Maarten van Delden es un holandรฉs educado en Barcelona y Cambridge, que escribe y habla un espaรฑol perfecto y es un erudito en la literatura comparada del orbe hispรกnico y latinoamericano, con inclinaciรณn particular por la literatura, la cultura y la historia de las ideas polรญticas en Mรฉxico. La primera noticia que tuve de รฉl fue durante su visita a la ciudad en donde vivo. Por ese entonces yo estaba investigando sobre la vida de Garcรญa Mรกrquez durante los aรฑos sesenta en la Ciudad de Mรฉxico, y algo le platiquรฉ al respecto. No me sorprendiรณ tanto saber que era amigo de uno de los hijos de Garcรญa Mรกrquez โcon quien compartiรณ aulas en la Kensington School de Barcelonaโ como imaginar que, al leer Cien aรฑos de soledad en su natal Diemen, creyรณ estar viviendo la inusitada versiรณn de un Macondo con diques calvinistas. La anรฉcdota denota esa disposiciรณn indispensable para el erudito y ensayista, la de encontrar asociaciones por lo general inadvertidas y, a veces, aparentemente imposibles.
Con la reciente publicaciรณn de Reality in movement. Octavio Paz as essayist and public intellectual, Van Delden no solo confirma su vocaciรณn de investigador de la literatura, la historia y la realidad polรญtica y cultural mexicana, sino que aparece tambiรฉn como uno de los mรกs lรบcidos estudiosos del pensamiento y la obra de Octavio Paz. Su libro viene a enriquecer una ya larga lista de monografรญas imprescindibles para entender a Paz como lo que realmente ha sido: nuestro protagonista intelectual mรกs importante desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros dรญas.
El libro reรบne diez capรญtulos, los que corresponden a algunos de los temas e interrogantes mรกs obsesivos de Paz, como rebeliรณn y revoluciรณn, la India y la relaciรณn entre Mรฉxico y Estados Unidos; o se ocupan de su figura y obra frente a la crรญtica, aquella que โhabitualmente desde la izquierda acadรฉmica o el feminismo posmodernoโ le imputa el conservadurismo mรกs rancio y, a la vez, lo descubre en la avanzada neoliberal o, en otro extremo, lo denuncia como cabecilla mรกximo de un androcentrismo militante. El libro concluye con un ensayo sobre Octavio Paz como materia de ficciรณn: curiosamente, toda una industria muy prรณspera desde mediados del siglo XX hasta fechas muy recientes.
Me apresuro a consignar lo que el mismo Maarten advierte en la introducciรณn: no se trata de una hagiografรญa, pero tampoco de la demonologรญa de un itinerario intelectual siempre polรฉmico, de alguien que viviรณ polemizando no solo con su tiempo sino, en muchas ocasiones, consigo mismo. El volumen es un amplio recorrido no para dar con la verdad definitiva sobre la obra de Paz sino, mรกs bien, subrayando los puntos de conflicto, aquellos en los que su pensamiento afirma, duda y concluye para, enseguida, volver a interrogarse y aรบn contradecirse. En el capรญtulo 3, Van Delden transcribe una cita de Pequeรฑa crรณnica de grandes dรญas, publicado en los รบltimos aรฑos del autor: โLa historia no es un absoluto que se realiza sino un proceso que sin cesar se afirma y se niega. La historia es tiempo; nada en ella es durable y permanente.โ Casi con los mismos tรฉrminos podrรญa describirse el pensamiento de Paz, intercambiando una palabra por otra para confirmar los lazos entre historia y pensamiento. Y a ello hace referencia el tรญtulo que preside esta reuniรณn de ensayos: Reality in movement. Inscripciรณn que bien pudo llevar como epรญgrafe aquellas palabras atribuidas a John Maynard Keynes, segรบn leo en un libro pรณstumo de Tony Judt: โCuando los hechos cambian, cambio de opiniรณn. ยฟY usted quรฉ hace, seรฑor?โ
Paz fue un defensor apasionado pero tambiรฉn lรบcido de la Revoluciรณn mexicana. Viviรณ directamente los costos humanos y sociales de la lucha armada y, por lo mismo, reconocรญa la importancia del cambio que significรณ la institucionalizaciรณn de la vida pรบblica, en la que se abandonรณ la disputa entre facciones y caudillos en favor de la participaciรณn ciudadana y la consolidaciรณn partidista. Tambiรฉn supo reconocer la relevancia del PAN, con algunos de cuyos dirigentes, en sus รบltimos aรฑos, mantuvo cierta cercanรญa. Aunque quizรก nunca renunciรณ a su convicciรณn de que la derecha carecรญa de ideas, pero no de intereses, tampoco negรณ la autรฉntica vocaciรณn democrรกtica de aquel partido.
Estas dos facetas en el itinerario intelectual de Paz manifiestan a su vez dos de sus constantes mรกs polรฉmicas, aquellas por las que desde los aรฑos noventa se le identifica y denuncia como una suerte de โsoldadoโ del rรฉgimen y โpor otro lado, aunque en esas mismas fechasโ de haber revelado al fin su nefasto conservadurismo. En la lรณgica de cierta crรญtica lo simbรณlico pesa tanto como los hechos, si no es que mรกs. Asรญ que no importa si el Paz de los aรฑos cincuenta (el de El laberinto de la soledad) no es el mismo que el de los aรฑos ochenta y noventa (el de Pequeรฑa crรณnica… o Tiempo nublado). Lo definitivo es que, denuncian sus crรญticos, Paz colaborรณ con el neoliberalismo polรญtico y cultural de los aรฑos ochenta y noventa (los de la revista Vuelta) no solo con opiniones (que luego รฉl mismo refutarรก) sino con algo peor: proveyรฉndolo de un discurso legitimador.
Para quien aprecie la necesidad de una verdad verificable, Maarten van Delden ofrece un registro pormenorizado de las diversas opiniones y reflexiones de Paz. A este respecto, resultarรก ilustrativo el siguiente pรกrrafo sobre su figura como presunto intelectual conservador:
Con frecuencia a Paz se le ha etiquetado como un conservador, o incluso un reaccionario, pero ha habido escasa exploraciรณn a profundidad de lo que esto puede significar. En algunos aspectos es claro que esa etiqueta no se ajusta a Paz. Tenemos a un autor que era cercano al Partido Comunista al inicio de su carrera y que siguiรณ alabando algunos puntos del pensamiento marxista en la dรฉcada de los setenta. รl demostrรณ una afinidad por la contracultura en los sesenta, expresรณ su apoyo a los polรญticos socialdemรณcratas en los ochenta y denunciรณ regularmente el capitalismo en los noventa, incluso despuรฉs de que respaldรณ las reformas de libre mercado promovidas por el gobierno de Salinas. Ademรกs, nunca dejรณ de celebrar la Revoluciรณn mexicana, o al menos ciertas vertientes dentro de la Revoluciรณn. Si esta combinaciรณn de posturas representa el conservadurismo, definitivamente la mayorรญa de los conservadores no lo apoyarรญa. Es importante destacar, sobre todo, que la visiรณn de Paz como pensador conservador no emergiรณ hacia el final de su carrera, por el contrario, se difundiรณ ampliamente en la dรฉcada de los setenta, cuando Paz citaba regularmente a Marx en sus escritos.
Otro ejemplo significativo tiene que ver con la acusaciรณn mรกs bien desleal, y sin sustento, de androcentrismo militante del poeta. Al respecto, escribe Van Delden:
((Traducciones de Karla Sรกnchez.))
En Corriente alterna, รฉl vincula el movimiento de liberaciรณn de las mujeres con la rebeliรณn juvenil de la dรฉcada de los sesenta y declara que estos dos movimientos fueron quizรก โlas grandes transformaciones de nuestra รฉpocaโ. Poco mรกs de una dรฉcada despuรฉs, en El ogro filantrรณpico, Paz explica por quรฉ el movimiento feminista fue profundamente significativo: โEl movimiento de las mujeres expresa algo mรกs profundo que una ideologรญa โy de mรกs alcance: quiere un cambio pero no tanto de los sistemas como de las relaciones humanas, cualesquiera que sean los sistemas.โ Para el momento de Tiempo nublado, Paz ya habรญa llegado a la conclusiรณn de que estas convulsiones que sacudieron al mundo a partir de la dรฉcada de los sesenta habรญan tomado su curso. Pero hizo una excepciรณn para el movimiento de liberaciรณn de las mujeres: โeste movimiento comenzรณ mucho antes y se prolongarรก todavรญa varias dรฉcadas. Es un proceso que pertenece al dominio de la โcuenta largaโ. Aunque su รญmpetu ha decaรญdo en los รบltimos aรฑos, se trata de un fenรณmeno que estรก destinado a perdurar y cambiar la historiaโ.
El problema que pone en evidencia Reality in movement en realidad no es un problema sino una peticiรณn de principios. Para legitimar sus posiciones, Paz debรญa confirmar antes la bondad de sus intenciones. Pero ยฟle estaba permitida cualquier legitimidad a quien, en lugar de acompaรฑar la posterior radicalizaciรณn de los soixante-huitards, se atreviรณ a subrayar (y en su caso mantener) uno de los aspectos menos inspiradores para la vulgata antisistรฉmica? En un pasaje de la correspondencia con Jean-Clarence Lambert, Paz se atreve a reconocer un rasgo particular del 68 mexicano. El comentario y la cita son de Van Delden: โPaz ofreciรณ mรกs detalles sobre los que consideraba los cambios mรกs factibles que el paรญs necesitaba: โse trata de lograr lo que rechazan los jรณvenes europeos y norteamericanos โla democracia burguesaโ.โ ~
(ciudad de Mรฉxico, 1963) es poeta, ensayista y editor. Actualmente es editor-in-chief de la revista bilingรผe Literal: Latin American Voices.