Extractos de un cuaderno manuscrito

El รบltimo aรฑo de su vida Orwell tenรญa un cuaderno manuscrito, donde tomรณ notas para un largo relato, โ€œHistoria de una sala de fumadoresโ€, y para ensayos sobre Joseph Conrad. Tambiรฉn escribiรณ anotaciones ocasionales de donde sale esta selecciรณn. Antes del 21 de marzo de 1949 ninguna entrada lleva fecha.
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Probablemente habรญa algo de verdad en la observaciรณn de Pรฉtain, en la รฉpoca en que se convirtiรณ en gobernante de Francia, de que la derrota francesa se debรญa en parte a la baja tasa de natalidad. Donde las familias son pequeรฑas, la poblaciรณn civil no puede mirar la muerte de sus hijos con indiferencia, y la actitud del soldado probablemente se ve afectada por haber tenido que pensar en sรญ mismo mรกs o menos como un individuo y, de forma mรกs importante, que si hubiera tenido que luchar por la supervivencia en una hambrienta familia campesina de cinco o diez hijos.

Una gran diferencia entre los victorianos y nosotros era que ellos consideraban al adulto mรกs importante que al niรฑo. En una familia de diez o doce era casi inevitable que uno o dos murieran de pequeรฑos, y aunque esas muertes eran tristes, por supuesto, pronto se olvidaban, porque siempre habรญa mรกs niรฑos. En la Iglesia de Saint John, cerca de Lord, hay muchas placas conmemorativas de ricos de la India, etc., con la habitual columna de mentiras que elogian al muerto, luego una lรญnea o dos sobre โ€œSarah, viudaโ€ y quizรก otra lรญnea diciendo que un hijo y dos hijas, palabras asรญ, estรกn enterradas en la misma bรณveda. No estaban los nombres y en un caso habรญa una inscripciรณn que decรญa dos o tres hijos. Cuando se puso la lรกpida, se habรญa olvidado cuรกntos habรญan muerto.

Ahora la muerte de un niรฑo es lo peor que la mayorรญa de la gente puede imaginar. Si uno tiene un hijo, recuperarse de esa pรฉrdida parece casi imposible. Oscurecerรญa el universo, para siempre. Hace dos generaciones dudo que la gente tuviera esa impresiรณn. Por ejemplo en Jude el oscuro, en el ridรญculo incidente donde el hijo mayor ahorca a los dos menores y luego se ahorca รฉl mismo. Jude y Sue estรกn, por supuesto, desolados, pero no parecen sentir que tras algo asรญ sus propias vidas deban cesar. Sue (creo que Hardy se da cuenta de que es un personaje intolerable, pero no creo que sea irรณnico en este lugar) dice al cabo de un rato que ve por quรฉ los hijos tenรญan que morir: era para hacer de ella una mujer mejor y ayudarla a empezar su vida de nuevo. No se le ocurre que los hijos fueran criaturas mรกs importantes que ella y que en comparaciรณn con su error, nada de lo que pueda ocurrirle ahora tiene mucha importancia.

Leรญ hace poco en el periรณdico que en Shanghรกi (ahora llena de refugiados) los niรฑos abandonados son tan comunes en la acera que ya no te das cuenta. Al final, supongo, el cuerpo de un niรฑo agonizante se vuelve solo un trozo de basura que puedes pisar. Pero todos esos niรฑos comenzaron con la expectativa de ser amados y protegidos, con la convicciรณn que uno ve incluso en un niรฑo muy pequeรฑo de que el mundo es un lugar esplรฉndido y quedan muchas cosas buenas por delante.

Duda. ยฟEres el mismo si has vuelto a casa pisando los cuerpos de niรฑos abandonados, sin socorrer a uno solo de ellos? (Incluso cuidarte de no pisarlos es una especie de hipocresรญa.) M.M.

(( Malcolm Muggeridge.
))

dice que cualquiera que haya vivido en Asia lo ha hecho. Quizรก no sea del todo cierto, en la medida en que cuando รฉl y yo vivimos en Asia รฉramos hombres jรณvenes y apenas veรญamos a los bebรฉs.

Hace diecisรฉis aรฑos que se publicรณ mi primer libro y unos veintiuno desde que empecรฉ a publicar ar- tรญculos en revistas. En todo ese tiempo no ha habido literalmente un dรญa en el que no haya pensado que estaba ocioso, que me atrasaba en mi trabajo, que mi producciรณn total era miserablemente pequeรฑa. Ni siquiera en los periodos en que trabajaba diez horas al dรญa en un libro, o entregaba cuatro o cinco

artรญculos a la semana, podรญa evitar esa sensaciรณn neurรณtica de estar perdiendo el tiempo. Nunca puedo tener ninguna idea de logro a partir del trabajo que hago de verdad, porque siempre va mรกs despacio de lo que pretendo, y en cualquier caso me parece que un libro o incluso un artรญculo no existe hasta que estรก acabado. Pero en cuanto un libro estรก terminado empiezo, en realidad a partir del dรญa siguiente, a preocuparme porque el siguiente no estรก empezado, y me atormenta el miedo de que nunca habrรก otro, de que mi impulso estรก agotado para siempre. Si miro hacia atrรกs y reviso lo que he escrito, veo que mi producciรณn ha sido respetable; pero eso no me tranquiliza, porque simplemente me da la impresiรณn de que tuve una industriosidad y fertilidad que ahora he perdido.

Hace poco leรญ en algรบn sitio la historia de un vendedor de curiosidades italiano que intentรณ vender un crucifijo del siglo XVII a J. P. Morgan. No era a primera vista una obra de arte particularmente interesante. Pero resultรณ que si desmontabas el crucifijo ocultaba un estilete. Quรฉ sรญmbolo perfecto de la religiรณn cristiana.

A favor y en contra de las novelas en primera persona.

En realidad, escribir una novela en primer persona es como tomarte una droga muy estimulante pero muy mortรญfera y adictiva. La tentaciรณn de hacerlo es muy grande, pero en cada etapa del proceso sabes perfectamente que haces algo incorrecto y estรบpido. Sin embargo, hay dos grandes ventajas:

i) En primera persona, uno siempre puede conseguir escribir el libro, y con bastante velocidad, porque el uso del โ€œyoโ€ parece eliminar la timidez y sensaciรณn de impotencia que a menudo te impiden empezar bien. En primera persona, uno siempre puede llegar a un sitio cerca de la concepciรณn con la que comienza.

ii) En primera persona, cualquier cosa puede resultar creรญble. Esto ocurre en primer lugar porque todo lo que escribe le parece creรญble al autor, porque puedes imaginarte a ti mismo haciendo lo que sea, mientras que las aventuras en tercera persona tienen que ser comparativamente probables. El lector, de nuevo, encuentra creรญble todo lo que se cuenta en primera persona, porque se identifica con el โ€œyoโ€ de la historia o porque, como un โ€œyoโ€ habla con รฉl, lo acepta como persona real.

Desventajas:

i) El narrador nunca es realmente separable del autor. Es imposible evitar atribuirle tus propias ideas a veces y, como incluso en una novela el autor debe comentar de vez en cuando, los comentarios que hace se convierten en los del narrador (algo que no ocurrirรญa en una novela en tercera persona). Al menos el narrador debe tener el estilo de la prosa del autor (un ejemplo: Grandes esperanzas, que por lo demรกs no es un libro autobiogrรกfico).

ii) Si el acuerdo se mantiene de manera estricta, los acontecimientos de la historia solo se ven a travรฉs de la conciencia de una persona. Solo descubrir lo que estรก pasando requiere que el narrador escuche a hurtadillas o haga actividades de detective aficionado, o hace necesario que la gente haga en compaรฑรญa cosas que en la vida real harรญa en solitario. Si deben revelarse las ideas de otros personajes, tienen que hablar con mรกs libertad de la que hablarรญa ninguna persona real, o el narrador tiene que decir algo que mรกs o menos signifique: โ€œMe daba cuenta de lo que estaba pensando, es decirโ€, etc., etc. (Por ejemplo, terrible escena en Regreso a Brideshead de Waugh). Pero en general una novela del โ€œyoโ€ es solo la historia de una persona โ€“una figura en tres dimensiones entre caricaturasโ€“ y por tanto no puede ser una verdadera novela.

iii) La variedad de emociones se estrecha mucho, porque hay muchos tipos de apelaciรณn que puedes hacer en nombre de otros pero no de ti mismo.

Para un artรญculo sobre E. Waugh

Las ventajas de no ser parte del movimiento, al margen de que el movimiento vaya en la direcciรณn correcta o no.

Pero la desventaja de sostener opiniones falsas (indefendibles).

El movimiento (Auden, etc.).

Las fuerzas que mueven a Auden. Esnobismo. Catolicismo.

Seรฑalar que ni siquiera las obras tempranas son antirreligiosas o demostrablemente antimorales. Pero seรฑalar el persistente esnobismo, subir en la escala social, pero siempre en torno a la idea de continuidad/democracia/casa de campo. Seรฑalar que todo el mundo es esnob, pero que la lealtad de Waugh es hacia una forma de sociedad que ya no es posible, algo de lo que debe ser consciente.

Opiniones insostenibles cf. Poe.

Catolicismo. Seรฑalar que un escritor catรณlico no necesita ser conservador en un sentido polรญtico. Diferenciar G. Green. Ventaja de que un novelista sea catรณlico: tema de colisiรณn entre dos tipos de bien.

Analizar Regreso a Brideshead. (Seรฑalar las faltas que se deben a que estรก escrito en primera persona.) Actitud estudiosamente despegada. No puritana. Los sacerdotes no son sobrehumanos. Tema real: el alcoholismo de Sebastian, y la falta de voluntad de su familia de curarlo a expensas de cometer un pecado. Seรฑalar que esto es una verdadera ruptura con una actitud humanista, con la que no hay compromiso posible.

Pero. รšltima escena, donde un hombre inconsciente hace la seรฑal de la Cruz. Seรฑalar que despuรฉs de todo la fachada va a agrietarse tarde o temprano. No se puede ser catรณlico y adulto.

Concluir. Waugh es tan buen novelista como se puede ser (es decir, como pueden ser los novelistas en la actualidad) teniendo a la vez opiniones insostenibles.

21 de marzo de 1949

La rutina aquรญ (Cranham Sanatorium) es bastante distinta a la del hospital Hairmyres. Aunque todo el mundo en Hairmyres era muy amable y considerado conmigo โ€“de forma bastante asombrosa, de hechoโ€“ no puedes evitar sentir en todo momento la diferencia en la textura de la vida cuando pagas tu manutenciรณn.

La diferencia mรกs llamativa es que es mucho mรกs tranquilo que el hospital, y que todo se hace de una forma mรกs relajada. Vivo en una casa que llaman chalet, en una hilera continua de cabaรฑas de madera, con puertas de cristal, cada chalet mide unos cuatro metros y medio por tres y medio. Hay tuberรญas de agua caliente, una baรฑera, una cรณmoda y un armario, ademรกs de las habituales mesas para camas. En el exterior hay un porche con techo de cristal. Todo lo traen a mano โ€“no hay ninguno de esos horribles carros que hacen ruido y uno nunca deja de oรญr en un hospital. Tampoco hay mucho ruido de radios, todos los pacientes llevan auriculares. (Estรกn permanentemente sintonizados en el Home Service. En Hairmyres, en Light.) El sonido mรกs persistente es el canto de los pรกjaros.

En 1943, cuando trabajaba para la BBC, una de las cartas โ€œsemanalesโ€ de las que era responsable era la de maratรญ. Esas cartas โ€“comentarios de noticias que se enviaban una o dos veces en lenguas minoritarias en las que era imposible emitir diariamenteโ€“ las componรญa alguien de la BBC, luego las traducรญa alguien que hablaba la lengua y que despuรฉs las leรญa, bajo la supervisiรณn de un censor que por regla general tambiรฉn era un empleado de la BBC.

Siempre tenรญamos problemas con la carta en maratรญ, porque, al parecer, los indios de esa raza, cuando viven en Inglaterra, pronto pierden su dominio de la lengua nativa. Asรญ que aunque habรญa algunos alumnos de maratรญ en Inglaterra, no habรญa muchos que pudieran ser locutores. En 1943 el trabajo lo hacรญa un hombre pequeรฑo llamado Kothari, que era casi totalmente esfรฉrico. Creo que habรญa sido comunista y sin duda era un nacionalista extremo, pero resultaba bastante fiable porque era genuinamente antinazi y proaliados. De repente el llamado โ€œCollegeโ€, el cuerpo misterioso (realmente creo que el MI5) que debรญa dar el visto bueno a todos los locutores, se centrรณ en el hecho de que Kothari habรญa estado en prisiรณn โ€“por un delito polรญtico cuando era estudiante, creo. De inmediato le prohibieron que hablara en la radio con la razรณn de que nadie que hubiera estado en la cรกrcel podรญa emitir. Con algunas dificultades encontramos a otro joven llamado Jatha, y todo fue bien durante un tiempo. Luego, despuรฉs de unos meses, mi asistente maratรญ, la seรฑorita Chitale, vino a verme y me revelรณ con gran aire de secretismo que Jatha no escribรญa las emisiones. Kothari hacรญa las traducciones y รฉl y Jatha se dividรญan la tarifa. Me pareciรณ que debรญa informar a mi superior, el doctor Rushbrook-Williams, sobre el asunto. Como serรญa muy difรญcil, si es que era posible, encontrar otro locutor maratรญ, decidiรณ que debรญamos mirar hacia otro lado. Asรญ que el acuerdo continuรณ y oficialmente no sabรญamos nada de eso.

Me pareciรณ que era un poco de India transplantada a Gran Bretaรฑa. Pero el toque totalmente indio era que Chitale se guardara la informaciรณn varios meses antes de revelarla.

Gran injusticia y tergiversaciรณn en muchas crรญticas a EEUUy la URSS, porque no se tiene en cuenta el tamaรฑo de esos paรญses. Obvio absurdo de comparar una poblaciรณn pequeรฑa y homogรฉnea, por ejemplo la de Gran Bretaรฑa, reunida en un รกrea pequeรฑa, con un Estado multirracial que se extiende por todo el continente. Estรก claro que no puedes comparar de manera razonable las condiciones en Gran Bretaรฑa con las que hay en, digamos, Siberia. Podrรญamos comparar Siberia con Canadรก, o Turquestรกn con el norte de la India, o Leningrado con Edimburgo. Lo mismo con EEUU. La gente en Gran Bretaรฑa siente superioridad con respecto al tratamiento de los negros en EEUU, pero veamos las condiciones en Sudรกfrica. Ciertamente nosotros, en Gran Bretaรฑa, no tenemos control de Sudรกfrica, pero la gente de los estados del norte tampoco controla mucho lo que ocurre en Alabama. Mientras tanto nos aprovechamos indirectamente de lo que pasa en Sudรกfrica, en Jamaica, en Malasia, etc. Pero estos lugares estรกn separados de nosotros por agua. En este hecho se basa la hipocresรญa esencial del movimiento obrero britรกnico.

17 de abril de 1949

Curioso efecto, aquรญ en el sanatorio, del domingo de Pascua, donde la gente en este bloque (el mรกs caro) de โ€œchaletsโ€ tiene visitantes, al oรญr muchas voces inglesas de clase alta. Hacรญa casi dos aรฑos que no las oรญa, como mucho oรญa una o dos a la vez, y mis oรญdos se acostumbraban cada vez mรกs a las voces escocesas de clase trabajadora o clase media baja. Literalmente nunca oรญa un acento โ€œcultivadoโ€ salvo cuando tenรญa visita. Es como si oyera esas voces por primera vez. ยกY quรฉ voces! Una sensaciรณn de sobrealimentaciรณn, una fatua autoconfianza, un constante balbuceo de risas sobre nada, sobre todo una sensaciรณn de pesadez y ricura combinada con una mala voluntad fundamental: gente que, uno siente de forma instintiva, sin poder siquiera verla, son los enemigos de todo lo inteligente, sensible o hermoso. No me extraรฑa que todo el mundo nos odie tanto.

Los grandes crรญticos canรญbales que acechan en las aguas mรกs profundas de las revistas trimestrales de Estados Unidos.

La peor de todas las desventajas que sufre el movimiento de izquierda: que al ser un reciรฉn llegado a la escena polรญtica, y al tener que construirse a partir de nada, debรญa crear seguidores contando mentiras. Para un partido de izquierdas en el poder, su peor antagonista siempre es su propaganda previa.

Mayor y siempre creciente blandura y lujo de la vida moderna. Ascenso en los estรกndares de coraje fรญsico, mejorรญa de salud y fรญsico, continua superaciรณn de rรฉcords atlรฉticos.

Pregunta: ยฟcรณmo reconciliar?

A los cincuenta, todo el mundo tiene la cara que merece. ~

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Traducciรณn del inglรฉs de Daniel Gascรณn.

Tomado de The collected essays, journalism and letters of George Orwell. Volume 4. In front of your nose.

 

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(1903-1950) fue ensayista y novelista. Entre sus obras mรกs conocidas estรกn Homenaje a Cataluรฑa, Rebeliรณn en la granja y 1984.


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