Tumblr (/tสmblr/) es una red social para compartir, entre otras cosas, imรกgenes. Simple para un rincรณn del internet que consigue que 75 millones de entradas se publiquen por dรญa. Tumblr no es una plataforma para compartir lo que hacemos dรญa con dรญa. Tampoco sirve para tener a los contactos cerca, o para recibir invitaciones a eventos y es casi imposible que en esta red social recibas felicitaciones en tu cumpleaรฑos o que alguien publique la ecografรญa de su embarazo. El nรบmero de caracteres que utilices tampoco importa. La cosa va mรกs o menos asรญ: uno accede a su escritorio y ahรญ se despliega el contenido que han posteado las personas que sigues; imรกgenes, animaciones gif, videos, mรบsica. El tipo de cosas que pueden aparecer en la pantalla depende del gusto de cada quien, pues Tumblr es un universo de temรกticas inimaginable, desde proyectos de documentaciรณn, textos y frases, fotografรญas, blogs institucionales, bitรกcoras, hasta pรกginas dedicadas a zombis, pizzas y gatitos, tatuajes extraรฑos, portadas de libros, contenido pornogrรกfico, etc. Ademรกs de observar y rebloguear, existe una funciรณn que permite almacenar material en una secciรณn de favoritos, como un รกlbum de recortes en lรญnea.
¿Algo con esas caracterรญsticas podrรญa ser importante? Anotarรฉ, primero, que no es importancia sino fascinaciรณn lo que genera Tumblr. La monotonรญa de la repeticiรณn y el continuo fluir de todo tipo de contenidos produce un tipo de experiencia hipnรณtica que permite que algo ahรญ se exprese constantemente sin importar el origen o la intenciรณn de un autor. En esta plataforma de “microblogging” poco importa la autorรญa, sino la acumulaciรณn –ocurre algo similar a lo que el filรณsofo alemรกn Walter Benjamin apuntaba sobre las fotos en su Pequeรฑa historia de la fotografรญa: “ya no podemos considerarlas como productos individuales; se han convertido en hechuras colectivas, y por cierto de modo tan potente que para asimilarlas no hay mรกs remedio que pasar por la condiciรณn de reducirla”–. La plataforma apunta hacia la reducciรณn y los curiosos mecanismos que esta adquiere; pocos se preguntan, por ejemplo, sobre la identidad de los retratos que naufragan en un feed que se alimenta de contenido segundo a segundo.
En el fragmento y lo inasible aparece la metรกfora del tiempo actual y lo que ofrece Tumblr. En un terreno infinito para perderse, Tumblr permite crear un archivo personal capaz de incrementarse en cuestiรณn de unos cuantos clics. Es, en sรญntesis, la posibilidad de almacenar aquello que puede ser olvidado fรกcilmente, lo que se atesora por razones inexplicables –pienso en los รกlbumes fotogrรกficos que toda madre conserva–. Pongo un ejemplo: en mi almacรฉn de favoritos hay una cantidad considerable de fotos de museos: el edificio, salas, registros perfectos de obras o simples fotografรญas de turistas que posan frente a obras de arte. Imรกgenes nada relevantes pero que, en conjunto, me hablan de una idea en construcciรณn que constantemente se aparece en mi escritorio porque asรญ he decidido perderme. Somos lo que vemos.
La crรญtica a la calidad, originalidad y disparidad de contenidos viene acompaรฑada de un ejercicio de resignificaciรณn constante. Cuando se es consciente de estar frente a una pantalla que en segundos hace visible un fragmento del mundo, que ademรกs podemos almacenar en nuestro archivo virtual, la fascinaciรณn que puede provocar Tumblr se hace evidente. ¿Tumblr es importante? Probablemente no, pero funciona como un atlas del presente que, ademรกs, estรก disponible en lรญnea. El flujo continuo de datos, lo inmaterial y la acumulaciรณn de los ecos que nuestro tiempo produce intentan articularse en algรบn blog, formando conjuntos tan extensos como las constelaciones. Tumblr sirve como afirmaciรณn de nuestra condiciรณn contemporรกnea. Seguramente Benjamin lo usarรญa. ~
Maestra en historiografรญa e historiadora de la arquitectura.