Dos mil quinientos años de afición a Grecia

Bajé ayer al Pireo. Estudios helénicos

David Noria

Bonilla Artigas

Ciudad de México, 2025, 304 pp.

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“Bajé ayer al Pireo” es la primera frase de La República de Platón. Lo que sigue no puede pasarse por alto: “con el objeto de dirigir mis súplicas a la diosa […] y deseoso de ver asimismo cómo realizaban la fiesta que iba a tener lugar por primera vez”. La diosa a la que se refiere Platón es Palas Atenea, la que guarda la sabiduría y cuyo templo estaba erigido a la entrada del Pireo.

David Noria se acoge a esta divinidad desde el título de su libro.

No es una casualidad. Nacido en 1993, viajó a Atenas a los veintidós. En ese mismo viaje visitó las ruinas de Estagira, cuna de Aristóteles. Noria no solo había leído al estagirita, discípulo de Platón. Fue por su propio pie a visitar su lugar de nacimiento. También fue a Athos, a Tesalónica y a otros lugares de Grecia, como se desprende de los poemas y traducciones que cierran este noble y notable libro.

La palabra Grecia y la voz Hélade tienen seis letras… Evocan a la vez lo mismo y cosas distintas. Grecia es el nombre de un país y de un concepto cultural, Hélade es el vocablo que designa ese mismo país en la época antigua y al conjunto de pueblos que convivían en ese territorio. Bajé ayer al Pireo incluye ensayos, reseñas, entrevistas, traducciones, poemas, epígrafes y testimonios, para cubrir temas tanto de la cultura griega clásica como reflexiones en torno a la ciudad y la política. En su propósito de repasar dos mil quinientos años de afición a Grecia, este libro abarca desde Tucídides, Solón, Sófocles, Jenofonte y Platón hasta Alfonso Reyes, José Luis Martínez, Salomón de la Selva y Octavio Paz. Trae además estudios y comentarios sobre Cornelius Castoriadis y Octavio Paz, Pierre Vidal-Naquet, entrevistas a François Dosse y a Hernán Taboada, además de una semblanza del “profesor de griego” Raúl Torres y una reseña de la novela Cristo de nuevo crucificado de Nikos Kazantzakis. La obra cierra con una sección titulada “Nadie puede lavarse las manos en el mar Egeo” en que el autor viaja con la mente a distintos lugares de la Hélade y da constancia de su íntima relación con el universo griego. Pasan por ahí también los nombres de Jaime García Terrés, Yorgos Seferis, Henry Miller, Marguerite Yourcenar, Jacques Lacarrière y Jacqueline de Romilly, de quienes Noria traduce algunos textos.

Huelga decir que este microcosmos es a la par constancia de un interés personal, una lucha, una agonía y una guía para seguir el “hilo de Ariadna” de este laberinto helénico diseñado por el joven investigador y filólogo mexicano. El libro da constancia de la vivacidad y vitalidad de la herencia helenística y de la cultura griega en el México contemporáneo de la cual es el más reciente estandarte David Noria, autor también de Nuestra lengua. Ensayo sobre la historia del español, publicado por la Academia Mexicana de la Lengua en 2021.

El primer capítulo está dedicado a Tucídides, “sincero y grande”. Incluye diez textos, entre ensayos dedicados a Tucídides, Jenofonte, Platón, las coordenadas de lo grecolatino, y traducciones de Jacques Lacarrière sobre Sófocles y de Jacqueline de Romilly sobre “Medicina y política en Grecia antigua”. En el segundo capítulo, “Nuestra Grecia”, podemos leer una hermosa y rica evocación de Alfonso Reyes y de José Luis Martínez, otro texto sobre la Evocación de Píndaro de Salomón de la Selva. Aparece luego una estampa sobre “Democracia ateniense y régimen político mexicano” dedicado a François Dosse. Enseguida, la crónica de la amistad entre Octavio Paz y Cornelius Castoriadis. Ahí aparece, en forma sobresaliente, el filósofo Kostas Papaioannou. Tanto Castoriadis como Papaioannou fueron figuras centrales en la vida afectiva e intelectual de Paz (el volumen presenta una foto de Kostas y Octavio tomada por Marie José y otra de Paz y Castoriadis). Sigue la reseña de Noria sobre la biografía de Castoriadis escrita por Dosse. A continuación, aparece la crónica que hace Noria sobre el helenista Pierre Vidal-Naquet. El recorrido continúa con la entrevista a Dosse titulada “De Ricoeur a Maquiavelo” y una conversación con el historiador, islamista y helenista avecindado en México Hernán Taboada sobre sus estudios y formación. No es posible obviar la inolvidable semblanza que Noria hace de su maestro de griego Raúl Torres. La sección concluye con la crónica de la novela del gran escritor Nikos Kazantzakis Cristo de nuevo crucificado.

La referencia a las publicaciones originales de los textos nos dicen algo más del libro. “Marinos, paganos y letrados: coordenadas de lo grecolatino” se publicó en Otros Diálogos. “En vísperas de la guerra: Grecia y sus versos de hierro” en La Jornada Semanal. La pieza de resistencia y el ensayo más importante de Bajé ayer al Pireo, alrededor del cual gira su construcción, es “Tucídides y la tragedia de Atenas”, publicado en Istor. En Letras Libres apareció el ensayo sobre “Jenofonte y Platón, las viñas de la ira” y la traducción de “Medicina y política en Grecia antigua”, de Jacqueline de Romilly. Otros textos fueron publicados en Nova TellusCuadernos AmericanosZona PazEl MalpensanteLaberinto de MilenioScripta ManentLetra Franca. Me he detenido en esta relación para hacer ver cómo el autor tiene muy clara la intermitencia que se da en el medio editorial entre publicaciones académicas y no académicas. Esto tiene que ver con la estrategia de sacar la discusión de la cultura clásica de la ciudadela universitaria y abrirla al gran público.

Bajé ayer al Pireo toca la Grecia antigua tanto como la contemporánea, la polis y la política en los tiempos clásicos y en los actuales, tanto en México como en Europa. Es un caleidoscopio de las posibilidades de la historia y del pensamiento histórico; en su ambicioso recorrido plantea preguntas que sitúan la cuestión de la experiencia de la historia y la actualidad con sentido de la filología, el helenismo y la crítica. ~


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