En los pasados tres aรฑos, Ida Vitale publicรณ tres libros notables: Reducciรณn del infinito (Tusquets, 2002), colecciรณn de poemas que junta un libro inรฉdito con una antologรญa de su obra previa y que evidenciรณ, una vez mรกs, los lentos reflejos de Espaรฑa para atender a los poetas de su lengua pero no de su penรญnsula; De plantas y animales (Paidรณs, 2003), obra de genuino naturalista escrita en la bien tallada prosa de quien sabe honrar, con la modestia del artesano, el orbe de los detalles (en Latinoamรฉrica, un libro de esta estirpe es tan raro como una buena biografรญa), y el libro que nos concierne, El abc de Byobu, conjunto de prosas poรฉticas llevado a imprenta por uno de los esfuerzos editoriales mรกs loables de nuestro paรญs: Taller Ditoria. Nuestro silencio general ante esas novedades pareciรณ dar por sentado que exista una escritora asรญ, pero Ida Vitale (Montevideo, 1926) es tan extraordinaria como una mantรญcora, que ademรกs de ser un animal fantรกstico es una bella palabra.
Sin aspavientos ni protagonismo, Ida Vitale cultiva desde hace dรฉcadas una obra impar, personalรญsima, abonada con una erudiciรณn tan colosal como sencilla: Vitale es en primera instancia una insaciable y sagaz lectora, pasiรณn que siempre transluce en su escritura, pero no como ornato o sesuda cita sino trenzada naturalmente en su prosodia. Es densa, en tanto que su contenido abunda en materiales, y al mismo tiempo ligera, pues la poeta sabe soltar el lastre de la mera ostentaciรณn de datos. Es una obra de arte menor, en dos sentidos: gusta de los sintagmas breves, por un lado, y por el otro huye de la grandilocuencia y los grandes proyectos. Lo suyo es la construcciรณn menuda, el รญntimo comercio con la pรกgina, la alegrรญa en sordina, el mirar de lupa. Y el placer de leerla no es diferente: se goza en pequeรฑas y paladeables dosis.
El abc de Byobu es un libro difรญcil de clasificar โpero no importa clasificarlo. No importa si es una novela extravagante, un cuaderno de anotaciones ensayรญsticas, un alud de aforismos concatenados. Es un libro atravesado de poesรญa y escrito en prosa. Un libro con personaje pero sin historia, o mejor: con tantas historias como parpadeos de su personaje, un tal Byobu que nos recuerda a un tal Lucas, a Monsieur Teste, al pobrecito seรฑor X, a A.O. Barnabooth. ยฟQuiรฉn es Byobu? La respuesta โparcial, siempre parcialโ estรก en cada una de las pรกginas del libro, ya que, tanto literal como materialmente, Byobu es una escritura. Una “disposiciรณn verbal”, sรญ, que viene a ser un desdoblamiento de Ida Vitale. Para seguir hurgando el mundo, la autora ha materializado su sonda intelectual e hipersensible: las palabras se yerguen en Byobu. Si el mundo es un gran tapiz donde se cruzan trillones de historias, la antena Byobu ha sido concebida para recoger algunas, las desdeรฑadas, las aparentemente insignificantes, las inรบtiles. Y esa escritura avanza โgusta errarโ sin la necesidad de encontrar, tentando nada mรกs la superficie que recorre. Pero esto es casi contar el libro, dedicado precisamente a configurar la naturaleza del protagonista:
Y hablando de otra cosa โdijo Byobu que tenรญa incoercible inclinaciรณn a intrincar los temas, diversificรกndolos. Abrรญa parรฉntesis y no siempre encontraba oportunidad de cerrarlos. La apertura sorpresiva se mostraba propensa a aceptar una nueva oferta de contenidos. ยฟEra caridad no dejar sin cobijo cualquier ocurrencia, por ajena que fuese al tema para todos central? El mundo ama las conversaciones en lรญnea recta y en rectas de sentido รบnico. Los entrecruzamientos despistan. Los laberintos marean. Los nudos suelen ser detestados, desde los tiempos de Alejandro, cuando aรบn no era Magno. Pero Byobu no se corrige de sus prolongaciones rizomรกticas.
Byobu es la manifestaciรณn de un gusto, muy probablemente el de Ida Vitale (hubo ya quien encontrรณ, parapetado en el nombre de nuestro personaje, el pronombre “yo”). Lo importante es seguir el despliegue de ese gusto, su lรฉxico de afinidades y su inventario, tambiรฉn, de antipatรญas. Como casi cualquier libro, รฉste fue escrito para compartir hallazgos, predilecciones, manรญas. Detrรกs del imposible rostro de Byobu se asoma, amable, sabio, el rostro de su autora, concentrado en observar el desdoblamiento de su criatura, de la que no puede conocerlo todo porque la literatura, la poesรญa, se reservan la รบltima palabra: siempre estรกn escamoteando algo. ยฟQuรฉ hace Byobu mientras duerme Ida Vitale? Espรญa, se antoja creer, a su creadora, ha venido preparando desde hace tiempo โยฟconsciente o inconscientemente?โ el Abc de Ida Vitale.
Rumbo al final del libro leemos esta frase: “Hoy el viento es poderoso, pero no es รฉl quien lo dice sino las ramas de la encina. Aprender de esa discreciรณn, de esa lecciรณn muda del viento.” Aprender de la elocuente lecciรณn de Ida Vitale: no ella, sus palabras, la inteligencia y belleza de su escritura, consignan una admirable y paciente labor que enriquece nuestras letras. –
(ciudad de Mรฉxico, 1969) es poeta. Es autor, entre otros tรญtulos, de 'Bipolar' (Pre-Textos, 2008), 'Pitecรกntropo' (Almadรญa, 2009) y 'Ex profeso' (Taller Ditoria, 2010).