Varios ratos a la semana los dedicaba Sheridan […] a leerle al poeta enfermo versos de dos poetas
que escogiรณ como su compaรฑรญa final: Neruda y Quevedo.
Christopher Domรญnguez Michael, Octavio Paz en su siglo
1. La primera pista sobre la โinfluenciaโ de Marcel Proust en Pablo Neruda me la dio el escritor Jaime Valdivieso: una larga, larguรญsima, conversaciรณn del poeta con Alejo Carpentier en la que solo se hablรณ de Proust. Que Los pasos perdidos de Carpentier debe mucho a Proust salta a la vista (la alusiรณn a Genoveva de Brabante ya lo dice), pero que Neruda hubiera leรญdo a Proust con pasiรณn me resultรณ sorpresivo. Sin embargo, de pronto una frase de El tiempo recobrado me pareciรณ cercana a la intuiciรณn central de Residencia en la tierra: โEsta idea de la muerte se instalรณ definitivamente en mรญ como un amor […] No podรญa ocuparme de una cosa sin que esa cosa atravesara, en primer lugar, la idea de la muerte.โ [Traducciรณn de Consuelo Berges Rรกbago.]Porque el tema de Proust es el transcurrir del tiempo, su estar pasando siempre en las cosas y personas, cambiรกndolas, deteriorรกndolas, derrumbรกndolas para irlas transformando en otras, lo que significa irlas siguiendo como duraciรณn y, entonces, como pรฉrdida, lo que es una manera de experimentar nuestra temporalidad radical, nuestro ir muriendo para vivir. Y el tema recurrente de la obra mayor de Neruda, al menos de las dos primeras Residencias, es ese ir pereciendo al interior del ir viviendo. Asรญ fue como me puse a indagar el vรญnculo de Neruda con Proust.
2. Proust recordando a Albertine: โla ceniza de sus estaciones o de sus horasโ (La fugitiva). [Traducciรณn de Consuelo Berges Rรกbago.] ยฟNo podrรญa ser una imagen de Neruda? Proust sobre la lluvia: โUn golpecito en el cristal, como si hubieran tirado algo; luego, un caer ligero y amplio, como de granos de arena lanzados desde una ventana de arriba, y por fin, ese caer que se extiende, toma reglas, adopta un ritmo y se hace fluido, sonoro, musical, incontable, universal: llueveโ (Por el camino de Swann). [Traducciรณn de Pedro Salinas.] ยฟNo evoca la adjetivaciรณn rรญtmica de Neruda?: โfluido, sonoro, musical, incontableโ. Proust sobre las campanas de San Hilario: โcomรญamos fruta, pan y chocolate, sentados allรญ en la hierba, hasta donde venรญan horizontales, dรฉbiles, pero aรบn densos y metรกlicos, los toques de la campana de San Hilario, que no se mezclaban con el aire que hacรญa tanto tiempo que estaban atravesandoโ (Por el camino de Swann) ยฟNo resuena Neruda?: โhorizontales, dรฉbiles, pero aรบn densos y metรกlicosโ. A veces, hay en Proust algo de celebraciรณn, de oda, de โcanto materialโ que busca โel gozo de lo real reencontradoโ.
3. Proust, como Neruda, avanza tanteando, avanza por aproximaciones sucesivas. A menudo ensaya varias formas de decir lo mismo y consigue asรญ un ritmo envolvente y sostenido. Neruda absorbiรณ a Proust y lo transformรณ de acuerdo con su temperamento. Dicho de otra manera: el estilo de Proust fue uno de los ingredientes del personal estilo de Neruda. Como afirma Proust por carta a madame Straus, โcada escritor estรก obligado a hacerse su propia lengua, como cada violinista estรก obligado a hacerse su โsonidoโโ. Y Neruda: โCada escritor tiene el deber de pulverizar de una manera acendrada cuanto recibe y transformarlo perpetuamente.โ
4. Cuenta Volodia Teitelboim en su biografรญa Neruda que โlos nombres de Marcel Proust y de James Joyceโ surgรญan en las tertulias del Hรฉrcules, El Jote y otros bares en los que se encontraba el joven Neruda con sus amigos antes de viajar a Rangรบn como cรณnsul. A los veinte aรฑos se veรญa con Alone, gran lector de Proust, y el crรญtico que consagrarรญa a Neruda en Chile. En 1928, Alone publica en el diario La Naciรณn ocho magnรญficos ensayos sobre el francรฉs. ยฟLos leyรณ Neruda? Es muy probable. El 20 de mayo aparece uno de los artรญculos de Alone, โLa inmortalidad en Proustโ, y ese mismo dรญa el diario publica โNombre muertoโ de Neruda. Seguro que recibiรณ ese ejemplar y leyรณ el artรญculo en Rangรบn. Al aรฑo siguiente, Alone publica su libro Las mejores pรกginas de Proust.
5. En Birmania, el joven diplomรกtico iba mucho al Strand Hotel, โel lugar mรกs chic de todo el imperio britรกnico de las Indiasโ, oye decir. Ahรญ โse juega al desafรญo del lujoโ, afirma Teitelboim. Neruda se viste con elegancia, bebe whisky y juega tenis. Conoce a Josie Bliss: โEspecie de pantera birmanaโ, โla torrencial Josie Blissโ, โuna terrorista amorosaโ, como la llamarรก en Confieso que he vivido. Serรก la gran pasiรณn trรกgica de su vida, la mujer que aparece en varios poemas de Residencia en la tierra. Segรบn su biรณgrafo Hernรกn Loyola, โla fundaciรณn de Residencia coincide en el tiempo con el periodo inicial y culminante de la pasiรณn de Neruda por Josie Bliss. Hay entre ambos hechos una intensa relaciรณnโ.
ยฟQuรฉ habrรก sido de Josie Bliss? Su rastro se pierde en un barco que deja el puerto de Colombo, en Wellawatta, Ceilรกn, donde queda el cรณnsul Neruda quien pronto serรก trasladado a Singapur y Batavia. Nada sabemos de ella, salvo lo que escribiรณ Neruda en Confieso que he vivido y en varios de sus poemas: โtu nariz de animal solitario, de oveja salvajeโ, โQuรฉ parecida eres al mรกs largo beso, / su sacudida fija parece nutrirte, / y su empuje de brasa, de bandera revuelta.โ
Se conocen en Rangรบn, ella โse vestรญa como inglesaโ, se hacรญa llamar โJosie Blissโ y se entendรญan en inglรฉs. Pero โen la intimidad de su casa, que pronto compartรญ, se despojaba de tales prendas y de tal nombre para usar su deslumbrante sarong y su recรณndito nombre birmanoโ. La pasiรณn es intensa. Neruda siente โternura hacia sus pies desnudos, hacia las blancas flores que brillaban sobre su cabellera oscuraโ. Tal vez, โyo hubiera continuado indefinidamente con ellaโ, confiesa. Pero su pasiรณn la desborda y llega a โenfermar de celosโ. Una noche Neruda despierta y la divisa en la oscuridad, dando vueltas alrededor de su cama armada de โun largo y afilado cuchillo indรญgenaโ. La situaciรณn se hace insoportable. Por fortuna, un mensaje oficial le comunica a Neruda su traslado a Ceilรกn. Parte en secreto, โabandonando mi ropa y mis librosโ. Apenas โcomenzรณ el barco a sacudirse con las olas del Golfo de Bengalaโ, Neruda escribiรณ โTango del viudoโ, โtrรกgico trozo de mi poesรญa destinado a la mujer que perdรญa y me perdiรณ porque en su sangre crepitaba sin descanso el volcรกn de la cรณleraโ.
6. Josie Bliss reapareciรณ sorpresivamente en Colombo y arrendรณ una casa frente a la de Neruda. Volvieron los amores, los celos, los escรกndalos. Hasta que, โpor fin, un dรญa se decidiรณ a partirโ. Asรญ cuenta Neruda la despedida: โMe rogรณ que la acompaรฑara hasta el barco. Cuando este estaba por salir y yo debรญa abandonarlo, se desprendiรณ de sus acompaรฑantes y, besรกndome en un arrebato de dolor y amor, me llenรณ la cara de lรกgrimas. Como en un rito me besaba los brazos, el traje y, pronto, bajรณ hasta mis zapatos, sin que yo pudiera evitarlo. Cuando se alzรณ de nuevo, su rostro estaba enharinado con la tiza de mis zapatos blancos. No podรญa pedirle que desistiera del viaje, que abandonara conmigo el barco que se la llevaba para siempre. La razรณn me lo impedรญa, pero mi corazรณn adquiriรณ allรญ una cicatriz que no se ha borrado. Aquel dolor turbulento, aquellas lรกgrimas terribles rodando sobre el rostro enharinado, continรบan en memoria.โ
ยฟSe habrรก enterado ella alguna vez de que ese diplomรกtico que ella amรณ habรญa escrito algunos de los mejores poemas el siglo? ยฟQue su amor seguirรญa viviendo en ellos?
7. El 11 de febrero de 1930, desde Ceilรกn, Neruda le escribe a su amigo Eandi: โTengo un gramรณfono y una dosis de felicidad; la sonata para piano y violรญn de Cรฉsar Franck (que Proust dice ser su mentada sonata de Vinteuil) es triste y dulce.โ El 5 de septiembre de 1931, le escribe tambiรฉn a Eandi: โLeo todo Proust por cuarta vez. Me gusta mรกs que antes.โ Neruda, que aprendiรณ francรฉs y leyรณ a Baudelaire, Rimbaud y Verlaine en el liceo de Temuco con su profesor Eduardo Torrealba, se ha zampado ya cuatro veces a Proust y tiene solo veintisiete aรฑos.
En 1968, Jorge Edwards escribirรก un artรญculo sugiriendo que la sonata de Vinteuil podรญa no ser de Franck sino de Debussy. Neruda le contesta en la revista Ercilla que la sonata es de Franck. โYo vivรญ con esa sonataโ, cuenta Neruda. โNunca leรญ con tanto placer y tanta abundancia como en aquel suburbio de Colombo.โ Menciona a D. H. Lawrence, Aldous Huxley, T. S. Eliot, al โjoven Hemingwayโ. Recuerda sus lecturas de Proust en Ceilรกn, โel mรกs grande realista poรฉticoโ, dice. โLa sombra brusca caรญa como un puรฑo sobre mi casa perdida entre los cocoteros de Wellawatta, pero cada noche la sonata vivรญa conmigo, conduciรฉndome y envolviรฉndome, dรกndome su perpetua tristeza, su victoriosa melancolรญaโ, cuenta.
Las pรกginas mismas de Proust que evocan el efecto de la sonata de Vinteuil lo convencen de que solo pueden haber surgido de la sonata para piano y violรญn de Franck: โNo habรญa duda, allรญ estaba la frase de Vinteuil.โ Dice que en esa frase musical encontrรณ โuna desesperada medida de la pasiรณnโ. Y aรฑade: โLos crรญticos que tanto han escarmenado mis trabajos no han visto hasta ahora esta secreta influencia que aquรญ va confesada. Porque allรญ… escribรญ yo gran parte de Residencia en la tierra.โ
Neruda quiso incorporar todo esto tal cual a Confieso que he vivido. No lo dijo al pasar. La lectura de Proust y el amor de Josie Bliss se entremezclan y estรกn en el trasfondo de las Residencias.
Pienso ahora en esa โsecreta influencia confesadaโ y me parece oรญr la voz de Neruda, su propia languidez y cadencia, marcando las pausas mientras lee: โPero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, / cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, / solos, mรกs frรกgiles, mรกs vivos, / mรกs inmateriales, mรกs persistentes y mรกs fieles que nunca, / el olor y el sabor perduran mucho mรกs, / y recuerdan, y aguantan, y esperan…โ (Marcel Proust, Por el camino de Swann). ~
es un novelista chileno. Su รบltima novela es La vida doble (Tusquets).