Carlos Amorales: la irreverencia como axioma

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Las exposiciones que revisan la carrera de los artistas โ€“a quienes hace no tanto llamรกbamos jรณvenesโ€“ se alejan cada vez mรกs del modelo cronolรณgico elogioso y centrado en obras emblemรกticas para favorecer, en cambio, la reflexiรณn crรญtica. Carlos Amorales. Axiomas para la acciรณn se suma a ellas. A partir de una serie de axiomas escritos por รฉl mismo, Amorales redefine el trabajo que ha realizado durante mรกs de veinte aรฑos, lo sitรบa en el presente y lo proyecta hacia nuevas posibilidades.

Sus axiomas funcionan con la lรณgica de los manifiestos de las vanguardias artรญsticas de principios del siglo XX, en los que distintos grupos hicieron pรบblicas sus ideologรญas y posicionamientos estรฉticos, polรญticos y sociales. No es la primera vez que Amorales recurre a ese tipo de textos para exponer su trabajo. En 2014, por ejemplo, publicรณ Cubismo ideolรณgico โ€“que derivรณ de su investigaciรณn y las discusiones que sostuvo sobre la radicalizaciรณn de la poesรญa chilena despuรฉs del golpe de Estado que llevรณ a Augusto Pinochet al poderโ€“, y que es la base de su segunda pelรญcula, El hombre que hizo todas las cosas prohibidas<.

Ademรกs de los manifiestos, la influencia de las vanguardias en Amorales se detecta en referencias mรกs formales. Es el caso de El no me mires, pelรญcula que cierra una suerte de trilogรญa que comenzรณ con รmsterdam y continuรณ con la ya mencionada El hombre que hizo todas las cosas prohibidas. El no me mires, filme que fusiona dos historias para exponer la tensiรณn del encuentro entre dos pueblos, recupera en tรฉrminos visuales mucho del imaginario que el artista ruso Kazimir Malรฉvich creรณ en 1930, cuando fue forzado a regresar a lo figurativo. La paleta de colores de Malรฉvich aparece en la pelรญcula, asรญ como sus figuras, transformadas por Amorales en trajes y mรกscaras.

Quizรก la vanguardia que mรกs eco ha tenido en su trabajo es el dadaรญsmo. Amorales ha reconocido el influjo de artistas como Jean Arp, cuyos dibujos abstractos, usados como tipos mรณviles para generar composiciones, le ayudaron a concebir su Archivo lรญquido.

((Carlos Amorales, โ€œUna mรกscara toca la flautaโ€, en Carlos Amorales. Axiomas para la acciรณn<. Museo Universitario Arte Contemporรกneo, Mรฉxico, 2018, p. 79.
))

 Del dadaรญsmo tambiรฉn retoma la relaciรณn con la poesรญa y el lenguaje, y una actitud crรญtica e incluso irreverente hacia el contexto polรญtico y social. En ese sentido, Aprende a joderte contrasta una serie de pinturas โ€“figuras religiosas y demoniacas que recurren a la iconografรญa medievalโ€“ con el uso de palabras abyectas en inglรฉs y espaรฑol: โ€œsexo, verga, caca, pendejo, mierdaโ€ se repiten sin referirse a nada o a nadie en especรญfico, pero al mismo tiempo dan la sensaciรณn de aludir a todo y a todos. Al igual que en las postales intervenidas del dadaรญsta Raoul Hausmann โ€“una serie de retratos de hombres burgueses en los que escribรญa las palabras merde, vagine, cacaโ€“, hay en estas pinturas de Amorales la necesidad de expresarse mรกs allรก de la convenciรณn y de lo polรญticamente correcto: no hay espacio para la sutileza.

Este uso directo del lenguaje representa una ruptura con trabajos anteriores en los que desarrollรณ varios lenguajes propios. En La vida en los pliegues, pieza que hizo para la Bienal de Venecia de 2017, unas figuras colocadas sobre una mesa construyen mensajes a los que no tenemos acceso, aun cuando sabemos que cada figura corresponde a una letra. Entonces, Amorales experimentaba con lenguajes cifrados, formando un alfabeto personal con el que se pueden construir tanto oraciones como dibujos (hechos con la ayuda de una fotocopiadora) e incluso crear personajes y escuchar el sonido de las distintas letras transformadas en ocarinas.

El dadรก tambiรฉn estรก presente en Las masas, el video del concierto y performance de Los Cรญclopes, banda conformada por Amorales, Enrique Arriaga y Philippe Eustachon (actor de varias de sus pelรญculas), que se llevรณ a cabo en el Cabaret Voltaire, el mรญtico espacio en Zรบrich de los dadaรญstas. Las canciones de Los Cรญclopes retoman fragmentos de poemas de Antonin Artaud, cuya escritura fue influida por el surrealismo (el movimiento fue uno de los primeros herederos del dadรก); por su parte, el performance hace pensar en los conciertos punk de la dรฉcada de 1970, tocados de igual modo por el dadaรญsmo.

Mรกs allรก de su cercanรญa con esa vanguardia, buena parte del proceso de trabajo de Amorales estรก atravesado por la colaboraciรณn, que no se limita a la realizaciรณn material de las obras sino que se extiende a los procesos y las discusiones acerca de ellas. El Estudio Amorales es tanto el espacio fรญsico de trabajo como un lugar de producciรณn e intercambio de ideas, uno que ademรกs se transforma con cada nuevo proyecto. Amorales lo ha reproducido a escala real al interior de las salas del museo (El estudio por la ventana), mostrando que tanto el estudio de la ficciรณn como el real son sitios de experimentaciรณn en cambio constante. Amorales ha demostrado que su estudio, y quizรก cualquier otro sitio, puede ser invadido โ€“como sucediรณ con Black cloud, su instalaciรณn de mariposas negrasโ€“, o bien, enrarecerse al punto de que haga pensar mรกs en un escenario apocalรญptico que en un lugar de trabajo โ€“como en la pelรญcula รmsterdam.

Con todo, esta interpretaciรณn y los mismos axiomas de Amorales, aunque ayudan a comprender la relaciรณn entre sus obras, procesos y lugares de trabajo, no pretenden impedir otras lecturas. La exposiciรณn no es un dispositivo para consagrar y mitificar al artista โ€“como lo hacen las revisiones cronolรณgicasโ€“; es, por el contrario, una interfaz. ~

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es curadora e historiadora del arte por la Universidad Iberoamericana, realizoฬ estudios de posgrado en la Sorbona y el Museo de Louvre. En el 2013 curoฬ la exposicioฬn Germinal de Carlos Amorales en el Museo Tamayo.


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