn que el Imperio Francรฉs realizรณ, encabezada por el joven prรญncipe de la casa Habsburgo, Maximiliano. El Imperio Mexicano tuvo una breve duraciรณn de tres aรฑos, de 1864 a 1867, y terminรณ con la captura y ejecuciรณn del Emperador por parte de los liberales mexicanos en junio de 1867. Las consecuencias polรญticas y de otra รญndole que tuvieron estos acontecimientos no nos conciernen directamente, pero, por lo que respecta al crรญquet, Maximiliano nos ha legado un documento invaluable. En algรบn momento, tal vez hacia 1865, Maximiliano asistiรณ a un partido de crรญquet y durante el receso dedicado a las bebidas, el fotรณgrafo imperial capturรณ una imagen de los dos equipos, con Maximiliano ubicado conspicuamente en el centro de la toma.6 Ignoramos dรณnde fue tomada la fotografรญa, pero la escena tiene muchas reminiscencias de la descripciรณn hecha por Bullock, sobre todo por la valla de cactos que circunda el terreno.
     En la imagen hay veintitrรฉs hombres. Maximiliano se encuentra de pie detrรกs de las estacas, y a su izquierda una figura sostiene lo que parecen ser las bebidas del dรญa. Ya que el emperador estรก vestido con una camisa y unos pantalones blancos, podemos suponer que era uno de los jugadores, lo cual querrรญa decir que ese dรญa habrรญa dos equipos de once jugadores. La persona ubicada a la derecha de Maximiliano serรญa, segรบn algunos, Sir Charles Wyke, el antiguo embajador de la Gran Bretaรฑa en Mรฉxico, pero no existen pruebas para afirmar que esto sea cierto, y puesto que Wyke se hallaba sin duda en Londres en enero de 1865, buscando un puesto en la Oficina de Asuntos Exteriores, lo anterior resulta poco probable. Mรกs allรก de esto, no disponemos de la identidad de cada jugador. Dicho lo cual, sin embargo, es posible asumir que entre ellos se contaban al menos algunos que tan sรณlo dos aรฑos antes se desempeรฑaban como jugadores regulares.
     En 1868, tras la caรญda de Maximiliano y la restauraciรณn del gobierno mexicano encabezado por el presidente Don Benito Juรกrez, un nuevo periรณdico de lengua inglesa apareciรณ en la ciudad de Mรฉxico. Llevaba por nombre The Two Republics y se publicaba cada semana los sรกbados. Su apariciรณn parece responder, al menos en parte, al influjo de algunos ingenieros de habla inglesa que llegaron a Mรฉxico poco tiempo antes para trabajar en la reciรฉn establecida red de ferrocarriles y en otras compaรฑรญas. Sin demora, estos ingleses se unieron al club de crรญquet y, al atestiguar el interรฉs renovado por el juego que trajeron consigo, el editor de The Two Republics, George W. Clarke, decidiรณ que valรญa la pena ofrecer informaciรณn regular sobre los partidos de crรญquet.7 El corresponsal encargado de esta tarea permanece en el anonimato, pero una vez que comenzรณ la temporada โ€“que iba de octubre a marzoโ€“ se publicaron los detalles de cada partido.
     Los juegos aรบn se celebraban los domingos en el campo de Nรกpoles. Los jugadores habituales se dividรญan en dos equipos, los Azules y los Rojos, y aunque rara vez sumaban los once jugadores de un equipo completo por ambos bandos, los partidos se disputaban. Por ejemplo, el segundo juego de la temporada de 1868 se celebrรณ el 11 de octubre. Los Azules obtuvieron 37 carreras en la primera entrada y 72 en la segunda, mientras que los Rojos llegaron a cien carreras en la primera entrada y obtuvieron otras diez por ningรบn portillo derribado en su segunda entrada, lo que les dio la victoria. Algunos jugadores tenรญan nombres familiares. Bullock seรฑalaba que, en su visita al club en 1864, habรญa conocido a varios jugadores rozando los sesenta aรฑos de edad, los cuales habรญan sido socios durante mucho tiempo. Es casi seguro que entre ellos estuvieran los seรฑores Lonnergan y Read, que se habรญan unido al club en 1837 y jugaron para los Azules en el partido del 11 de octubre de 1868. Por parte de los Rojos ese mismo dรญa estuvo J. Carrington, miembro desde 1835. Poco se sabe sobre los demรกs jugadores, con un par de excepciones: George Louis Hammekan y E. Hammekan, hijo quizรกs del primero. George Hammekan era un ingeniero nacido en Tejas que habรญa radicado unos aรฑos en Mรฉxico, donde participรณ en la construcciรณn de la primera lรญnea de tranvรญa inaugurada en 1858, y donde permaneciรณ para trabajar en varias lรญneas ferroviarias y en otros proyectos. Ambos, padre e hijo, parecen haber sido jugadores devotos que participaron en la mayorรญa de los partidos semanales.
     Ademรกs de los partidos habituales entre los Azules y los Rojos, el club era invitado a competir ocasionalmente con otros equipos. Un juego de esta suerte tuvo lugar el 1 de noviembre de 1868, cuando el club jugรณ contra un equipo conformado por empleados de Barron, Forbes & Co., comerciantes notables; la Compaรฑรญa de Gas, y la Compaรฑรญa Mexicana de Ferrocarriles.8 El sรกbado previo al partido, el 31 de octubre, apareciรณ el siguiente anuncio en The Two Republics:
     Mexico City Cricket Club
     Primer gran partido de la temporada
     el domingo prรณximo, 1 de noviembre
     
     Barron, Forbes & Co., Railway Company,
Gas Company
     versus
     El Club
     
     Tren de las 7 en punto en Calle San Bernardo
y Calle Cadena
     Juego a las 9 en punto
     Desayuno a la una en punto
     Las estacas se retirarรกn a las 4:30.
     Se esperaba un buen juego, agregaba el reportero, y por la lista de resultados publicada la siguiente semana, parece que los espectadores no salieron decepcionados. El equipo de Barron obtuvo 79 carreras en su primera entrada y ciento noventa en la segunda, mientras que el Club sรณlo llegรณ a las 89 y noventa, con lo que dejรณ la victoria en manos del equipo Barron por seis portillos. Con el Club, una vez mรกs, estaban los fieles jugadores, los seรฑores Read y Carrington, junto con George Hammekan, pero el seรฑor Lonergan apareciรณ en el equipo de los contrincantes. Habรญa dos jugadores con apellidos espaรฑoles, un seรฑor Mora y un seรฑor Trigueros. Pertenecรญa J.M. Trigueros a una prominente familia deportista mexicana โ€“anotรณ 64 carreras en el partidoโ€“ y despuรฉs formarรญa un equipo de estudiantes en la Escuela de Artes y Oficios. Este equipo recibiรณ el nombre de Victoria Cricket Club, y desde que desafiรณ por primera vez al Club de Crรญquet de Mรฉxico se celebraron juegos muy competidos cada aรฑo (Beezley, ca. 1987, 18). Los jugadores de ambos equipos parecen haber salido de la misma fuente, ya que en el partido celebrado en noviembre de 1868, varios miembros del Club de Mรฉxico, entre los que destacan los Hammekans, aparecieron del lado del Club Victoria. Nos es lรญcito pensar que los juegos reunรญan a un pรบblico considerable, tal vez miembros de la familia, y especialmente mujeres. Al notar la asistencia de varias mujeres, el editor de The Two Republics (24 de octubre de 1868) predijo que los juegos se volverรญan un evento popular en el calendario social del โ€œbello sexoโ€. En el partido final de la temporada 1868-1869, celebrado a finales de febrero de 1869, el editor comentรณ que, pese a la escasez de jugadores, debida a que muchos de los miembros habituales habรญan dejado la ciudad de Mรฉxico, se registrรณ un alto nรบmero de visitantes, en particular, mujeres.9
     La partida de los jugadores en 1869 fue la causa que originรณ el fin temporal del Club de Crรญquet de Mรฉxico. Al comienzo de la siguiente temporada en octubre de 1869, se hizo patente que con tantas renuncias ya no habรญa suficientes socios para que el club fuera viable. Se resolviรณ entonces que la instituciรณn no se โ€œreorganizara esta temporadaโ€, lo cual, como dijo el editor de The Two Republics (16 de octubre de 1869), era una lรกstima, ya que el club habรญa existido desde 1827, โ€œy se ha mantenido en tรฉrminos generales desde esa fechaโ€. En realidad se jugรณ un partido mรกs: el encuentro anual contra el Club Victoria. Este partido se registrรณ en febrero de 1870. El equipo del Victoria contaba con diez jugadores, pero el Club de Mรฉxico sรณlo pudo conseguir a siete. Abriรณ el bateo J. Trigueros, pero su equipo sรณlo obtuvo 51 carreras en la primera entrada y trece en la segunda. Al Club de Mรฉxico le fue fรกcil ganar el partido, pues marcรณ 96 carreras en la primera entrada.
     En lo que podemos denominar su primer perรญodo, el Club de Crรญquet de Mรฉxico disfrutรณ de una vida exitosa durante unos 43 aรฑos, de 1827 a 1870, mientras Mรฉxico soportรณ dรฉcadas de revoluciones, guerra civil e invasiones extranjeras. Pocas instituciones civiles o agrupaciones de cualquier tipo gozaron de una continuidad similar y, como escribiรณ el editor de The Two Republics (16 de octubre de 1869), โ€œlamentamos que este juego varonil y saludable estรฉ desapareciendo entre nosotrosโ€.
     En realidad, la despedida del crรญquet en Mรฉxico fue sรณlo temporal, y al parecer para la dรฉcada de 1880 el sonido del cuero contra el roble se escuchaba de nuevo en las colinas de la ciudad de Mรฉxico. La causa mรกs inmediata era la estabilidad polรญtica y econรณmica impuesta por el rรฉgimen de Porfirio Dรญaz (1876-1911) y, en particular, el reestablecimiento en 1884 de las relaciones diplomรกticas entre la Gran Bretaรฑa y Mรฉxico, suspendidas desde 1867. La inversiรณn britรกnica en proyectos industriales y en el sector pรบblico aumentรณ sustancialmente, y se registrรณ una nueva oleada de diplomรกticos, junto con gerentes ingleses y otros empleados de las numerosas compaรฑรญas nuevas que se formaron en la dรฉcada de 1880 y a principios de los aรฑos noventa. El resurgimiento del crรญquet tambiรฉn coincidiรณ con una รฉpoca en la que este deporte gozaba de un rรกpido ascenso de popularidad en la Gran Bretaรฑa.
     No es de sorprender que muchos de los jรณvenes enviados a trabajar a Mรฉxico fueran entusiastas del crรญquet, y que en poco tiempo se organizaran equipos y se llevaran a cabo partidos. Esta vez no sucedรญa solamente en la ciudad capital. Habรญa un club de crรญquet en Pachuca, la ciudad minera del estado de Hidalgo โ€“adonde muchos mineros britรกnicos habรญan llegado desde 1824, cuando la Compaรฑรญa Minera Real del Monte comenzรณ sus labores en Londres. Muchos descendientes de los inmigrantes aรบn vivรญan en el รกrea, y a ellos se unรญan continuamente los reciรฉn llegados de Cornualla y otras provincias inglesas, los cuales ocupaban puestos en la industria minera en Pachuca y en el poblado cercano de Real del Monte. Un afluencia similar de ingleses llegรณ hasta la ciudad norteรฑa de Monterrey, sede industrial en expansiรณn, y pronto hubo otro mcc, el Monterrey Cricket Club.
     La primera confirmaciรณn de este interรฉs renovado por el crรญquet vino en octubre de 1899 y, una vez mรกs, fue el periรณdico The Two Republics, que se habรญa convertido en diario desde 1887, el que reportรณ los nuevos acontecimientos (Beezley, ca. 1987, 18-19). El 22 de octubre de 1889, el periรณdico informรณ que habrรญa un juego de crรญquet entre los clubes de Mรฉxico y Pachuca, y que โ€œhace unos veinticinco aรฑos que estos dos clubes no miden fuerzasโ€. Lo que no queda claro es si alguno de estos dos โ€œclubesโ€ era un cuerpo organizado con reglas y ordenamientos como lo habรญan sido en el pasado, o si, por el momento al menos, eran meros grupos ad hoc de jugadores avezados. En cualquier caso, todo indica que los participantes se prepararon para el encuentro muy seriamente, con prรกcticas diligentes desde dos dรญas antes del partido. Entonces, a las 9 a.m. del 2 de noviembre, en un campo โ€œal sur de Chapultepecโ€, se celebrรณ el partido. Acudiรณ un gran nรบmero de visitantes, se instalaron varios toldos y se ofrecieron โ€œrefrigerios sin lรญmiteโ€. El equipo de Mรฉxico fue capitaneado por el seรฑor H.C. Waters, presidente del club, y obtuvo 155 carreras en su primera entrada, mientras que Pachuca llegรณ sรณlo a 77. Los visitantes mejoraron en su segunda entrada y llegaron a ciento cinco carreras, pero, con un total que sรณlo alcanzaba las 182, fue fรกcil para el equipo local superar las veintisiete carreras necesarias para ganar habiendo perdido tan sรณlo dos portillos.10
     Sin duda el Club Mรฉxico y los demรกs clubes realizaron mรกs juegos en los siguientes aรฑos, pero carecemos de detalles al respecto. No es hasta 1895 cuando los artรญculos regulares sobre el crรญquet aparecen de nuevo en la prensa.11 Esta vez fue The Mexican Herald el que proporcionรณ los informes de cada juego. Se trataba de un periรณdico en lengua inglesa reciรฉn establecido y fundado en beneficio de los ciudadanos estadounidenses radicados en Mรฉxico, que se estimaban en unos 2,500 en el Distrito Federal y por lo menos una cantidad igual fuera de la capital. Su principal apoyo provenรญa del industrial Thomas Braniff, y si bien el editor era estadounidense (F.R. Gurnsey), el editor asistente, L.C. Simonds, era inglรฉs, y tal vez podrรญamos suponer que era el interรฉs de este รบltimo por el crรญquet lo que se veรญa reflejado en el periรณdico. Otro desarrollo importante fue la formaciรณn en 1894 del Club Atlรฉtico Reforma. Sus primeros socios eran devotos entusiastas del rugby, el futbol, el atletismo y el tenis, y a ellos se unieron los entusiastas del crรญquet.
     Fue a principios de la temporada de 1895-1896 cuando comenzaron a aparecer los artรญculos sobre los partidos. En la ediciรณn del 17 de septiembre [de 1895], por ejemplo, se informรณ sobre un juego descrito como un encuentro entre el Club Atlรฉtico Reforma de Crรญquet y el Club de Crรญquet de Pachuca. H.C. Waters fungรญa de nuevo como capitรกn del equipo local y John Rule dirigรญa a los visitantes. La familia Rule estaba compuesta evidentemente por aficionados al crรญquet, ya que el equipo de Pachuca tambiรฉn contaba con la presencia de H. Rule y W. Rule. Como los Rule, varios jugadores eran empleados de la compaรฑรญa minera Real del Monte, entre ellos Frederick Pengelly, superintendente de la mina La Purรญsima, y E. Rabling y R. Rabling, que quizรกs eran hijos del ingeniero de minas James Rabling. Aunque el juego terminรณ cerca de las 3 p.m. debido a la lluvia, el equipo local fue declarado ganador y se documentaron algunas actuaciones notables en ambos bandos, como lo indican las cifras. En seis series, J. Flynn (del Club Reforma) derribรณ seis portillos por siete carreras, y C. Rosevear derribรณ siete portillos en quince series. La seรฑora Waters, esposa del capitรกn, auxiliada por las seรฑoras Philipps, preparรณ un agradable almuerzo que los jugadores disfrutaron en compaรฑรญa de una buena parte de los espectadores, entre los que se contaban, segรบn lo reportรณ el corresponsal, todas las personas principales de la colonia inglesa en la ciudad, encabezadas por comerciantes y diplomรกticos de vieja cepa.
     El รฉxito de este juego parece haber confirmado el interรฉs por el crรญquet y la disponibilidad de suficientes jugadores para organizar juegos semanales. El primero de estos juegos regulares se anunciรณ en The Mexican Herald (29 de septiembre de 1895); el partido comenzarรญa a las 9 a.m. y los capitanes serรญan J. Flynn y V. Hughes. De ese dรญa en adelante, se realizaron juegos durante toda la temporada, se organizaron competencias y se otorgaron copas.12 Otros clubs aceptaron invitaciones a jugar; por ejemplo, en noviembre se anunciรณ un juego contra un equipo de la Ciudad Porfirio Dรญaz (Piedras Negras, Coahuila).13 Mรกs tarde, siguiendo el camino trazado por la capital, el Club Pachuca tambiรฉn se reorganizรณ sobre una base mรกs formal. Y lo que se describiรณ como una reuniรณn numerosa a principios de octubre, derivรณ en la fusiรณn del Pachuca Cricket Club, el Velasco Cricket Club y el Pachuca Football Club en el Athletic Club, donde se jugaba crรญquet, tenis, futbol y otros deportes.
     La principal dificultad para establecer un club de esta naturaleza en el pasado habรญa sido la falta de un terreno, pero durante la reuniรณn se revelรณ que los directores de la hacienda La Luz habรญan ofrecido un campo de grandes proporciones, sin cargo alguno, con la condiciรณn de que no se jugara deporte alguno los domingos. La familia Rule fue protagonista de nuevo, pues Frank Rule fue electo como el primer presidente del club y W. Rule fue electo vicepresidente. Se eligiรณ tambiรฉn a un comitรฉ de administraciรณn compuesto por varios empleados de la compaรฑรญa minera. Al final, la junta resultรณ un รฉxito. Cincuenta miembros se inscribieron y pagaron su cuota, y el club anunciรณ que aceptarรญa retos de cualquier equipo de crรญquet, futbol o tenis que se hallara a una distancia razonable de Pachuca.
     Es asรญ como el juego del crรญquet tuvo una historia larga y hasta ahora insospechada en Mรฉxico, y sobreviviรณ de manera continua durante 43 aรฑos, de 1827 a 1870, y despuรฉs desde 1880 hasta el cambio de siglo. Sus progresos en el siglo XX hasta el dรญa de hoy exceden los propรณsitos de este artรญculo, pero baste decir que el juego se sigue practicando en la ciudad de Mรฉxico y en otros lugares del paรญs, y que el Club de Crรญquet de la Ciudad de Mรฉxico es hoy en dรญa una instituciรณn bien organizada y prรณspera. Sigue siendo cierto, empero, que al igual que en sus primeros aรฑos, y en comparaciรณn con otros deportes mรกs populares, pocos mexicanos participan como jugadores o como espectadores. ~
     

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