Queridos camaradas del horror en los campos, estimados invitados y amigos:
Soy uno de los pocos que siguen vivos, de los que estuvieron en este lugar casi hasta el final, antes de la liberaciรณn el 18 de enero. Mi llamada โevacuaciรณn de Auschwitzโ terminรณ despuรฉs de diecisรฉis dรญas. Resultรณ ser una marcha de la muerte. Mis compaรฑeros y yo caminamos en una columna de seiscientas personas. Parecรญa casi imposible sobrevivir y estar aquรญ hoy.
Perdรณnenme porque me voy a emocionar con lo que voy a decir. Esto es lo que me gustarรญa contar, en primer lugar a mi hija y a mi nieta, que estรกn aquรญ en esta sala. Pero me quiero dirigir a los coetรกneos de mi hija y mi nieta, a las generaciones mรกs jรณvenes, incluso a aquellas mรกs jรณvenes que ellas. Cuando comenzรณ la Segunda Guerra Mundial no era mรกs que un adolescente. En la Primera Guerra Mundial mi padre fue soldado. Fue herido en varias ocasiones. Fue un drama para mi familia y ocurriรณ una y otra vez.
Mi madre era de la frontera entre Polonia, Lituania y Bielorrusia. En esa zona los ejรฉrcitos iban y venรญan, saqueando, violando y quemando pueblos para no de- jar nada a los que vinieran despuรฉs. Asรญ que se podrรญa decir que tengo una experiencia de primera mano sobre la guerra. Y, sin embargo, aunque solo habรญan pasado veinte o veinticinco aรฑos, en mi adolescencia esos aรฑos parecรญan lejanos, como las revoluciones polacas del XIX o la Revoluciรณn francesa. ยกY solo habรญan pasado veinte aรฑos! Cuando hoy conozco a gente joven, entiendo perfectamente que despuรฉs de 75 u 80 aรฑos les aburra esto. Consideran que la guerra, la Shoah, el Holocausto es algo aburrido, al igual que el genocidio.
Y en realidad los entiendo. Por eso les prometo a los jรณvenes que no les voy a narrar mi sufrimiento. No voy a contarles lo que experimentรฉ, mis dos marchas de la muerte ni cรณmo acabรฉ la guerra pesando 32 kilos, al borde de la muerte y completamente exhausto. No voy a contar lo peor, la tragedia de las despedidas cuando eres consciente del destino que tendrรก la gente a la que quieres. No, no les voy a contar eso. Lo que quiero expresar a mi hija, a mis nietos y a las siguientes generaciones tiene que ver con ellos mismos. Veo que estรก entre nosotros el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen. ยฟRecuerda, seรฑor presidente, cuando se reuniรณ conmigo y con el Comitรฉ Internacional de Auschwitz? Usted dijo que Auschwitz no fue algo caรญdo del cielo. Se podrรญa decir que es algo obvio. Es completamente obvio. Claro que no cayรณ del cielo. Es un clichรฉ. Y sin embargo es una cuestiรณn que nos ayuda a entender ciertas cosas. Imaginรฉmonos en el inicio de la dรฉcada de los treinta en Berlรญn. El Bayerisches Viertel, el barrio bรกvaro, estรก a solo tres paradas del parque zoolรณgico. Un dรญa de principios de los aรฑos treinta, podรญas leer una inscripciรณn en los bancos del parque que decรญa: โLos judรญos no pueden sentarse aquรญ.โ Puedes pensar que es incรณmodo, injusto, que no estรก bien. Pero, al fin y al cabo, hay otros bancos donde sentarse. Ese barrio estaba habitado por intelectuales, la inteligentsia alemana de origen judรญo. Albert Einstein viviรณ allรญ, tambiรฉn la escritora y premio Nobel Nelly Sachs o el polรญtico y empresario Walther Rathenau, que fue ministro de Asuntos Exteriores.
En el barrio habรญa una piscina pรบblica con una inscripciรณn en la puerta que decรญa: โSe prohรญbe la entrada a judรญos.โ Podrรญa decirse: bueno, no es muy agradable, pero hay muchos sitios en Berlรญn a los que puedes ir a nadar, hay lagos y canales. Al mismo tiempo, podรญas leer en otros sitios un aviso que decรญa que a los judรญos no se les permitรญa pertenecer a asociaciones de canto alemanas. Bueno, si los judรญos quieren cantar y tocar mรบsica, pueden hacerlo en otro sitio.
Lo que luego ocurriรณ es que se extendiรณ una orden, mรกs una orden oficial que una inscripciรณn, que decรญa: โLos niรฑos no arios no pueden jugar con los niรฑos arios alemanes.โ Bueno, no pasa nada, pueden jugar ellos so- los. Mรกs tarde se leรญan carteles que decรญan: โSolo vendemos pan y comida a los judรญos despuรฉs de las 5 de la tarde.โ Vaya, bueno, esto te complica un poco la vida. Pero, despuรฉs de todo, puedes comprar una vez pasadas las 5 de la tarde.
Entonces empiezas a ver un patrรณn que se asienta. La idea de que hay gente que es excluida, estigmatizada y alienada se integra en nuestras vidas.
Asรญ es como se hace, paso a paso. La gente comienza a ver que es normal, tanto las vรญctimas como los perpetradores, los testigos y los observadores. Se acaban acostumbrando a la idea de que la minorรญa que produjo a Albert Einstein, Nelly Sachs, Heinrich Heine, Erich Mendelsohn y muchos novelistas es diferente y puede ser empujada a los mรกrgenes de la sociedad. Se acaban acostumbrando a la idea de que son extraรฑos y extranjeros, es gente que porta gรฉrmenes y causa pandemias. Los orรญgenes del horror estรกn ahรญ.
Hay que tener en cuenta esto y recordar las palabras del presidente austriaco. Pero tambiรฉn hay que tener en cuenta quรฉ otras polรญticas se llevaron a cabo. El 1 de mayo dejรณ de celebrarse pero se mantuvo el dรญa festivo, se introdujeron vacaciones para trabajadores. El poder sabรญa cรณmo luchar contra el desempleo y jugaba la carta de recuperar la dignidad de la naciรณn. Recuperaron la dignidad tras el Tratado de Versalles.
El gobierno tambiรฉn vio que la gente estaba cada vez mรกs insensibilizada frente a la maldad, y fue en ese momento cuando aprovechรณ para acelerar el proceso de maldad. Lo que ocurriรณ despuรฉs se pudo desarrollar de manera inmediata. Los judรญos no podรญan obtener trabajos ni emigrar. Y entonces, rรกpidamente, fueron enviados a guetos. Y de esos guetos muchos de ellos acabaron en Auschwitz, donde fueron asesinados con Zyklon B de una forma muy moderna, en esas cรกmaras de gas tan modernas. Y aquรญ es donde las palabras del presidente austriaco se hacen realidad: Auschwitz no cayรณ del cielo. Fue un proceso de pequeรฑos pasos hasta que pasรณ lo que pasรณ en este lugar.
Querida hija, querida nieta, gente de sus generaciones: no tienen que conocer el nombre de Primo Levi. Fue uno de los internos mรกs famosos de este campo. Primo Levi dijo en una ocasiรณn que si esto pasรณ significa que puede volver a pasar, y tambiรฉn significa que puede pasar en cualquier parte del mundo.
Permรญtanme que comparta un recuerdo con ustedes. En 1965, fui con una beca a Estados Unidos. El paรญs estaba en mitad de su lucha por los derechos humanos y civiles para los afroamericanos. Fue un gran honor participar en una marcha con Martin Luther King de Selma a Montgomery. Cuando la gente que participaba descubriรณ que estuve en Auschwitz, me preguntaron: ยฟcrees que es algo que pasรณ solo en Alemania o crees que puede pasar en otro paรญs? Les dije que tambiรฉn podรญa pasar en ese paรญs, en esa tierra, cuando los derechos civiles son ignorados.
Solo hay una manera de luchar contra eso. Si eres capaz de defender tu Constituciรณn, sus leyes y derechos, el orden democrรกtico, que estรก basado en la protecciรณn de las minorรญas. Solo entonces podrรกs vencer todo ese mal.
En Europa muchos provenimos de la tradiciรณn judeocristiana. Tanto los creyentes como los no creyentes asumen un canon de la civilizaciรณn y los diez mandamientos. Mi amigo, mi querido amigo Roman Kent, presidente del Comitรฉ Internacional de Auschwitz, que hablรณ aquรญ hace cinco aรฑos, no ha podido venir esta vez. Estรก dรฉbil. Ha estado enfermo รบltimamente. Kent inventรณ el undรฉcimo mandamiento. Estรก influido por la experiencia de la Shoah, del Holocausto, que es la experiencia de una รฉpoca horrible de desdรฉn. Ese undรฉcimo mandamiento es: No seas indiferente. No serรกs indiferente.
Y esto es lo que querรญa decirle a mi hija, a mis nietos. Quiero dirigirme a los jรณvenes de su generaciรณn, vivan donde vivan, sea en Polonia, Israel o Amรฉrica. Es especialmente importante aquรญ, en Europa del Este. No seas indiferente cuando veas mentiras, mentiras histรณricas. No seas indiferente cuando veas que el pasado es relegado para cumplir con demandas polรญticas actuales. No seas indiferente cuando una minorรญa es discriminada, porque la esencia de la democracia es que la mayorรญa gobierna pero la democracia depende de la protecciรณn de las minorรญas. Al mismo tiempo, no seas indiferente cuando cualquier poder o gobierno infringe el contrato social. Sigue los mandamientos, especialmente el un- dรฉcimo. No seas indiferente, porque si lo eres no te darรกs cuenta cuando a ti y a tus herederos les caiga desde el cielo un Auschwitz. ~
Discurso pronunciado el 27 de enero en la ceremonia del 75 aniversario de la liberaciรณn de Auschwitz.
Traducciรณn del inglรฉs de Ricardo Dudda.
(Druskininkai, 1926) es un historiador y periodista polaco de origen judรญo.
